La libertad de expresión, de reunión y de prensa son los principales triunfos de la llamada Revolución del Jazmín en Túnez, según un importante economista, escritor y figura de la oposición en ese país africano. Pero aún hay por delante grandes desafíos.
"Ni siquiera los políticos pudieron haber imaginado la profunda hambre de democracia que tenía el pueblo", dijo Mahmoud Ben Romdhane, autor del libro "Tunisie: Etat, économie et société" ("Túnez: Estado, economía y sociedad") y uno de los principales oradores en la 17 Feria Literaria del Magreb (Maghreb des Livres), que terminó el 6 de este mes en París
"Los tunecinos han mostrado que la democracia no es un valor extranjero", dijo Romdhane a IPS. "Han demostrado que nuestra necesidad de libertad y nuestros valores de derechos humanos no son menos importantes que en las democracias establecidas".
Romdhane fue uno de los escritores invitados a la feria literaria, que atrajo a más de 5.000 personas y donde se analizaron los levantamientos populares en el norte de África.
La feria se concentra cada un año en un país particular del Magreb. Esta vez, en coincidencia con los acontecimientos políticos, la nación elegida fue Túnez, donde protestas populares derrocaron al régimen del presidente Zine el-Abidine Ben Ali. Manifestaciones similares agitan hoy a Egipto.
[related_articles]
Unos 30 de los 132 escritores que participaron de la reunión procedían de Túnez, y otros representaban a Marruecos, Argelia y comunidades magrebíes de Francia. A último momento, los organizadores añadieron una sesión al programa, titulada "Túnez: recuperando el mundo", que contó con una importante concurrencia.
"Pueden ver en televisión y leer en los diarios que la libertad ha resurgido", dijo Romdhane. "La revolución tuvo éxito en destruir un régimen tiránico, que se pensaba era imposible echar abajo, y obtuvimos la liberación de todos los prisioneros políticos, incluyendo los escritores".
No obstante, alertó que los problemas tunecinos no desaparecerían en el corto plazo. Por ejemplo, señaló que el desempleo entre universitarios era de más de 30 por ciento a nivel nacional, y llegaba a casi 60 por ciento en Sidi Bouzid, donde comenzaron las protestas luego de que un vendedor callejero se inmolara el 14 de diciembre.
"Miles de graduados están dejando las universidades y no hay trabajo para ellos", señaló Romdhane.
Él y otros escritores subrayaron que un sólido crecimiento económico será uno de los factores necesarios para que el nuevo gobierno tenga éxito y apuntale las libertades civiles.
El economista dijo además a IPS que la libertad de prensa debía ser parte de los cambios para que la nueva administración sea aceptada por la población.
Grupos de derechos humanos ya han acusado a las autoridades de seguridad del gobierno interino de llevar adelante esporádicas acciones represivas contra medios de prensa.
El partido opositor Tajdid, al que pertenece Romdhane, tiene un ministro en la nueva administración, pero eso "no implica que apoyemos al actual gobierno", aclaró.
La Federación Internacional de Periodistas (FIP), con sede en Bruselas, denunció varios ataques a trabajadores de prensa en Túnez desde la caída del régimen de Ben Ali. Uno de los casos involucra a un fotógrafo francés maltratado cuando filmaba a policías golpeando a un joven.
"Creo que es muy pronto para decir que las cosas cambiaron por completo", dijo a IPS el jefe de derechos humanos e información de la FIP, Ernest Sagaga.
"En el terreno sí, hemos visto cambios, incluyendo promesas del nuevo régimen de respetar la libertad de prensa y abstenerse de interferir en los asuntos de los medios. Pero este gobierno es todavía muy débil", añadió.
La organización internacional de escritores PEN dijo recibir con agrado la noticia de "la liberación de los periodistas, bloggers y otros prisioneros políticos tunecinos, luego de las protestas que terminaron con el gobierno de 23 años de Ben Ali".
No obstante, la organización, que ha realizado campañas durante muchos años a favor de escritores y periodistas detenidos, dijo esperar un "pleno reconocimiento de la libertad de expresión y de reunión en Túnez".
"Éste es uno de esos momentos extraordinarios en los que existe apertura porque el presidente y su familia se han ido", dijo por teléfono a IPS el presidente de PEN, John Ralston Saul.
"Pero todavía está en una fase interina en la que las personas de buena voluntad trabajan por el cambio, en tanto que a otras les gustaría mantener elementos del viejo régimen. Escritores tunecinos saben que deberán estar vigilantes ara asegurar que los resultados finales no sean similares a los del régimen (de Ben Ali). No podemos ser románticos sobre esto", señaló.
El grupo además alertó que activistas opositores, escritores y periodistas en Yemen y en Siria estaban en riesgo de ser perseguidos.