La india Banita Behera sintió un nudo en la garganta cuando vio por primera vez a sus gemelas prematuras. Una pesaba 500 gramos y la otra 700. Sin embargo, parecían aferrarse a la vida con sus puños apretados. «Hay esperanza», dijo el médico.
Las hijas de Banita fueron remitidas a la Unidad de Cuidados para Recién Nacidos Enfermos, del Hospital Capital de Bhubaneswar, en el oriental estado indio de Orissa.
La niña de 500 gramos "era tan diminuta que sus órganos vitales no podían funcionar adecuadamente. Sus pulmones no podían retener el oxígeno y tampoco tenía fuerzas para mamar", recordó la enfermera Saudamini Tripathy.
Sus 14 años de experiencia le indicaban que las posibilidades de que esta bebé sobreviviera eran prácticamente nulas. Sin embargo, fue la más pequeña la que sobrevivió para llegar a tiempo a la Unidad de Cuidados. Su hermana no pudo.
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Banita, de 25 años, no es la única mujer india en sufrir la muerte de un bebé recién nacido por falta de atención médica adecuada en áreas remotas.
Cada año, alrededor de un millón de niños del país fallecen en sus primeras cuatro semanas de vida.
Estas muertes neonatales representan dos tercios de todos los fallecimientos de bebés en India, según el Sistema de Registro de Muestras de 2008, elaborado por el Ministerio de Asuntos Internos.
Alrededor de dos tercios de esas muertes se concentran en cinco estados: Madhya Pradesh (centro), Uttar Pradesh (nororiente), Rajastán (noroccidente), Andhra Pradesh (sudoriente) y Orissa.
La mayoría de ellos tienen mucha población, un escaso desarrollo y albergan a comunidades autóctonas que viven en áreas inaccesibles.
"El bajo peso al nacer, combinado con un desorden respiratorio severo debido a infecciones o al exceso de agua en los pulmones (que padecía la hija de Banita que sobrevivió), causa alrededor de 70 por ciento de las muertes neonatales en Orissa", dijo el pediatra Chhayakanta Gouda, del hospital del distrito de Koraput, donde viven muchas de las comunidades indígenas del estado.
Otras causas de muerte son la asfixia al nacer o a raíz de un trabajo de parto prolongado, septicemia e ictericia, agregó.
Hay unas 200 Unidades de Cuidados para Recién Nacidos Enfermos en los cinco estados donde la mortalidad de bebés es más alta.
Los avances son lentos. Entre 2004 y 2008, la cantidad de muertes de recién nacidos se redujo apenas de 37 a 36 por ciento por cada 1.000 nacimientos exitosos.
Unidades como la de Bhubaneswar cuentan con equipos de oxígeno, calefacción, controladores de apnea y otros aparatos.
En las cunas, que se desinfectan minuciosamente, la temperatura se mantiene a 36 grados.
Hay un enfermero por cada tres pacientes, y en cada Unidad se enseña a las madres cómo dar de mamar a sus bebés nacidos con bajo peso.
Las madres más pobres, como Banita, acceden a esas unidades por el equivalente a apenas 25 centavos de dólar, en vez de los 40 dólares que pagan las demás, en centros subsidiados por el gobierno.
Aumentar la cantidad de estas unidades es el más reciente de los esfuerzos del gobierno indio por reducir la mortalidad infantil — número de niños que mueren antes de cumplir un año, por cada 1.000 nacimientos de bebés vivos—, a fin de cumplir con sus propias metas y con el Objetivo de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio de reducir dos tercios esta cifra para 2015, en relación a las de 1990. Actualmente, esa mortalidad en India es de 53 por cada 1.000 nacimientos de bebés vivos. El gobierno aspira a reducirla a 28 por cada 1.000 para 2012.
El Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas de 2009 ubicó a India en el puesto número 134 de la mortalidad infantil entre 182 países.
Los altos costos conspiran contra la instalación de más Unidades de Cuidados para Recién Nacidos Enfermos, según los funcionarios. Una con entre ocho y 16 cunas cuesta entre 10.000 y 20.000 dólares.
Estas unidades han dado buenos resultados. De marzo a septiembre de 2009, sobrevivieron 90 por ciento de los 448 recién nacidos en estado crítico admitidos en la de Bhubaneswar.
En el área predominantemente indígena de Mayurbhanj, en Orissa, esas unidades salvaron a 85 por ciento de los 3.500 bebés admitidos entre 2007 y 2009, según datos del gobierno estadual.
Las Unidades de Cuidados para Recién Nacidos Enfermos son parte fundamental de una estrategia más amplia llamada Manejo Integrado de Enfermedades Neonatales e Infantiles.
En este programa basado en la comunidad, el hogar y los hospitales, trabajadores de la sociedad civil son capacitados en técnicas de resucitación, manejo de la hipotermia y prevención de infecciones. También se alienta la lactancia materna.
Ambos programas integran la Misión Nacional de Salud Rural del gobierno federal, que aspira a brindar centros de atención primaria a la salud que sean accesibles, baratos y efectivos.
"Todo niño o niña que no llore ni se alimente de su madre justo después de nacer y que pese menos de 2.500 gramos necesita cuidados médicos especiales. Ésa es la única manera de garantizar su supervivencia", dijo Nirmala Dei, jefa de pediatría en el Hospital Capital de Bhubaneswar.
"Mi hija nunca habría vivido sin los cuidados de las didis", "hermanas mayores", como se llama a las enfermeras, dijo Banita entre lágrimas de gratitud.
A fines de julio la bebé ya pesaba 870 gramos y lloraba para que su madre la amamantara.
Banita y las enfermeras le buscan nombre. Hasta ahora, "Campeona" es el más votado.
