Las iniciativas de algunos gazatíes de replicar las manifestaciones populares de Egipto, Túnez y Yemen ponen nervioso al gobierno de Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica).
Algunos funcionarios promovieron una marcha oficial en solidaridad con los manifestantes de Egipto, pero cuando un pequeño grupo de periodistas y bloggers organizaron una aparte, seis mujeres y ocho hombres fueron detenidos. Dos de ellas conocidas por ser críticas de las autoridades, fueron golpeadas.
"Me enteré de la manifestación por Facebook y decía que era en apoyo a la revolución del pueblo egipcio. Me interesaba formar pare de algo, ayudarlos de alguna forma", recordó Mahmoud, quien no quiso dar su nombre completo por seguridad.
"El gobierno organizó una gran manifestación el viernes, y la mayoría de las organizaciones se unieron, pero muchos jóvenes no pertenecen a ninguna facción. No quería formar parte de eso. Sólo hacer propio", añadió.
Pero al llegar a la plaza del Soldado Desconocido, donde se concentran la mayoría de las manifestaciones en Gaza, "de la nada, un oficial vestido de civil me agarró de la mano y me dijo ven conmigo. Me empujó hacia un jeep y me acusó de protestar contra él. Te voy a dar una lección", relató. "Creí que nos iban a golpear", añadió.
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Mahmoud cree que no lo golpearon porque tiene un familiar que es funcionario del gobierno. Fue liberado varias horas después, tras vendarle los ojos e interrogarlo. Le confiscaron el teléfono, que le fue devuelto a los dos días.
El 28 de enero apareció una página de Facebook llamando a realizar una revolución en Gaza y proponiendo una protesta contra Hamás el 11 de este mes.
Nadie sabe quien está en la organización, pero funcionarios del Fatah, al frente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que controla Cisjordania, pidieron reiteradas veces a Maan News que cubrieran la iniciativa. Cuatro días después se creó otra página en Facebook llamando a realizar una revolución Ramalah y expulsar al presidente Mahmoud Abbas.
Samah Ahmad el-Rawagh, quien trabaja en una organización de derechos humanos, dijo que participará en la manifestación de este viernes 11, pese a las detenciones y golpes recibidos por algunos manifestantes en enero.
"No participo en la organización de la actividad, pero no tengo problemas en participar y expresar mi opinión. Todavía la vida supimos que teníamos un enemigo, la ocupación israelí", señaló Samah.
"Pero ahora tenemos dos enemigos, la ocupación y la separación entre Gaza y Cisjordania. Nuestro reclamo es que se termine la división y fijar una fecha de elecciones para que se respeten nuestros derechos de jóvenes y elegir gobernantes que nos representen", añadió.
"Lo que ocurrió antes no nos va a asustar. Creo que la juventud puede hacer cambio y somos más de la mitad de la población. Está en nosotros", indicó.
No se puede saber el resultado de las protestas, pero de lo que no hay dudas es de las dificultades que padecen los gazatíes. La frontera entre este territorio palestino y Egipto está sellada, se interrumpieron las importaciones de combustibles y cientos de personas no pueden recibir atención médica ni reunirse con sus familiares.
Con la revuelta popular de Egipto, las personas que solían contrabandear combustible huyeron a sus casas o se fueron a protestar. El contrabando disminuyó a su punto más bajo cuando se intensificaron los enfrentamientos entre la población del norte de la península del Sinaí y las fuerzas de seguridad.
Gaza necesita 800.000 litros de gasóleo, de los cuales 200.000 son para la principal planta de energía, y 300.000 litros de gasolina al día, señaló Mahmoud al-Shawa, presidente de la junta de directores de la Autoridad de Recursos Naturales y Energía de Palestina. Sólo llegaba la mitad, aun antes del inicio de la revuelta en Egipto.
La mayor parte del combustible entra de contrabando por los túneles que conectan este territorio con Egipto, pues el que llega de Israel no sólo es poco, sino que es demasiado caro para la mayoría de los gazatíes.
"Un litro de gasóleo de Egipto cuesta 45 centavos de dólar, mucho menos que 1,66 centavos que sale el de Israel", señaló Al-Shawa.
"Le pido al primer ministro Salam Fayyad, designado por la ANP, y al Abbas que eliminen los impuestos para que la población pueda comprar gasolina. Hace cuatro años que Gaza soporte el bloqueo israelí y la gente no tiene trabajo", añadió.
La Autoridad tuvo que racionalizar el combustible en las 29 estaciones dispensadoras para frenar el pánico y controlar los precios, pero al funcionario le preocupan especialmente los hospitales, los orfanatos y empresas importantes como las panaderías y las avícolas.
"Tenemos un grave problema. Le pido al mundo y a Estados Unidos que se acuerden de Gaza. Habrá un desastre si no hacemos nada", alertó.
Antes del 30 de enero, el cruce de la ciudad fronteriza de Rafah estaba abierto cinco días a la semana para los extranjeros y los palestinos que circulan para recibir atención médica, visitar familiares y estudiar. Se iban unos 400 gazatíes y regresaban unos 200 al día. Ahora la terminal está vacía, se fueron todos los funcionarios y empleados.
"Hay miles de personas que no puede salir ni entrar de Gaza", señaló el médico Ghaza Hamad, responsable del Departamento de Frontera y Paso fronterizo.
"Entre los que necesitan cruzar hay personas enfermas de cáncer u otras enfermedades graves y las que están en El Cairo u otras ciudades egipcias suelen haber terminado el tratamiento y no pueden pagarse un hotel ni alquilar una casa. Es necesario abrir la frontera, al menos de forma parcial", insistió.
La situación en Egipto es demasiado peligrosa como para tener personal trabajando y abrir la frontera, explicó a Hamad un enlace con el que finalmente pudo hablar.