Por lo menos 11 personas murieron en enfrentamientos en el marco del histórico referendo en el que Sudán del Sur decide si escindirse o no del norte.
El mayor general Gier Chuang Aluong, ministro del Interior de Sudán del Sur, dijo que 10 personas que intentaban llegar a su lugar de votación fueron asesinadas el lunes en una emboscada.
El anuncio sobrevino este martes, en el tercer día de la consulta popular. Se elige entre dos papeletas: una que muestra una mano solitaria, que apoya la independencia, y otra con dos manos tomadas, a favor de la unidad.
Se cree que combatientes de la tribu misseriya están detrás del último ataque, que tuvo lugar en Kurdufan, en lado norteño de la disputada región.
«Los misseriya como tribu pertenecen a un país, a un Estado y a un liderazgo. Alguien debe asumir la responsabilidad y rendir cuentas sobre lo que ha ocurrido», dijo Aluong, insistiendo en que el norte debe declararse culpable.
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Mohammad Wad Abuk, veterano miembro de los nómades árabes misseriya, negó toda participación en el ataque.
«Esto es mentira, los misseriya no atacaron a ningún convoy. El Movimiento Popular de Liberación de Sudán sólo quiere explotar la situación en el área para crear confusión», dijo, refiriéndose al partido dominante en el sur.
El último ataque tuvo lugar cuatro días después de enfrentamientos entre los nómades misseriya, la policía del sur y jóvenes, en la disputada región fronteriza de Abyei.
EL TERCER DÍA
Los observadores temen que esta última oleada de malestar pueda desatar más luchas en medio de un referendo que podría haber sido pacífico. Abyei es el punto más disputado entre el norte y el sur, tras una guerra civil de dos décadas que dejó dos millones de muertos.
A Abyei, donde hay depósitos de petróleo, le habían prometido su propia consulta popular sobre la autodeterminación. Pero todavía es incierto si seguirá siendo parte de Sudán o se unirá a un sur independiente.
Es probable que los siete días de elecciones en el sur de Sudán arrojen un resultado abrumadoramente favorable a la independencia, y el presidente Omar al-Bashir dijo que dejará que el sur, rico en petróleo, se escinda de modo pacífico.
La proporción de concurrencia a las urnas en los primeros dos días del acto electoral dejaron a muchos sureños confiados en que estaban en el camino correcto para alcanzar el umbral de 60 por ciento fijado en 2005 por el Completo Acuerdo de Paz para que el referendo sea válido.
Se espera que los resultados preliminares sean anunciados el 7 de febrero, previendo cinco días para apelaciones, antes de divulgar los resultados definitivos el día 14.
El sur de Sudán es una de las zonas más pobres del mundo. Toda la región cuenta con apenas 50 kilómetros de carreteras pavimentadas.
Sin embargo, la mayor parte del petróleo sudanés está en el sur, mientras que los oleoductos que se dirigen hacia el mar atraviesan el norte, vinculando económicamente a las dos regiones.
Bashir también declaró haberle dicho al ex presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981) que el norte asumiría toda la deuda de Sudán, de casi 38.000 millones de dólares, si el sur decidía independizarse.
Carter, que actualmente se desempeña como observador internacional en el país africano, dijo que, «de algún modo, el sur de Sudán está iniciando una cuenta nueva en materia de deuda».
Sin embargo, Emad Sayed Ahmed, portavoz de la presidencia sudanesa, negó esto en un comunicado difundido por la agencia estatal de noticias.
Bashir simplemente le dijo a Carter que dividir la deuda no ayudará ni al norte ni al sur, porque ambas partes carecen de los recursos para hacer los pagos necesarios, señaló Ahmed en el comunicado.
La oficina de Bashir sostuvo que intentar dividir la deuda entre el norte y una posible nueva nación en el sur no tendrá ninguna utilidad, porque el futuro estado no podrá pagarla.
El comunicado planteó que la deuda de Sudán tendrá que ser resuelta de manera conjunta, agregando que «es responsabilidad del norte, del sur y de la comunidad internacional».
