Hace casi 12 meses, cuando la ONU declaró 2010 Año Internacional de la Biodiversidad, las ambiciosas metas trazadas parecían augurar un fracaso de la iniciativa. Pero ahora que este año llega a su fin, expertos ven progresos y tienen razones para el optimismo.
La inauguración en enero pasado del Año Internacional de la Biodiversidad fue vista con escepticismo por gran parte de la comunidad internacional, que consideraba poco realista la meta asumida por la Unión Europea (UE) en 2003 de poner fin a la aniquilación regional de especies para diciembre de 2010.
Sin embargo, ambientalistas y expertos en biología alemanes califican este año de un éxito.
«El propio hecho que la ONU (Organización de las Naciones Unidas) designara a 2010 Año Internacional de la Biodiversidad fue una fuerte señal y una advertencia, que llevó a muchos líderes mundiales a actuar para proteger la flora y fauna en la Tierra», dijo a IPS Josef Settele, jefe biólogo del Centro Helmholtz para Investigación Ambiental (UFZ, por sus siglas en alemán).
El UFZ es el principal centro alemán de investigación sobre biodiversidad. Settele, experto en conservación y en biología evolucionaria, es editor del «Atlas de riesgos de la biodiversidad» publicado por el instituto, único en su clase.
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Settele admitió que el estado actual de la biodiversidad es preocupante. Solo en Alemania, más de 40 por ciento de todas las especies registradas en el país son consideradas en riesgo.
«La situación general de la biodiversidad es preocupante», dijo Settele. «La UE fue demasiado ambiciosa al formular el objetivo de detener la destrucción de biodiversidad para 2010. Es muy improbable que se cumpla esa meta».
Sin embargo, varias iniciativas importantes han sido lanzadas este año para proteger la flora y fauna, como el acuerdo sobre biodiversidad de la ONU en la central ciudad japonesa de Nagoya y la presentación del nuevo informe sobre Economía de los Ecosistemas y Biodiversidad (TEEB), ambos en octubre.
Con el informe TEEB, señaló, «la importancia económica de los bienes naturales del mundo ahora están firmemente en el radar político. Este estudio muestra el enorme valor económico de los bosques, del agua dulce, de los suelos y de los arrecifes de coral, así como los costos sociales y económicos de sus pérdidas».
Como ejemplo, Settele señaló el valor económico de las abejas. «Gracias al TEEB, ahora sabemos que, cuando las abejas polinizan la flora en el mundo, producen un enorme valor económico», dijo.
El TEEB estimó que la polinización mundial realizada por las abejas en 2005 equivalió a un valor económico de 153.000 millones de euros (unos 200.000 millones de dólares).
En la décima Conferencia de las Partes de la Convención sobre Diversidad Biológica, celebrada en octubre en Nagoya, líderes mundiales aprobaron medidas clave para proteger la biodiversidad, como la meta de eliminar para 2030 todos los subsidios a prácticas agrícolas y de pesca que aniquilan la flora y fauna. Estas subvenciones llegan a 670.000 millones de dólares en todo el mundo.
Kai Frobel, profesor de geología y ecología en la alemana Universidad de Bayreuth, elogió la conferencia de Nagoya como un importante paso hacia la protección internacional de la biodiversidad.
Frobel dijo a IPS que la implementación de esas medidas constituye una prueba de fuego a la voluntad política de los líderes europeos para cumplir sus propios compromisos ambientales.
Los subsidios oficiales para la agricultura y la pesca europea constituyen la mayor parte del presupuesto de la UE, y deben ser revisados antes de 2013. «Veremos si los gobiernos de Francia y Alemania están dispuestos a seguir gastando el dinero de los contribuyentes para financiar la destrucción de la naturaleza», dijo Frobel.
El científico también elogió la decisión en Nagoya de incluir pautas para regular el acceso a los bienes de la naturaleza y compartir equitativamente sus beneficios. Según una cláusula, los países industrializados deben pagar a las naciones en desarrollo cada vez que utilizan sus recursos biológicos, incluyendo material genético.
Además, el acuerdo de Nagoya establece la expansión de nuevas áreas protegidas. «Todas esas medidas constituyen un claro progreso hacia la protección de la biodiversidad», destacó Frobel.
No obstante, subrayó que las palabras deben traducirse en acciones.
«Las medidas deben ser implementadas», alertó. «Hasta ahora, el acuerdo de Nagoya constituye solamente una declaración vinculante de intenciones. Nagoya sólo será un éxito si las medidas que acordaron los líderes mundiales allí en octubre pasado son efectivamente puestas en práctica».
El científico teme que la biodiversidad desaparezca de la agenda política el año próximo. «En 2011, la UE deberá negociar su política agrícola para después de 2013, y por tanto el tema de la biodiversidad estará presente en Europa», afirmó. «De otra manera, la biodiversidad no dominará la agenda política como lo hizo en 2010».
Frobel llamó a sus colegas en todo el mundo a promover la protección de la diversidad biológica. «La biodiversidad debe convertirse en una parte integral de los planes de estudio en la educación elemental, para enseñarle a las generaciones más jóvenes que aprecien el valor social y económico de la flora y fauna», sostuvo.
«Las personas también deben darse cuenta de que el cuidado de la biodiversidad no significa proteger alguna especie en particular, sino de los ecosistemas completos», añadió.
* Este artículo es parte de una serie de reportajes sobre biodiversidad producida por IPS, CGIAR/Bioversity International, IFEJ y PNUMA/CDB, miembros de la Alianza de Comunicadores para el Desarrollo Sostenible (http://www.complusalliance.org).