En pleno verano en la capital de Paraguay, María Moreno y Saturnina Gómez, dos jubiladas de 78 y 72 años respectivamente, aprovechan para zambullirse en los secretos de la informática, al acogerse a una de las iniciativas para acortar la brecha digital en este país sudamericano.
Moreno y Gómez son dos de las alumnas de un taller de alfabetización tecnológica desarrollado por el no gubernamental Colectivo de Mujeres 25 de Noviembre, como parte de un proyecto de la Red de Mujeres Ciudadanas en Cooperación al Desarrollo y la Igualdad de Género.
Paraguay es uno de los países latinoamericanos donde las tecnologías de información y comunicación (TIC) tienen menos penetración, pero con la particularidad de que hay más mujeres que hombres con acceso a Internet, según las últimas estadísticas.
Iniciativas como estos talleres buscan que se adueñen de las teclas y del ciberespacio grupos de mujeres especialmente marginados de la era digital. Para ello, el Colectivo replica experiencias positivas ya en marcha en sus vecinos Bolivia y Uruguay. "Buscamos que las mujeres se informen, opinen y ejerzan su ciudadanía" a través de las TIC, dijo a IPS Olivia Cano, instructora del taller.
Las jornadas de formación son gratuitas y se realizan en un Nuevo Centro del Conocimiento del Colectivo, en el centro de Asunción. "Quiero actualizarme y aprender", explicó Moreno a IPS, mientras abría ventanas a páginas digitales con destreza recién aprendida. Al igual que Gómez, cuyos nietos viven en Brasil, su interés inicial giraba en torno a los recursos de Internet que le permitan comunicarse con sus familiares en el extranjero. Pero ahora ambas quieren ir más allá.
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Una motivación distinta es la de Mabel Segovia, de 31 años, empleada pública que desea ampliar sus conocimientos sobre herramientas digitales, para mejorar su desempeño profesional.
Las tres pasaron a engrosar un colectivo aún exclusivo: el de las paraguayas cibernautas. Del total de 6,2 millones de habitantes del país, solo 740.000 tiene acceso a Internet. de los cuales 47,3 por ciento son hombres y 52,6 por ciento mujeres.
Así se desprende de la Encuesta Permanente de Hogares de la Dirección General de Encuestas, Estadísticas y Censos, con base en datos de 2009.
"Esto puede implicar que hay un mayor acceso de las mujeres a la información, oportunidades de formación y trabajo", explicó a IPS Carmen Vallejo, experta en género del Programa de las Naciones Unidas para Desarrollo (PNUD) en Paraguay.
Sostiene que si estos datos se incrementan, las proyecciones pueden contribuir a equiparar el porcentaje entre hombres y mujeres con acceso a la formación, el trabajo y los cargos públicos de decisión.
Según Cano, en Paraguay no existen estudios específicos con respecto a la participación de las mujeres a las nuevas tecnologías de información, pero sí varias iniciativas que apuntan al mismo objetivo.
Una de las experiencias que incluye la perspectiva de género es impulsada por la Asociación Trinidad, con telecentros (espacios públicos con equipamiento necesario) en funcionamiento en Asunción y otras tres ciudades del país, para el uso de tecnologías para la alfabetización e inclusión digital.
Kuña Róga (casa de la mujer en guaraní) desarrolla otro proyecto en la sureña ciudad de Encarnación. Un bus especialmente equipado recorre los barrios de menores recursos económicos para que las mujeres reciban formación. Otro aporte es el del Equipo Feminista de Comunicación, que promueve el uso de las tecnologías de la información como herramienta para apoyar campañas e iniciativas para la promoción de la igualdad de género.
Mientras, el gobierno del izquierdista moderado Fernando Lugo desarrolla un plan piloto orientado a demostrar cómo las TIC impactan positivamente en iniciativas con perspectiva de género de pequeña y gran escala.
Las protagonistas del proyecto son las tejedoras de Ao Poí (tejido tradicional), de la localidad de Yataity, en el sureño departamento de Guairá.
Las artesanas están organizadas en asociaciones y cooperativas dedicadas a la confección de diferentes prendas, que hasta ahora deben comercializar a través de intermediarios por carecer de mecanismos para la venta directa.
"Ahí surge la propuesta de utilizar las TIC, con un portal en Internet como herramienta para promocionar el producto", explicó a IPS Nicolás Pereyra, asesor de Políticas en TIC de la Presidencia de la República.
Pereyra explicó que el proceso no es simple, pues implica que las artesanas utilicen adecuadamente la tecnología, trabajen con agentes externos en la parte logística y mantengan la calidad del producto.
Paralelamente a la promoción del Ao Poí, el portal serviría de promoción de los atractivos de la zona, donde se ubican los tres picos más altos del país.
El proyecto piloto forma parte del Plan Director de las TIC, que pretende convertirlas en un eje estratégico para el desarrollo sostenible del país.
A nivel regional, según datos de 2006 de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Paraguay presenta el porcentaje más bajo de usuarios de Internet del Mercado Común del Sur (Mercosur), con 4,1 por ciento, frente a 24,4 por ciento de Uruguay, 22,5 por ciento de Brasil y 20,9 por ciento de Argentina.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) precisa que para que las mujeres tengan igualdad de oportunidades con los hombres en el ámbito del saber, también es fundamental la enseñanza específica orientada hacia las nuevas tecnologías.
Esta formación podría representar un medio rápido para que las mujeres consigan independencia económica y mejores condiciones de trabajo. Además, considera necesario incrementar el número de mujeres jóvenes que cursen carreras universitarias en las ramas científicas y técnicas.
En ese aspecto a Paraguay le queda mucha brecha que acortar. Los registros de la Facultad de Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción dan cuenta de grandes desbalances por género en las carreras relacionadas con las TIC.
En 2007, de la carrera de Ingeniería en Informática egresaron 100 por ciento hombres, en Programación de Computadoras, 61 por ciento hombres y 39 por ciento mujeres y en Análisis de Sistemas Informáticos, 57 por ciento hombres y 43 por ciento mujeres.
Una excepción llamativa es la de carrera de Ciencias de la Información, creada en 2007, en la cual la matrícula es de 20 por ciento hombres y 80 por ciento mujeres.
En el taller del Colectivo, las participantes, en tanto, siguen avanzando con sus manos cada vez más seguras sobre el "mouse" hacia la paridad digital. "Me costó al principio, pero ahora le perdí el miedo y puedo pasar horas navegando", confió Saturnina Gómez.