La estrategia de enviar más soldados a Afganistán parece ser para Washington la única forma efectiva y viable de estabilizar ese país asiático, pero desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se escuchan voces de rechazo.
"No soy experto en cuestiones militares, pero esa no es la solución a la situación de Afganistán", dijo el representante especial de la ONU en Afganistán, Staffan de Mistura, al ser consultado por IPS sobre la forma de alcanzar la paz.
El diplomático sueco informó el miércoles al Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en ese país de Asia central. De Mistura insistió en la necesidad de encontrar una solución política y añadió que es imperioso evitar víctimas civiles para que la paz efectiva.
La postura de De Mistura sobre la forma de resolver el conflicto en Afganistán fue compartida por varios de los diplomáticos que tomaron la palabra en la sesión del Consejo de Seguridad.
Uno tras otro remarcaron que el diálogo político, la reconciliación nacional e iniciativas de desarrollo son la clave.
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"El éxito no depende de las operaciones militares", dijo el representante mexicano Claude Heller. La situación en Afganistán requiere de un gran esfuerzo en materia de desarrollo y protección de los civiles que pierden la vida por ataques de ambos bandos.
Diplomáticos de Brasil, Francia e Irán, entre otros países, señalaron que cada vez más civiles sufrían por el prolongado conflicto y que había que tomar medidas efectivas para facilitar la transición de poder a las autoridades afganas, prevista para 2014.
En la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), realizada en noviembre en Lisboa, se acordó esa fecha para la transición y también que, antes y durante el proceso, la comunidad internacional tendría que intensificar la ayuda para que Afganistán pueda reconstruirse.
Ese país "necesita el apoyo sostenido de la comunidad internacional", señaló Wang Min, representante alterno de China en la sede de la ONU. Pero las iniciativas para lograr la paz, la reconciliación y el desarrollo deben "estar encabezadas y pertenecer a los afganos", añadió.
Muchos diplomáticos también coincidieron en que Afganistán también necesitaba recurrir a sus vecinos para mejorar la situación económica y social, muy deteriorada.
El representante de Irán señaló que estaba a favor de la idea de incentivar la cooperación regional para reconstruir el país, pero que la prolongada presencia de efectivos extranjeros dificultaba la tarea de los vecinos de Afganistán para tomar medidas.
"Ya pasaron nueve años desde que las fuerzas de Estados Unidos y de la OTAN invadieron el país. El principal objetivo de la incursión militar fue eliminar el terrorismo", señaló el representante iraní Eshagh Alehabib. "Pero es muy difícil evaluar los logros obtenidos hasta ahora así como las perspectivas de futuro", añadió.
"Incluso en la nueva estrategia militar, el gobierno de Estados Unidos tiene algunas dudas sobre el logro de sus objetivos", añadió Alehabib.
En alusión a la creciente cantidad de víctimas civiles, Alehabib preguntó si "se puede considerar la situación actual como un logro de las fuerzas militares".
La representante de Estados Unidos en la ONU, Rosemary DiCarlo, defendió la estrategia de Washington en Afganistán. "Pusimos un freno al Talibán", señaló. "Pero es un logro todavía está frágil", reconoció.
Las fuerzas afganas asumirán todo el control de la seguridad en 2014, dijo DiCarlo al Consejo de Seguridad. Pero aclaró que el proceso de transición será gradual.
"Es una estrategia de transición, no de salida", remarcó.
Desde que Estados Unidos invadió Afganistán, en octubre de 2001, casi 20.000 afganos fueron asesinados y alrededor de 500.000 heridos, según la organización iCasualties.org, antes conocida como Iraq Body Count.
Las fuerzas internacionales, encabezadas por Estados Unidos, perdieron 2.100 soldados en ataques del movimiento islamista Talibán en estos nueve años de guerra, de la que no se vislumbra un fin inminente, coinciden numerosos analistas.
Es probable que en 2011 haya más víctimas civiles, alertó la semana pasada el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en un comunicado divulgado desde Kabul.
"Nos preocupa cada vez más el conflicto. Se propaga y recrudece y seguramente haya otro año de enfrentamientos con graves consecuencias para la población civil", reza la declaración emitida el miércoles 15 de este mes por la oficina en Afganistán del presidente de la CICR, Reto Stocker.
Los muertos y heridos civiles no han dejado de aumentar en los últimos dos años y las comunidades han tenido que tomar partido por alguno de los bandos, añadió la organización.