La empresa estatal de energía de Namibia anunció que avanzaban los planes para construir una serie de represas hidroeléctricas en la parte baja del río Orange a fin de hacer frente a la demanda creciente.
El director de NamPower, Paulinus Shilamba, dijo a IPS que se está terminando el estudio de un proyecto presentado por la empresa sudafricana Clarkson Power, con la que el año pasado firmaron un memorando de entendimiento.
El proyecto de Energía Hidroeléctrica del Bajo Orange incluirá nueve represas que generarán entre 90 y 120 megavatios. NamPower espera producir 45 megavatios con las dos primeras centrales, señaló Shilamba.
"Vamos a desarrollar el proyecto en dos etapas. Los dos primeros sitios se construirán en 2013", apuntó.
El programa prevé que el agua sea desviada a lo largo de 70 kilómetros de túneles subterráneos y cinco kilómetros de canales para hacer funcionar las turbinas y producir electricidad, señaló la publicación de Internet Engineering News, al comentar el llamado a licitación.
[related_articles]
Namibia necesita unos 477 megavatios de energía en los periodos de mayor consumo, indicó Shilamba. Ahora se importa de los países vecinos la mitad de esa cantidad.
"Necesitamos más energía porque la economía sigue creciendo con las nuevas minas que necesitan mucha electricidad", explicó.
El proyecto "requerirá de una gran inversión que comenzará a dar sus frutos dentro de 20 a 30 años. Es mejor invertir en una represa porque a la larga los gastos son mínimos. En la actualidad gastamos millones y millones de dólares al año importando electricidad", apuntó.
"En Ruacana, la gran represa del río Kunene en el norte del país, sólo pagamos el mantenimiento, reparaciones y regalías. No es nada caro", añadió.
El proyecto no tendrá consecuencias negativas para el río, dijo a IPS Lenka Thamae, secretario ejecutivo de la Comisión de la Cuenca del Río Orange-Senqu (Orasecom, por sus siglas en inglés).
Los otros tres países que comparten el importante sistema hídrico de África del sur, Botswana, Lesotho y Sudáfrica, fueron consultados sobre los planes de desarrollo.
El uso que se haga en la parte alta del río no afectará la generación de energía en las nuevas centrales hidroeléctricas, precisó Thamae.
"La cantidad de agua y el caudal dependen del funcionamiento de las represas de la parte alta del río. Se suele trabajar en conjunto cuando hay proyectos de generación eléctrica en la parte baja", señaló.
De hecho, "la presencia de centrales río arriba asegura más agua que cuando no hay nada porque concentran y almacenan el recurso. El sistema regulado es mucho mejor", explicó Thamae.
"Puede haber problemas si el agua se usa para irrigar, pero no es el caso, la mayoría de los ríos de la pare alta se usan para la generación de energía", añadió.
La Orasecom encargó un estudio sobre las situaciones que se puedan presentar en materia de disponibilidad de agua debido al recalentamiento global.
"Queremos saber de qué forma el cambio climático afectará a los ríos, que partes tendrán más o menos lluvias antes de poder asesorar a los países miembro. Nos preocupa mucho que pueda haber escasez porque es un río muy usado con fines industriales", añadió.