Hombres armados mantienen atrapadas a unas 60 familias sin alimentos ni agua en una iglesia de ésta, la principal ciudad comercial de Costa de Marfil, informó la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Un hombre que escapó de la violencia en el barrio de Abobo, en Abiyán, dijo haber «huido del olor a muertos», indicó el foro mundial el martes.
En los últimos días, jóvenes partidarios de Laurent Gbagbo, quien se negó a abandonar la Presidencia tras haber perdido las elecciones de noviembre pasado frente a Alassane Ouattara, marchan por las calles de Abiyán asaltando comercios propiedad de extranjeros.
Observadores de la ONU señalaron que Ouattara era el legítimo ganador de los comicios y debía asumir el cargo de presidente.
«Hay informes de muchos cadáveres, autobuses incendiados, comercios saqueados y jóvenes milicianos atacando a las personas dentro de sus casas», señaló en un comunicado el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
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El residente Jean Bleou dijo que Abobo rápidamente se hacía inhabitable.
Varias decenas de personas han muerto en enfrentamientos la última semana.
«Vi al menos siete cadáveres en mi camino», señaló. «Huíamos del olor de los muertos».
Cientos de partidarios de Ouattara han fallecido, víctimas de asesinatos selectivos y «desapariciones» a manos de las fuerzas de seguridad leales a Gbagbo.
La crisis alcanzó nuevos niveles de intensidad cuando grupos comando aliados a Ouattara ingresaron a Abobo y realizaron una operación de represalia, matando a policías.
El conflicto, que hasta entonces consistía básicamente en un enfrentamiento entre manifestantes y las fuerzas policiales, pasó a ser una guerra entre dos grupos armados.
El martes, cientos de funcionarios de gobierno hicieron fila frente a los bancos locales de Abiyán para cobrar sus sueldos.
El maestro Marcelin Gnahe dijo haber recibido su salario completo de 500 dólares, pero estaba preocupado por el futuro.
«Es como si alguien te hubiera puesto una bolsa en tu cabeza y la haya sellado», ilustró.
El Banco Central de los Estados de África Occidental, con sede en Senegal, impidió el acceso de Gbagbo a las cuentas marfileñas, lo que hará imposible que siga pagando a los funcionarios públicos.
Mientras, los grandes bancos internacionales han clausurado sus operaciones en Costa de Marfil en medio de la incertidumbre, lo que generó pánico entre los clientes.
Varias delegaciones africanas han llegado a Costa de Marfil para persuadir a Gbagbo de que abandone el cargo, pero éste rechaza todas las propuestas, incluyendo la que le ofrece una amnistía y un cómodo exilio.
Sus oponentes intentan estrangular financieramente a su administración. La Unión Europea prohibió que todo barco del bloque toque puertos marfileños.
Mientras, el gobierno de Gbagbo anunció este martes que prohibiría a los habitantes comprar combustible en grandes cantidades, por temor a una escasez.
Esto provocó que muchos automovilistas se abalanzaran a las estaciones expendedoras para cargar sus coches con combustible, que luego vaciaron en sus casas, repitiendo esto varias veces para contar con reservas.
Algunas estaciones ya se quedaron sin combustible y debieron cerrar.
* Publicado en acuerdo con Al Jazeera.