Aborígenes indios se oponen a acuerdo contra deforestación

Defensores de los bosques y organizaciones indígenas de India se sumaron a la nueva polémica en las negociaciones sobre cambio climático: la inclusión en un nuevo acuerdo mundial del proyecto de Reducción de Emisiones de Carbono Causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD).

Bosque de Costa Rica. Crédito: Germán Miranda/IPS
Bosque de Costa Rica. Crédito: Germán Miranda/IPS

El proyecto esencialmente brinda apoyo financiero y técnico a países en desarrollo, tanto para prevenir la deforestación como para regenerar bosques.

La captura de carbono resultante ayuda a reducir las emisiones totales de gases invernadero, causantes del recalentamiento planetario, además de lograr una forestación sostenible y detener la degradación de tierras.

Éste se convirtió en uno de los temas más polémicos en la 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 16), que se celebra del 29 de noviembre al 10 de este mes en esta sudoriental ciudad mexicana.

La deforestación causa la desaparición anual de 13 millones de hectáreas en el mundo y genera la emisión de unas 1,5 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2) o 20 por ciento de las emanaciones globales de dicho gas, uno de los principales responsables del incremento de la temperatura planetaria.
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Activistas y grupos aborígenes indios discrepan con el borrador del proyecto, rebautizado REDD+, que expresa ambigüedad sobre el uso de plantaciones agroindustriales y sobre la categorización de las tierras. Esto último podría afectar los derechos de las comunidades, protegidos por la Ley de Derechos de Bosques de India.

Nueva Delhi apoya firmemente el proyecto. En diciembre de 2008, presentó un documento ante la Convención, titulado «REDD, administración sostenible de los bosques, forestación y reforestación».

El gobierno indio ahora propone usar el REDD+ como parte de su «Misión India Verde» para restaurar 20 millones de hectáreas de tierras y crear bosques en los próximos 10 años, por un costo aproximado de 10.000 millones de dólares. Esto, arguye, le permitiría secuestrar 43 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.

India además tiene previsto crear una agencia nacional coordinadora del REDD+.

Pero la experta en bosques y derechos tribales Madhu Sarin criticó al gobierno por incluir en el mismo paquete a todas los tipos de tierras, desde plantaciones de coco a bosques, cultivos industriales, comunitarios o privados.

Alertó que la biodiversidad de las áreas involucradas y el sustento y posible desplazamiento de las comunidades dependientes de los bosques deberían ser considerados.

«Sin aclarar quién tendrá derecho a participar o no en mercados de carbono y sin mencionar los derechos comunitarios sobre los bosques, la Misión India Verde parece tener el objetivo de recoger fondos del REDD+ para apropiarse de plantaciones en tierras comunitarias en nombre de una mayor cobertura» forestal, dijo Sarin en el India Enviromental Portal, sitio web de noticias del Centro para la Ciencia y el Ambiente, auspiciado por el Ministerio de Ambiente y Bosques.

Una coalición de organizaciones indias emitió una declaración de protesta contra el apoyo de Nueva Delhi al REDD+. Entre los grupos se destacan el Foro Nacional de Pueblos del Bosque, la organización Trabajadores del Bosque y grupos por los derechos de las tribus de 13 estados.

La carta subraya los «peligros» del REDD+, como negarle los derechos de los pueblos indígenas sobre sus tierras y sus formas de sustento, excluir la participación comunitaria y permitir ocupaciones de tierras por intereses privados comerciales.

Pero el Ministerio de Ambiente subraya que «las comunidades locales estarán en el corazón de la implementación» del REDD+, y que «el Gram Sabha (organismo gubernamental para las aldeas) será la institución encargada de supervisar la aplicación de la Misión», según un folleto oficial presentado días antes del inicio de la COP 16.

El Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR, por sus siglas en inglés) también considera al REDD+ como una de las mejores opciones para reducir las emisiones de dióxido de carbono.

Aunque admite que la comunidad científica se ha concentrado hasta ahora principalmente en detectar, reportar y verificar las emisiones de carbono causadas por la deforestación, sin prestar la debida atención a los impactos sociales de los programas como el REDD+, aseguró que éste podría mejorar el sustento de las comunidades.

(FIIN/IPS/traen-rp/ka/wd ap en kp vt fe/10)

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