La divulgación de actas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) registradas a lo largo de una década de negociaciones de paz con Israel puede asestar un golpe letal a la credibilidad de Estados Unidos en el proceso de paz de Medio Oriente, según expertos de Washington.
Se trata de una investigación realizada por la cadena qatarí Al Jazeera que también difundió el periódico británico The Guardian. Su publicación se inició el domingo y continuará hasta el miércoles.
Al revelar las enormes concesiones que la ANP estaba dispuesta a hacer a cambio de un Estado independiente, los más de 1.600 documentos que se dan a conocer ahora probablemente perjudiquen más la ya débil imagen del presidente Mahmoud Abbas ante los propios palestinos.
"Es probable que esto dé un golpe mortal a un proceso de paz liderado por Estados Unidos, que ya estaba con respirador artificial, y acelere el fin de la ANP, creada por los acuerdos de Oslo de 1993", escribió Nadia Hijab, del Instituto para los Estudios Palestinos en Washington, en la edición del lunes del Financial Times.
"Es una cáscara cada vez más hueca, que pronto puede desaparecer de un soplido. Los vientos llegan desde Túnez", continuó, en referencia al derrocamiento, a mediados de este mes, del presidente Zine el Abidine Ben Ali, en el poder desde 1987.
[related_articles]
"Palestina puede ser la siguiente", agregó.
Aunque los funcionarios estadounidenses dijeron que no pensaban que estuviera por colapsar la ANP, sí admitieron que la filtración masiva marca un serio retroceso para el cumplimiento de su objetivo de hacer que Abbas y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu reanuden las negociaciones directas.
La ANP ha intentado sembrar dudas sobre la autenticidad de los documentos.
A los funcionarios de Estados Unidos también les preocupa que las revelaciones hagan que a Washington le resulte más difícil persuadir a Abbas y a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de retirar o enmendar una resolución pendiente en el Consejo de Seguridad de la ONU que condena los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén oriental, señalando que violan las Convenciones de Ginebra.
El gobierno del presidente Barack Obama ha insinuado que vetará la resolución aunque su contenido sea consistente con las políticas de Washington y con su última posición oficialmente declarada sobre la ilegalidad de las colonias.
Los patrocinadores de la resolución esperan que ésta se presente ante el Consejo poco después de una reunión que el 6 de febrero mantendrá el cuarteto para Medio Oriente, integrado por Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la propia ONU.
"Luego (de las revelaciones), me temo que Abbas no tiene más opción que adoptar una línea dura para preservar su apoyo interno", dijo a IPS un funcionario del gobierno a condición de no dar a conocer su identidad.
"Él no puede echarse atrás en esto aunque quiera", agregó.
Los documentos palestinos, que se divulgan en medio de las continuas repercusiones de la filtración masiva del sitio web Wikileaks, indican, entre otras cosas, que la ANP estaba dispuesta a permitirle a Israel anexar prácticamente todos los asentamientos judíos creados en Jerusalén oriental desde la guerra de 1967.
Un documento cita al negociador palestino Saeb Erekat diciendo que su pueblo está preparado para darle a Israel "la mayor Ierushalaim de la historia judía". Ierushalaim es la palabra hebrea que designa a Jerusalén.
Allí también se detalla una presunta propuesta palestina para crear un comité conjunto con Israel a fin de asumir la custodia de Haram al-Sharif, uno de los sitios sagrados del Islam, ubicado en la parte antigua de Jerusalén. Se trata de una concesión que el entonces presidente de la ANP Yasser Arafat (1994-2004) rechazó durante las infructuosas conversaciones de paz de 2000 en Camp David.
Los documentos difundidos hasta ahora también sugieren que la ANP estaba dispuesta a a abandonar sus reclamos ante los principales asentamientos israelíes en Cisjordania, e incluso aceptar un desigual acuerdo de traspaso de tierras con Israel.
Además, se señala que ante las reticencias a los reclamos israelíes sobre dos colonias clave —Ma'ale Adumim y Ariel— a cambio de tierras, la ex secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos Condoleezza Rice advirtió a los negociadores palestinos: "Ustedes no tendrán un Estado".
Aunque los documentos cubren el periodo de Camp David hasta cerca del actual impasse en torno a los esfuerzos de Estados Unidos por persuadir a los palestinos de reanudar las conversaciones directas sin requerir un congelamiento de la actividad de los asentamientos judíos, muchos se centran en el último año del gobierno de George W. Bush (2001-2009), cuando Abbas estaba directamente comprometido con el entonces primer ministro israelí Ehud Olmert (2006-2009).
También sugieren que los palestinos estaban mucho más inclinados a transigir que sus contrapartes israelíes, y que Washington —ya sea en los gobiernos de Bill Clinton (1993-2001), Bush u Obama— ha presionado invariablemente a los palestinos, de modo más duro que a los israelíes.
"Los documentos muestran que el incuestionable apoyo de Estados Unidos a Israel principalmente dio confianza a los israelíes para que continuaran esperando y recibiendo aún más concesiones de los palestinos, al tiempo de absolverlos de toda presión real para hacer un acuerdo realmente", observó Matthew Duss, experto en Medio Oriente del Center for American Progress.
Según él, la divulgación de las actas palestinas expuso a la última década de esfuerzos como "poco más que un proceso de rendición".
Americans for Peace Now y J Street, dos organizaciones pacifistas judeo-estadounidenses, dieron la bienvenida el lunes a la difusión de estos documentos, considerándolos una nueva evidencia de que, contrariamente a lo que sostiene Israel, los palestinos han estado más dispuestos a hacer la paz.