Productores de cacao de Costa de Marfil critican las sanciones que impuso la comunidad internacional a sus exportaciones para impedir que el cuestionado presidente Laurent Gbagbo disponga de fondos.
También se quejan de que la situación política los perjudica porque se ven obligados a vender un producto perecedero a un precio mucho menor al del mercado, además de que cientos de miles de toneladas de cacao fueron a parar de forma ilegal a los países vecinos.
La oposición al régimen de Gbagbo solicitó la intervención internacional para terminar el baño de sangre y sacarlo de la presidencia.
Tras las elecciones de noviembre de 2010, el Consejo Constitucional anunció a Gbagbo como ganador, mientras que la Comisión Electoral Independiente y la comunidad internacional reconocieron el triunfo de Alassane Ouattara.
Un elemento clave de la lucha por el poder es el control del ingreso de fondos a las arcas del Estado.
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La Unión Europea (UE) suspendió las importaciones de cacao, el principal producto de exportación de Costa de Marfil. Los agricultores se quejan de que las sanciones hicieron que su cosecha terminara en los países vecinos.
A mediados de febrero, 400.000 toneladas de cacao quedaron varadas en dos puertos, Abiyán y San Pedro, esperando ser embarcadas a la UE, según la Bolsa de Café y Cacao (BCC).
"Cada día que pasa aumenta el riesgo de que el cacao se eche a perder y los productores podrían perder unos 80 millones de dólares", señaló Adrien Kouamé, exportador de las cooperativas del oeste del país.
"Sólo soy un productor de Duékoué, qué tengo que ver con la política para que dejen de comprar mis 35 toneladas", preguntó Blandine Gloudoueu. "Gano el equivalente a 50.000 dólares para mantener a mi familia de 20 personas. ¿Cómo voy a hacer ahora con el embargo?", se lamentó.
Vecinos beneficiados
Los productores de cacao marfileño sufren las sanciones de la UE y, encima, deben ver cómo su cosecha termina en países vecinos como Burkina Faso, Mali y Togo.
"Es doloroso saber que países como Mali declararon una producción de 100.000 toneladas de cacao, cuando en 2004 sólo tenían 8.000", señaló Joseph Kouamé Yao, presidente del sindicato agrícola de productores y cooperativas de cultivadores de Costa de Marfil.
La BCC estima que 170.000 toneladas de cacao se vendieron de forma ilegal en los países vecinos, lo que representó una pérdida de unos 34 millones de dólares.
Delincuentes recorren las regiones productoras de este país para comprar cacao barato y venderlos en los estados vecinos, indicó Yao.
La coyuntura beneficia a Ghana, vecino oriental de Costa de Marfil y principal competidor, con una producción anual de 800.000 toneladas, apuntó. Productores marfileños sostienen que unas 29.000 toneladas llegaron a ese país de forma ilegal.
Operadores rápidos
"Con la crisis, la gente ofrece comprar el cacao a un dólar, a veces incluso a menos, cuando el precio fijado por el gobierno para este año era de 2,20 dólares", dijo a IPS el productor de la región occidental de Vavoua, Arouna Singo. "Algunos cedemos a la presión, pese a que es menos de la mitad del valor", apuntó.
"Estamos en una situación en la que corremos el riesgo de perder lo que invertimos", señaló Karim Soumahoro, comprador de San Pedro. "Los que engañan a los productores alegan que no pueden comprar a precio nominal porque la aduana puede confiscarles la carga.
La especulación se mantendrá mientras no mejore la situación política, pues los productores están desesperados por dinero y entregarán su cosecha al primero que aparezca.
Sanciones discriminatorias
Singo, Gloudoueu, Kouamé y cientos de productores más protestaron el 17 de febrero en Abiyán quemando granos de cacao frente a las oficinas de la UE y reclamaron que se levanten las sanciones y que termine la esclavitud económica que sufren los campesinos.
"Tenemos miedo de que un genocidio velado arrase con la población, pues el cacao es el vínculo más importante en la economía del país", señaló Georges Bléhoué Aka, presidente del consejo nacional de expertos de la BCC.
Numerosos productores cuestionan a la comunidad internacional porque no impuso sanciones similares a la castaña de cajú y al algodón, productos del norte del país, pero sí contra el café y el cacao, del sur.
Funcionarios de la UE en Costa de Marfil no quisieron hacer declaraciones al ser consultados por el asunto.
Costa de Marfil produce 1,2 millones de toneladas de cacao al año que, junto con el café, representa 48 por ciento de los ingresos operativos, indicó la aduana marfileña. Además es el sustento directo o indirecto de seis millones de personas, de las 17 millones que tiene el país.