Son hombres, de múltiples sexualidades y su unión nada tiene que ver con conquistas épicas o seducciones del poder. Acaban de organizarse en Cuba para defender los derechos sexuales y el respeto a «otras masculinidades».
El Grupo de Acción y Reflexión por el Derecho a la Libre Identidad Sexual, Hombres por la Diversidad (HxD) promueve la transformación social y "tiene una línea de trabajo de corte educativo y otra de abogacía en derechos sexuales y reproductivos", anunció a IPS Alberto Roque, coordinador del colectivo.
HxD se distingue por incluir el enfoque en derechos humanos a asociaciones y espacios de su tipo en esta isla caribeña.
La agrupación navega entre la institucionalidad y la autonomía, como acontece con muchas iniciativas ciudadanas en Cuba, y tiene su sede en el gubernamental Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).
Hombres por la Diversidad tiene objetivos propios e independientes, pero aprovecha "cuestiones de orden y espacio que brinda la institución", precisó Roque.
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Su meta inmediata, abundó, es consolidarse como organización, entrar en redes sociales de Internet, participar en las celebraciones anuales por el Día Mundial contra la Homofobia que tienen lugar cada 17 de mayo, y convocar a un simposio nacional sobre derechos sexuales, que reúna a personas y grupos con fines similares.
Incidir como líderes de opinión en su entorno cotidiano, crecer personal y colectivamente en la no discriminación, realizar un observatorio sobre homofobia en Cuba y proveer de insumos sobre estos temas a los medios masivos de comunicación son algunas acciones para el futuro, según Roque, quien es médico intensivista.
Pero, enfatizó, la mirada desde los derechos humanos concentrará la mayor parte de sus esfuerzos porque en Cuba se necesita "quitar un poco el prejuicio" hacia esta categoría.
"Cuando se mencionan derechos humanos se piensa en cosas extremadamente políticas y parcializadas. Puede llegar a ser peyorativo para algunas personas", lamentó.
El prejuicio, procedente sobre todo de medios oficiales, se asocia a las denuncias contra el gobierno de la isla por la carencia de espacios para la oposición política, libertad de asociación y expresión, entre otros derechos civiles.
Fuentes oficiales, por su parte, vinculan las limitaciones al conflicto de más de 50 años con Estados Unidos.
En este contexto, HxD no es el primer grupo de su tipo que surge "apadrinado" por Cenesex. Los cursos para travestis, transgéneros y transexuales, que desde inicios de esta década han llegado a más de 500 personas, han incluido temas como empoderamiento personal y grupal.
Como resultado, en julio se propuso la creación de una red social de personas transgénero y HSH, la sigla que define a hombres que tienen sexo con otros hombres, manteniendo y reivindicando su identidad masculina.
La institución también acogió a los grupos Oremi, Fénix y Las Isabelas, formados por mujeres lesbianas y bisexuales de la capital cubana, la central ciudad de Cienfuegos y la oriental Santiago de Cuba, respectivamente.
Oremi se abre, además, a todas aquellas personas que desean aproximarse de manera "solidaria, respetuosa, amistosa y saludable" a la realidad del colectivo lésbico.
Paralelamente, y con una experiencia de 10 años, el Proyecto HSH del estatal Centro Nacional de Prevención de las Infecciones de Transmisión Sexual y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) del sida.
La actividad se centra en la prevención del VIH, porque el sida afecta a ocho de cada 10 personas diagnosticadas con el virus en el país.
Con representaciones en todas las provincias cubanas y más de 1.500 promotores voluntarios, HSH-Cuba trabaja en la sensibilización social hacia los diferentes modelos de masculinidades no heterosexuales y en subvertir la situación desventajosa de varones homosexuales o bisexuales, tradicionalmente marginados y estigmatizados.
"En los grupos anteriores el enfoque de derechos humanos no existía", recordó Roque, también presidente de la Sección de Diversidad Sexual de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad.
La docena de miembros fundadores de HxD representan una amplia gama de masculinidades. "Es inclusivo, no excluye a los hombres heterosexuales", especificó a IPS el periodista y activista gay Francisco Rodríguez.
El grupo es integrado además por bisexuales, una minoría dentro la comunidad lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros.
Para Rodríguez, la creación de Hombres por la Diversidad significa "un escalón más" en la lucha ascendente por la aceptación de la homosexualidad, que comenzó en su blog "Paquito el de Cuba" hace casi un año.
"Creo que la visibilidad de quienes tenemos orientaciones sexuales diferentes a la heterosexualidad dominante hace mucha falta en nuestro país", analizó.
HxD es el "resultado natural", según el también profesor de la Universidad de La Habana, de la primera capacitación en "Diversidad Sexual y Derechos Humanos", realizada el pasado agosto en el Cenesex.
Este curso, facilitado por Alberto Roque, contextualizó en Cuba una metodología participativa de la organización no gubernamental canadiense Equitas.
La mayoría de los participantes, hombres con aptitudes de liderazgo, decidieron al finalizar los talleres formar un grupo, que quedó oficializado este mes de septiembre.
El teólogo Yoimel González Hernández, estudioso de género y religión y miembro de HxD, calificó de relevante el mero hecho de "constituir un espacio de reflexión" sobre debates ciudadanos imprescindibles.
Desde una postura innovadora, Rodríguez deseó que la iniciativa se convierta en una "multitud: organizada, modesta, patriótica, anticapitalista, pacifista, ecologista, transversal, respetada".
A su vez, Roque planteó abordar otros enfoques necesarios como género y raza, "debates que siguen sin destaparse cómo debiera ser" en la actualidad.
La transformación que persiguen Hombres por la Diversidad implica cambios en la manera de entender estas realidades silenciadas.
"Todavía en Cuba no existe, a nivel macro social, dentro de esos grupos, un discurso político sobre la sexualidad", afirmó Roque al defender la pertinencia de nombrar estos procesos con su verdadero carácter "político y de derecho".
"No pueden reclamarse ni haber cambios sociales, si no se piensa desde las políticas y lo político", concluyó el activista gay.