EEUU llama a invertir en Egipto

Legisladores de Estados Unidos buscan impulsar la economía de Egipto estimulando la inversión extranjera directa mientras ese país africano se prepara para votar este sábado 19 una reforma constitucional en el primer referendo tras la revuelta popular que derrocó a Hosni Mubarak.

Miembros del Congreso legislativo trabajan sobre un proyecto de ley para capitalizar pequeñas y medianas empresas en Egipto e impulsar la inversión directa extranjera en el sector privado.

Pero numerosos analistas consideran que la inversión directa es sólo uno de los elementos importantes para lograr la transición hacia una gobernanza democrática duradera.

De aprobarse, la norma contribuirá a paliar los graves problemas económicos de Egipto, como el enorme grado de desempleo que golpea a 30 por ciento de los jóvenes, y estimulará el crecimiento económico a largo plazo del país más poblado de la región.

"La riqueza en petróleo y gas natural fue a parar a manos de unos pocos y la población no puede más", señaló el senador John Kerry, presidente de Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta del Congreso.
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Por su parte, la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, prometió el miércoles en El Cairo un paquete de ayuda inmediata de 90 millones de dólares y se refirió al plan de la Corporación de Inversión Privada en el Extranjero (OPIC) de destinar 2.000 millones de dólares al sector.

"Las inversiones privadas son fundamentales para la seguridad, la estabilidad, el crecimiento y la creación de empleo en Medio Oriente y África del norte", señaló la presidente de OPIC, Katherine Littlefield, quien acompañó a Clinton a Egipto.

"Al incentivar las inversiones en pequeñas y medianas empresas, infraestructura y otros sectores clave de la economía, OPIC se propone promover el papel del sector privado en la transformación de la región", explicó Littlefield.

Pero los críticos de las reformas liberales sostienen que ese tipo de programas deben evitar el riesgo de crear más disparidad que la que históricamente siguió a las reformas económicas radicales promovidas por Occidente.

"El problema es que Estados Unidos quiere una reforma económica liberal que reduzca las empresas del Estado y promueva la privatización, lo que ha aumentado la desigualdad", dijo Marina Ottoway, directora del programa para Medio Oriente del grupo de estudio Carnegie Endowment for International Peace, a IPS.

A principios de los años 90, Mubarak, adoptó programas del Fondo Monetario Internacional vinculados al libre mercado y a las privatizaciones que terminaron beneficiando a unos pocos sectores sociales y acentuando la desigual distribución de la riqueza.

Las medidas económicas de entonces exacerbaron la desilusión de la clase media y contribuyeron al resentimiento popular contra el régimen, lo que derivó en la renuncia de Mubarak el 11 de febrero, sostienen varios especialistas.

"El malestar popular se origina en las reformas económicas de 1991", sostuvo Ottoway.

Tras años de asistencia económica y de promover la democracia en Egipto, no está claro que los programas de recuperación económica previstos vayan a tener resultados diferentes.

Los fondos empresariales, patrocinados por los senadores Kerry, John McCain y Joe Lieberman, se concentrarán en la inversión privada que, en teoría, contribuirá a reducir el enorme desempleo en este país de 80 millones de habitantes.

A diferencia de la situación de los países de Europa oriental tras la disolución de la Unión Soviética, Egipto es socio de Estados Unidos desde hace años y sería un error aplicar indicadores de éxito a los paquetes de asistencia propuestos para éste y otros países de Medio Oriente.

"Soy un poco escéptica respecto de los fondos empresariales", dijo Ottoway a IPS. "No es Europa Oriental, donde, de hecho, no había sector privado. Egipto tiene un gran sector privado. Si va a El Cairo y puede ver pequeños negocios por todos lados", añadió.

Políticos de Estados Unidos y la Unión Europea estudian otras formas de estabilizar la economía y el crecimiento en este país, como el acuerdo de libre comercio y reducir la carga de la deuda.

"Podemos ayudar a fomentar la integración y el comercio interregional en una región que carece de ambos", dijo al Congreso el subsecretario de Estado de Asuntos Políticos, Bill Burns.

"También ayudar al sector privado a crear los puestos de trabajo tan necesarios para acompasar el crecimiento demográfico y las expectativas de la gente. Además contribuiremos a distribuir los beneficios y las oportunidades del crecimiento económico en las sociedades árabes, en vez de sólo estrechar el círculo arriba", añadió Burns.

"Vine a escuchar, más que a hablar", señaló Clinton antes de reunirse con el canciller egipcio Nabil al Araby. "Quería conocer de forma directa las necesidades del país, en especial las económicas, porque sabemos que las reformas políticas se corresponderán con las económicas", añadió.

En los últimos meses se intensificaron los enfrentamientos en Estados Unidos por la asistencia al extranjero, lo que obligó a los legisladores, tanto del gobernante Partido Demócrata como del opositor Partido Republicano, a llegar a un acuerdo entre quienes creen que la ayuda para promover reformas políticas y económicas es un asunto de seguridad nacional y los escépticos.

"Podemos pagar ahora para ayudar a un pueblo valiente a forjarse un futuro mejor, lo que hemos prometido y de lo que hablamos hace años, o hacerlo luego, aumentando el riesgo para nuestra seguridad nacional", arguyó Kerry.

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