UGANDA: Siembra homofobia y cosecharás muertes

El asesinato de un importante activista por los derechos de gays y lesbianas volvió a poner sobre el tapete la fuerte homofobia en Uganda, fomentada por evangélicos conservadores y avalada por la ley.

David Kato era el rostro del grupo Minorías Sexuales de Uganda (SMUG), que realizaba una campaña contra la polémica Ley Anti-Homosexualidad. Fue asesinado el 26 de enero.

La prensa internacional, gobiernos extranjeros y activistas por los derechos de los homosexuales consideran que la muerte de Kato es consecuencia del imperante clima de homofobia en Uganda, algo que el gobierno niega.

El inspector general de Policía, Kale Kayihura, insistió en que el crimen no tuvo relación alguna con su activismo, y señaló que simplemente fue resultado de una discusión privada.

«Las circunstancias que rodean este incidente no tienen nada relacionado con la campaña de Kato contra el proyecto de Ley Anti-Homosexualidad en el Parlamento», dijo Kayihura días después de que el asesinato se hiciera público.
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Uganda tiene leyes «anti-sodomitas» que castigan las relaciones homosexuales con hasta 14 años de prisión, y ahora se discute esta nueva norma que permitiría aplicar la pena de muerte.

La policía inicialmente consideró la muerte de Kato como parte de una ola de crímenes cometidos por matones en el área de Mukono, cerca de Kampala, donde decenas de personas han sido atacadas por bandas armadas con barras de hierro en los últimos dos meses.

«El asesinato fue un acto de bandidaje», dijo en conferencia de prensa el ministro de Información y Orientación Nacional, Kabakumba Masiko.

El crimen «no fue organizado por quién era… El gobierno está haciendo todo lo necesario para asegurar que los que mataron a Kato sean llevados a la justicia», aseguró.

Sin embargo, activistas por los derechos humanos tienen otra opinión. Señalan que no es coincidencia que el asesinato de Kato ocurriera apenas un mes después de que su rostro apareciera en la tapa de un tabloide local llamado Rolling Stone (sin conexión alguna con la revista estadounidense del mismo nombre) que publicó un artículo sobre «Los 100 principales homosexuales» de Uganda y con el título secundario: «¡Cuélguenlos!»

En un comunicado de prensa poco después de la declaración de la policía, los activistas escribieron: «La comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales se unen para condenar el asesinato de David Kato y llaman al gobierno, a la sociedad civil y a las comunidades locales a proteger a las minorías sexuales en toda Uganda».

David recibió amenazas de muerte desde que su rostro fue publicado en el tabloide, que pidió su muerte y la de «todos los homosexuales».

El abogado de Kato señaló que el activista temía por su seguridad antes de ser asesinado, y lo había alertado a la policía.

Pero el gobierno y grupos conservadores consideran que atribuir el asesinato de Kato a la homofobia es una estrategia de la comunidad gay y sus partidarios extranjeros para convertirlo en mártir.

En medio de una acalorada guerra de palabras entre conservadores y activistas, la policía arrestó a Enock Nsubuga, quien confesó haber cometido el asesinato.

Nsubuga, un ex convicto de 22 años, hizo la confesión ante un tribunal en Mukono. Dijo haber asesinado a Kato porque lo incitó a mantener prácticas homosexuales a cambio de apoyo material y financiero que nunca se concretó.

«El sospechoso estaba trabajando en el jardín de Kato en el momento en que se produjo la muerte del activista», dijo el jefe de Policía. «Según el sospechoso, Kato, de 46 años, le prometió dinero para que tuviera sexo con él, pero Kato nunca cumplió con su promesa», indicó Kayihura.

«El sospechoso luego tomó un martillo que estaba en el baño y golpeó fatalmente a Kato. El ataque no fue un crimen de odio, como se informó ampliamente, sino que se originó por el deseo del sospechoso de obtener dinero de Kato», añadió.

No obstante, Kayihura instó al público y a pastores evangélicos opuestos a la homosexualidad a mostrar sensibilidad hacia la comunidad gay del país. «Dejen de participar de campañas extremistas que puedan ser interpretadas de otra manera», dijo.

Pero si la policía esperaba que la confesión de Nsubuga acabara con la polémica, se decepcionó por completo.

Activistas cuestionan la veracidad de las declaraciones de Nsubuga, y señalan que fueron diseñadas para presentar una imagen negativa de la comunidad gay.

«Las razones de Nsubuga para asesinar a Kato lo muestran como un ser humano engañoso. También es mostrado como alguien que usaba promesas para hacer que Nsubuga hiciera cosas que no quería hacer», dijo un funcionario de SMUG.

«Esto es consistente con los mensajes de homófobos que acusan al movimiento por los derechos de los gays de usar regalos y dinero para atraer a jóvenes estudiantes a la homosexualidad. Esto no es así. Es un intento calculado de manchar el nombre de Kato incluso en su muerte y presentar aun más al movimiento gay en Uganda con una luz negativa», añadió.

Activistas dicen que Nsubuga es un chivo expiatorio del gobierno para distraer la atención y evitar el escrutinio de la comunidad internacional.

Val Kalende, del grupo por los derechos de los gays Freedom and Roam Uganda, insistió en que el gobierno no podía lavarse las manos en este caso.

«La muerte de David es resultado del odio sembrado en Uganda por evangélicos estadounidenses en 2009. El gobierno ugandés y los llamados evangélicos deben asumir la responsabilidad por su sangre», afirmó.

* Este artículo fue primero publicado en Street News Service

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