Bangladesh: cómo mantener controlado al sida

Es uno de los países más pobres del mundo, tiene una baja tasa de alfabetización, recibe a un gran número de inmigrantes y está al lado de al menos dos naciones con considerables poblaciones con VIH/Sida. Sin embargo, Bangladesh mantiene a raya la enfermedad.

"Existen varios factores que hacen a este país altamente vulnerable a casos de VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida)", dijo Muhammad Abdur Rahman, jefe del Programa Nacional contra el Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual.

"Creo que la clave de este éxito ha sido la decisión del gobierno de actuar como catalizador y reconocer a las ONG (organizaciones no gubernamentales), que tienen la verdadera capacidad para implementar los programas contra el VIH/Sida", señaló.

Bangladesh tiene hoy registradas a 1.745 personas con VIH, aunque se estima que en realidad llegarían a poco menos de 7.500. De todas formas, la prevalencia del virus en este país con 164 millones de personas es menor a uno por ciento.

En comparación, la vecina India tiene 2,31 millones de habitantes infectados con VIH, y Birmania, fronteriza con Bangladesh, 240.000.
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El sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) puede transmitirse por contacto sexual (a través de secreciones vaginales y seminales), por contacto sanguíneo (al compartir agujas infectadas o realizar transfusiones no controladas) y de forma vertical, esto es, de la madre gestante al hijo durante el embarazo, el parto o el puerperio.

Expertos coinciden en que, a diferencia de sus vecinos, que no prestaron atención a la enfermedad hasta que se convirtió en un gran problema, Bangladesh lo reconoció en forma temprana y actuó de inmediato para limitar su propagación.

El sector público y el privado en este país han coordinado durante décadas fuertes redes de prevención.

"Hay muchos socios que asumen las responsabilidades del Estado y actuaron tempranamente, particularmente trabajando con los grupos" de la sociedad civil, dijo Habiba Akter, director ejecutivo de la Sociedad Ashar Alo, organización dedicada a temas de VIH/Sida.

Rahman subrayó la importancia de contar en Asia meridional con medios electrónicos e impresos como "importantes socios para crear conciencia" sobre la enfermedad.

El gobierno, por su parte, creó cursos obligatorios sobre VIH/sida en colegios secundarios.

"Hay una conciencia general (sobre la enfermedad) entre la población, especialmente entre los jóvenes, que son los más vulnerables al contagio del VIH", señaló el periodista y activista Mustafiz Shafi.

Además, las poblaciones cuyo comportamiento es considerado de alto riesgo, como los adictos a las drogas intravenosas, los trabajadores sexuales y sus clientes, son seguidas de cerca.

"Tenemos un muy buen sistema para reportar cualquier enfermedad, especialmente en fábricas de vestimentas y otras similares donde trabajan jóvenes", señaló Rahman.

"Hay clínicas designadas donde los enfermos pueden recibir tratamiento gratuito o hacerse exámenes si se reportan enfermos", añadió. "A todas estas clínicas se les pide que envíen información sobre cualquier señal de comportamiento peligroso y aconsejen (a los pacientes) que se realicen voluntariamente exámenes de VIH".

"El gobierno tiene un fuerte sistema de vigilancia y evaluación sobre el VIH/Sida en todo el país", aseguró Rahman.

Un importante componente del sistema de vigilancia al VIH/Sida en este país es la red de alrededor de 150 ONG que coordinan y reportan con regularidad los nuevos casos detectados a la base central de datos en la capital.

Este sistema también ayuda a las personas diagnosticadas con la enfermedad a contactarse con la organización más cercana para recibir asesoramiento y ayuda.

"Era como estar en el regazo de mi madre", dijo un vendedor callejero ayudado por la Sociedad Ashar Alo poco después de enterarse de que tenía VIH. "Las primeras sesiones de consejería, educación y apoyo fueron muy útiles, ya que yo estaba casi perdido".

La organización fue de las primeras en Bangladesh en lanzar programas contra el VIH/Sida en todo el territorio. Entre otras, trabaja por los derechos de las personas infectadas, incluyendo el derecho a la seguridad social.

No obstante todo esto, tanto el gobierno como las ONG saben que no pueden estar satisfechos con lo hecho hasta ahora.

El caso del vendedor callejero es un ejemplo de la necesidad de estar vigilantes. Pobre y analfabeto, este hombre era también adicto a drogas intravenosas.

En la última investigación realizada en 2007 se constató que la prevalencia del VIH entre los drogadictos había aumentado a siete por ciento, contra 1,4 por ciento en 2000.

Y si bien bangladesíes de todos los sectores han oído hablar del VIH/Sida, todavía persisten muchas falsas ideas.

"Yo creo que una persona con el virus debe permanecer puertas adentro ya que puede transmitirlo al tener contacto con otras", opinó Mohammad Siadullah, un verdulero de 35 años.

"Es mejor alejarse de las personas que llevan el virus", dijo por su parte una trabajadora del hogar de 24 años. "Si tocas su sudor o bebes del mismo vaso puedes contraer el virus", afirmó.

Tasnim Azim, del Instituto Internacional de Investigación sobre la Salud, alertó que las personas con VIH/Sida en Bangladesh están muchas veces en riesgo de no recibir atención médica.

"Necesitan desesperadamente atención médica accesible y confiable", señaló. "En este momento, las clínicas y hospitales no están abiertos a proveer servicios sobre todo si requieren intervención quirúrgica, aunque sea menor".

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