ALTIBAJOS DE LOS PRECIOS DE LAS MATERIAS PRIMAS: UNA TENDENCIA HISTÓRICA EN ACELERACIÓN

Los productores de materias primas están cosechando nuevamente los beneficios del aumento de los precios, en particular gracias a grandes importadores como China, y están formalizando cada vez más su integración en las cadenas globales de valor de los productos primarios. Hay, asimismo, un creciente reconocimiento de que, adecuadamente manejados, los recursos obtenidos pueden resultar una importante herramienta en la lucha contra la pobreza.

Al mismo tiempo hay serias preocupaciones sobre la evolución de los mercados de materias primas en los recientes años. Desde mediados del 2010, los precios de las commodities han experimentado, por segunda vez en 3 años, una extremada volatilidad, lo que está exacerbando los problemas para los productores, los comerciantes y los consumidores.

La volatilidad es una característica inherente de los mercados de materias primas, pero las magnitudes de volatilidad que hemos visto recientemente apuntan a distorsiones especulativas, especialmente en el petróleo. Asimismo, tiene enormes impactos negativos en grupos vulnerables, como familias de países en desarrollo cuyos gastos en alimentos pueden superar el 80% de sus ingresos. .

El oro, el azúcar y el algodón alcanzaron los precios más altos en 30 años. Recientemente, el índice de productos agrícolas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) llegó a sólo un punto por debajo de su nivel máximo alcanzado en 2008. Por cierto, siguen invariadas desde el primer episodio en 2008 algunas características de los actuales encarecimientos, tales como el papel jugado por la financiación de las materias primas agrícolas y las actividades de algunos fondos de commodities, que buscan manipular los precios.

No obstante, otras características son diferentes. El año pasado fue testigo de inundaciones en Pakistán, incendios en Rusia y sequías en otras áreas del mundo que han tenido un significativo impacto en los precios del trigo y del algodón.

Las miopes políticas de respuesta a tales eventos por parte de algunos gobiernos, incluyendo sus prohibiciones de exportaciones, agravaron los aumentos.

Las materias primas continúan proporcionando la mayor fuente de ganancias y de empleo para países dependientes y constituyen su principal fuente de divisas. Asimismo, proporciona el sustento a 2.300 millones de personas, principalmente a agricultores pobres, a menudo con alto porcentaje de participación de mujeres. Sin embargo, en tanto los países buscan recuperarse de la crisis económica de 2008-9, uno quizás debería ser cuidadoso para distinguir entre la producción de materias primas agrícolas que emplean una mayor cantidad de mano de obra y muchas commodities no agrícolas.

Pese a una contracción en el comercio de materias primas y a una caída en los precios en 2008-9, la tendencia histórica es hacia un incremento de la demanda, especialmente en áreas de alto crecimiento en el mundo en desarrollo. Satisfacer esa demanda de un modo sostenible, mientras se asegura un suministro suficiente y predecible, plantea desafíos significativos. Asegurar tal ambiente previsible es también necesario para hacer frente a los problemas agudos de seguridad alimentaria y energética, especialmente en sectores de pobreza extrema con potencial para la intranquilidad social y política. Una creciente y cada vez más joven población en el mundo en desarrollo, asociada con lo que hasta ahora ha sido una recuperación que no ha aminorado el desempleo y una falta de protección social en muchos de esos países, no soportará fácilmente futuros aumentos de precios.

Los altibajos de los precios de las materias primas han sido una característica regular de los mercados del sector durante generaciones. Sin embargo, el reciente fenómeno del encarecimiento de todas las commodities ha comenzado a determinar el establecimiento de ciertas políticas restrictivas en los países, en su esfuerzo por diversificar su sector de materias primas. Cuando los recursos y los mercados de materias primas son bien manejados y regulados, los riesgos de la volatilidad de los precios pueden ser disminuidos y ello puede ser atestiguado por varios ejemplos de países que lo lograron, tales como Botswana, Mauricio y Brasil. Esos países han usado exitosamente innovaciones tecnológicas para diversificar y mejorar sus sectores de materias primas.

Para comenzar a enfrentar algunas de estas cuestiones es esencial movilizar el apoyo y el dialogo entre gobiernos, líderes comerciales y expertos en la economía de materias primas. (FIN/COPYRIGHT IPS)

(*) Supachai Panitchpakdi es el Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

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