La comunidad judía de Estados Unidos se vuelve más escéptica sobre el desempeño del presidente Barack Obama y exige acciones más firmes contra Irán, según una nueva encuesta.
Se trata de la última de una serie de investigaciones anuales elaboradas por el Comité Judío Estadounidense (ACJ, por sus siglas en inglés) desde hace más de una década.
La encuesta, que entrevistó a 800 personas que se autoidentificaron como judío-estadounidenses, también constató una caída en el apoyo al manejo de Obama de las relaciones entre Estados Unidos e Israel, respecto de ocho meses atrás, cuando el AJC publicó su último estudio.
En marzo, 55 por ciento de los consultados habían expresado su aprobación al desempeño de Obama en sus relaciones con Israel, y sólo 39 por ciento lo desaprobaron. Pero en la última encuesta, el apoyo al mandatario en ese campo cayó a 49 por ciento, y la reprobación creció a 45 por ciento.
Mientras, el respaldo de la comunidad judía a eventuales acciones militares contra Irán, "para evitar que desarrolle armas nucleares
si la diplomacia y las sanciones fallan", creció de 53 a 59 por ciento desde marzo, mientras que el rechazo a esa opción cayó de 42 a 35 por ciento en el mismo periodo.
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Se trata de una clara tendencia a favor de la alternativa militar. En la encuesta de 2008, 47 de los consultados se oponían al ataque, mientras que 42 lo apoyaban.
"No creo que esos resultados sean sorprendentes, especialmente considerando la propagada islamofobia en los medios estadounidenses, el discurso constante sobre la amenaza iraní por parte de los políticos israelíes y sus partidarios aquí, y el repetido fracaso de la administración de Obama para explicar lo que está haciendo en Medio Oriente", dijo el analista Stephen Walt, de la Universidad de Harvard.
Walt es también co-autor del polémico libro "The Israel Lobby" ("El grupo de presión israelí"), de 2007.
La encuesta reveló que las posturas más belicistas de las principales organizaciones judías, incluyendo el ACJ, han ganado terreno contra las más liberales en los últimos ocho meses.
La investigación fue publicada apenas tres semanas antes de las elecciones legislativas de noviembre. En la campaña, el opositor Partido Republicano ha criticado duramente a Obama por sus tambaleantes relaciones con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu. Según las encuestas, los republicanos podrían volver a controlar al menos una de las dos cámaras del Congreso.
El presidente del ACJ, David Harris, hizo declaraciones en consonancia con el discurso republicano el martes, al afirmar que "lo más perturbador" de la encuesta era "el nerviosismo de los judíos estadounidenses sobre dos de los temas de política exterior" importantes para Estados Unidos, y la forma en que Obama respondía a ellos.
Es la primera vez que el ACJ realiza dos encuestas en un mismo año.
"Las cosas han sido muy inciertas en Medio Oriente, y nos pareció que era un buen momento para volver a considerar la amenaza nuclear de Irán, y cómo está siendo encarada, así como las relaciones entre Estados Unidos e Israel y el proceso de paz", dijo el portavoz del ACJ, Kenneth Bandler.
Además, "queríamos evaluar la opinión de cara a las elecciones" legislativas, añadió.
Esta última encuesta ofreció buenas noticias para la oposición. Un tercio de los consultados dijeron creer que "el país estaría mejor si los republicanos controlaran el Congreso". Históricamente, el apoyo de la comunidad judía a los republicanos ha sido de alrededor de 20 por ciento.
A pesar de su relativamente pequeño número (alrededor de dos por ciento de la población total estadounidense y en torno a tres por ciento de los votantes en la mayoría de las elecciones), los judíos estadounidenses son importantes donantes de las campañas políticas.
Responden por al menos 25 por ciento de todas las contribuciones financieras a las campañas nacionales, y hasta 40 por ciento de las que recibe el Partido Demócrata.
En los últimos años, los republicanos han intentado atraer ese apoyo, aunque con poco éxito.
Para cortejar a los votantes y contribuyentes judíos, subrayan su respaldo prácticamente incondicional al Estado de Israel, particularmente bajo el gobierno de Netanyahu, quien ha forjado estrechos vínculos con los neoconservadores y la derecha cristiana, que forman el ala más belicista del Partido Republicano.
La última encuesta sugiere que su estrategia podría estar dando resultados.
"Ante la pregunta de si algo puede lograr que los judíos abandonen su enfermiza adicción por el Partido Demócrata, la respuesta es: Obama", escribió la comentarista Jennifer Rubin en su blog "Contentions".
Rubin añadió que el apoyo a Obama en la comunidad judía había caído de 57 por ciento en marzo a 51 por ciento en septiembre, apenas unos pocos puntos porcentuales por encima del respaldo del público general al presidente.
"Un apoyo de 50 por ciento para un presidente demócrata entre los judíos es, francamente, terrible", dijo al semanario New York Jewish Week el politólogo Larry Sabato, de la Universidad de Virginia.
Sin embargo, la encuesta del ACJ sugiere que el desencanto judío con Obama podría tener más que ver con temas económicos que con sus políticas en Medio Oriente.
El nivel de apoyo más bajo que recibió (45 por ciento) fue cuando se consultó a los entrevistados sobre su manejo de la economía.
* El blog de Jim Lobe sobre política exterior puede leerse en at http://www.lobelog.com.