Sudáfrica pierde interés en integración regional

Una disputa sobre el reparto de los ingresos en la unión aduanera más antigua del mundo amenaza con descarrilar el proceso de integración económica en África austral.

Los jefes de Estado de la SACU cortan el pastel en le celebración del aniversario de la unión. Crédito: Servaas van den Bosch/IPS
Los jefes de Estado de la SACU cortan el pastel en le celebración del aniversario de la unión. Crédito: Servaas van den Bosch/IPS
Los problemas internos en la Unión Aduanera de África Austral (SACU) el año pasado ingresaron a una nueva fase. Un estudio sobre el reparto del fondo común del bloque propone una radical revisión en la que Sudáfrica recibiría más dinero, mientras que los demás miembros, Botswana, Lesotho, Namibia y Swazilandia (llamados países BLNS), deberían obtener aun menos.

En algunos casos, esta disminución es significativa. En el estudio comisionado por la SACU al Centro Australiano para la Economía Internacional se propone una reducción de los recursos para Swazilandia de nueve a tres por ciento para 2019.

Botswana en el mismo periodo pasaría de 17 por ciento a un escaso 6,7 por ciento, mientras que la parte de Namibia disminuiría de 15 a nueve por ciento. Sólo Lesotho vería un magro incremento, de 8,5 a nueve por ciento.

Sudáfrica, que en este momento recibe menos de 50 por ciento, obtendría 72 por ciento del fondo común.
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Si bien es improbable que la propuesta sea aceptada en la forma actual, fue bien recibida por Pretoria. Sudáfrica se ha lamentado de la presión que el actual sistema ejerce sobre su tesoro público, mientras que los países BLNS usan sus respectivas porciones para llenar sus arcas.

El poderoso Congreso de Sindicatos Sudafricanos ha condenado en forma abierta el uso de los ingresos de la SACU para "actividades extravagantes en Swazilandia, como la compra de autos lujosos para el cumpleaños del rey", Mswati III.

Los sudafricanos insisten en que el dinero debe ser usado para el desarrollo, mientras que los países BLNS defienden su parte de los ingresos, arguyendo que es una justificada compensación frente al enorme espacio político y económico que ocupa Sudáfrica.

"La insistencia de Sudáfrica en colocar el dinero en proyectos de desarrollo bien puede ser interpretada como otra iniciativa para abrir mercados para su industria", dijo Sanusha Naidu, directora del programa sobre potencias emergentes africanas de la red Fahamu. "Sudáfrica necesita dejar en claro que respeta la soberanía de otros miembros" de la unión aduanera, señaló.

Esta es una gran preocupación en la región, donde la dominación sudafricana es cada vez peor vista. Podría dañar el frágil proceso de integración en la Comunidad para el Desarrollo de África Austral (SADC).

La disputa en la SACU podría tener un amplio impacto, alertó Naidu. "No se trata solamente de compartir ganancias. El resultado de este proceso afectará la forma en que los países de la SADC estructuren los aranceles o introduzcan barreras comerciales", señaló.

Por otra parte, es poco probable que la SACU acepte que eventuales nuevos miembros se beneficien del actual acuerdo de reparto de ingresos, como señaló Roman Grynberg del Instituto de Análisis de Políticas de Desarrollo de Botswana, en un artículo de opinión en la prensa sudafricana.

En ese sentido, una exitosa reforma de la SACU sería un requisito previo para que la unión aduanera se extienda a toda la SADC.

La SADC está integrada por Angola, Botswana, Lesotho, Malawi, Mauricio, Mozambique, Namibia, República Democrática del Congo, Sudáfrica, Swazilandia, Tanzania, Zambia y Zimbabwe.

"La confrontación en la SACU se venía venir de hace tiempo", opinó Paul Kruger, investigador del independiente Centro de Derecho Comercial de África Austral, con sede en Ciudad del Cabo.

"La integración en la región dependerá del resultado de este proceso, pero los políticos sudafricanos ven con irritación a la SACU y a sus mecanismos de negociación", señaló.

"Sudáfrica está cada vez menos interesada en una unión aduanera de la SADC. Los otros países están a favor de la idea debido a las transferencias que actualmente ven la SACU", agregó.

En todo caso, Sudáfrica muestra más interés por un área de libre comercio entre la SADC, el Mercado Común para África Oriental y Austral y la Comunidad de África Austral, señaló Kruger.

Esto le daría a Pretoria los beneficios de un comercio liberalizado sin el dolor de cabeza de administrar una unión aduanera. "Sudáfrica ha descubierto que una unión aduanera no es necesaria para acceder a los beneficios de la liberalización y de la eliminación de las barreras", indicó.

La agenda exterior de Pretoria cambió desde la creación del grupo India, Brasil y Sudáfrica (IBSA) y la invitación a sumarse al BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Ahora parece más interesada en proyectarse como "la puerta a África" para sus socios internacionales.

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