Hasta hace unos meses, la mayoría de los serbios no sabían que Montevideo era la capital de Uruguay, pues muy pocas cosas vinculan a Serbia con ese país.
Más de medio millón de serbios tienen muy claro ahora dónde está la capital de Uruguay gracias a la película "Montevideo, God Bless you" (Montevideo, Dios te bendiga).
En Serbia, con 7,5 millones de habitantes y apenas 70 salas de cine, el filme motivó la reapertura de varios y logró ser difundido en gimnasios para más de 1.600 personas en las localidades de Nis o Kragujevac.
Es ya la película más popular de Serbia por la cantidad de espectadores.
"No es una película cualquiera", dijo a IPS el conocido crítico y director de cine, Dinko Tucakovic.
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"Montevideo, God bless you" es una historia muy bien adaptada sobre el esfuerzo y el éxito de jóvenes serbios entusiastas reunidos por un objetivo que parecía imposible en las primeras décadas del siglo XX: destacarse en el fútbol, un deporte entonces novedoso, y armar un equipo para la primera copa mundial de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA), celebrada en 1930 en Montevideo.
Lograron su sueño en la capital uruguaya, la ciudad del "fin del mundo", como la llaman los jugadores en la película, al salir terceros en el torneo, detrás de Argentina. El campeón mundial de ese año fue Uruguay.
Fue una de las grandes hazañas futbolísticas de la hoy disuelta Yugoslavia. Pero el equipo estaba integrado sólo por jugadores serbios.
La película se basa en el libro del conocido periodista deportivo Vladimir Stankovic. El filme histórico y costumbrista ofrece una visión nostálgica del Belgrado de los años 30.
El público puede ver las calles de adoquín del desaparecido barrio de Cubura, la llegada de la electricidad y el nacimiento de la radio. Además aparecen automóviles modelo Ford T y florecen los cabarés en el centro.
Los protagonistas son jóvenes simpáticos, de familias comunes, con aspiraciones y fuertes ambiciones. Pero a medida que avanza el filme, lo que define el papel de las figuras principales es el compañerismo, la fe, el honor y el respeto, además del patriotismo.
"Es una película que nos recuerda los valores de décadas pasadas", dijo a IPS el psicólogo Zarko Trebjesanin, al comentar que el público fue sobre todo joven.
"Fue muy impresionante para los jóvenes ver que no hay violencia, ni las atrocidades de la guerra, ni el materialismo que prevalece en la vida moderna", añadió.
Toda una generación de jóvenes serbios creció con la guerra, en la pobreza y en el aislamiento de los años 90, tras la desintegración de la antigua Yugoslavia, cuando colapsó el sistema de valores tradicionales de esta sociedad.
Luego, la dolorosa transición a la economía de mercado no trajo las mejoras ni la prosperidad esperadas, lo que causó desconcierto y resignación en la población.
"La película habla de una joven y ambiciosa Serbia, que quiere cambio, prosperidad y afirmación", dijo a IPS el escritor Ljubomir Simovic. "Gustó mucho porque nos recuerda el grado de civilización que nos vimos obligados a olvidar y que ya no podemos tener. También nos cuenta una historia valiosa de esfuerzos para pasar de ser una comunidad pequeña y hermética a otra moderna y de vanguardia", añadió.
Para jóvenes como Mladen Josipovic, de 23 años, y sus amigos, fue una "oportunidad de vislumbrar cómo era Belgrado en los años 30. No sabemos de nada de aquella época y hay pocas personas que puedan contarte cómo era", añadió.
Mirjana Jakovljevic, de 55 años, quería ver "algo sin la violencia ni la guerra que nos rodeó durante tantos años. Hay muchas cosas sobre las que tenemos que pensar y no sólo la guerra, la pobreza y la delincuencia", añadió.
El director y los productores de "Montevideo, God bless you" se encuentran en Uruguay haciendo arreglos para filmar una secuela de la película, que se concentrará en el campeonato mundial de 1930.