La quinta parte de los vertebrados del mundo —seis millones de formas de vida irreemplazables— están amenazados de extinción, según un estudio presentado en la 10 Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP 10).
La deforestación, la expansión agrícola, la sobrepesca, las especies exóticas invasoras y el cambio climático son causas específicas, pero el principal motor de destrucción es un sistema económico ciego a la realidad de que, sin naturaleza, no existe economía o bienestar humano, señalan los especialistas.
"Sin esfuerzos mundiales de conservación, la situación será mucho peor", dijo Simon Stuart, presidente de la Comisión de Sobrevivencia de Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en la presentación del informe, el 27 de este mes en Nagoya, Japón.
El estudio es la evaluación más exhaustiva sobre los vertebrados del mundo —mamíferos, pájaros, anfibios, reptiles y peces—, publicada el mismo día en la revista especializada Science, dijo Stuart.
Cada año, 52 especies de mamíferos, aves y anfibios avanzan entre uno y tres pasos en el camino hacia la desaparición, según el estudio, que utilizó datos de 25.000 especies de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
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Asia sudoriental sufrió las pérdidas más drásticas de los últimos tiempos, principalmente por la siembra de cultivos de exportación como la palma aceitera, así como por la extracción comercial de maderas nobles, la conversión de tierras silvestres en arrozales y la caza insostenible, concluyó la investigación.
Algunas zonas de América Central, los Andes tropicales e incluso Australia también registran pérdidas importantes, en particular debido al impacto del mortal hongo chytrid en los anfibios.
"Se está erosionando la columna vertebral de la biodiversidad", dijo el eminente ecologista y escritor estadounidense Edward O. Wilson, de la Universidad de Harvard.
"Un pequeño paso hacia la cima de la Lista Roja es un salto gigante hacia la extinción. Ésta es apenas una pequeña ventana a las pérdidas mundiales que están ocurriendo", señaló Wilson en un comunicado.
La palabra "biodiversidad", más conocida como naturaleza, se refiere a las plantas, animales y microorganismos y a sus ecosistemas, que brindan a la humanidad alimentos, medicinas, agua y aire, refugio y un ambiente saludable para vivir.
"La columna vertebral de la naturaleza está efectivamente en riesgo", dijo Julia Marton-Lefèvre, directora general de UICN, quien señaló en una conferencia de prensa en Nagoya que un tercio de todas las especies están amenazadas.
La Perspectiva Mundial sobre la Biodiversidad 3, o GBO 3, presentada en mayo, concluyó que la cuarta parte de las especies vegetales están amenazadas, los corales y los anfibios del planeta van en severo declive y la cantidad de vertebrados se redujo un tercio en los últimos 30 años.
Pese a este panorama, es muy improbable que la Unión Europea (UE) destine a la protección de la biodiversidad más fondos que los 1.000 millones de euros (1,4 millones de dólares) prometidos en septiembre en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, dijo a IPS el legislador alemán Jo Leinen.
"Estamos recortando nuestros presupuestos, así que será difícil ofrecer fondos adicionales aquí", dijo Leinen, quien encabezó la delegación de europarlamentarios a Nagoya.
Leinen preside el Comité de Ambiente del Parlamento Europeo y dirigió una sesión sobre selvas del foro celebrado en Nagoya por la Organización Global de Legisladores para el Equilibrio Ambiental (Globe, por sus siglas en inglés).
El grupo urgió a la UE a efectuar compromisos de largo plazo para que los fondos estén disponibles cada año a lo largo de la próxima década, sostuvo Leinen.
Japón, anfitrión de la COP 10, prometió 2.000 millones de dólares en un plazo de tres años.
Pero según la UICN, la financiación pública y privada para conservar la biodiversidad debería elevarse de los actuales 3.000 millones de dólares anuales a 300.000 millones de dólares. No sorprende que este asunto sea uno de los más espinosos para llegar a un acuerdo antes de que termine la COP 10, este viernes 29.
El hecho de que más de 100 ministros de Ambiente hayan llegado a Nagoya no es necesariamente esperanzador, pues la mayoría están por debajo en la jerarquía ministerial que sus pares de Economía o Finanzas.
Incluso el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, reconoció esta realidad en la apertura del segmento ministerial de la COP 10.
"La biodiversidad no es un accesorio. Preservar ecosistemas y salvar especies no son lujos para los ricos. La conservación y el desarrollo pueden ir de la mano. Nuestro hábitat y nuestro planeta no se merecen menos", dijo Zoellick a los delegados.
El Banco Mundial dedicará esfuerzos a financiar la protección "de los servicios de los ecosistemas y la biodiversidad", anunció.
El Banco busca que la conservación de la biodiversidad se incorpore a los planes de crecimiento económico, infraestructura y superación de la pobreza. Para ello lanzó este jueves una nueva asociación mundial para ayudar a los gobiernos a integrar el valor de la biodiversidad y de los servicios de la naturaleza a sus cuentas nacionales y planes de desarrollo. "La conservación sí funciona", dijo Stuart. En los últimos años se impidió la extinción del rinoceronte blanco y de otras 63 especies, observó.
El estudio publicado en Science expone que la pérdida de especies se acentuó por la ausencia de medidas para evitarla.
El desafío es proteger las especies y los ecosistemas mientras se protegen y se potencian los medios de vida de las poblaciones locales, reconoció Stuart.