Omar Khadr, capturado en 2002 por las fuerzas de Estados Unidos en Afganistán cuando tenía 15 años, es juzgado en la base de Guantánamo, el primer caso desde que Barack Obama llegó al gobierno de este país.
Además es el "primer juicio en la historia contra un niño soldado", remarcó el abogado designado por el Pentágono, sede del Departamento (ministerio) de Defensa, el teniente coronel Jon Jackson. El proceso comenzó el martes.
Khadr, canadiense de 23 años, está acusado de lanzar una granada de mano y matar a un soldado estadounidense cuando las Fuerzas Especiales de este país bombardearon un complejo de la red extremista Al Qaeda en la oriental ciudad afgana de Khost.
Ahmed Khadr, el padre de Omar, ahora fallecido, era un canadiense de origen egipcio que en los años 80, al parecer, tuvo vínculos con altos mandos de la red encabezada por Ossama bin Laden. En 1993 se mudó con su familia a Afganistán, desde donde se presume enviaba dinero a Al Qaeda.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) "pidió varias veces que ningún menor, obligado a ser niño soldado, porteador o esposa de un alto mando sea considerado responsable de sus actos y de las órdenes dadas por sus comandantes", dijo a IPS la representante especial del secretario general del foro mundial para conflictos armados, Radhika Coomaraswamy.
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También pidió que "se permita a Omar reintegrarse a la sociedad mediante los programas de rehabilitación. Se ha avanzado mucho en la materia en Canadá", añadió.
El estatuto de la Corte Penal Internacional estipula que ningún niño o niña menor de 18 años debe ser juzgado por crímenes de guerra. Fiscales de otros tribunales internacionales también usaron su discreción para no procesar menores.
Además, no existen pruebas de que Omar haya lanzado la granada, salvo las "confesiones" obtenidas en circunstancias dudosas.
El abogado de Khadr alega que fue interrogado en la base aérea de Bagram en Afganistán mientras se recuperaba de graves heridas: dos disparos de metralla en la cara y el ojo. También amenazaron con violarlo y le prometieron que volvería a Canadá si decía lo que querían escuchar, confirmó uno de los que lo interrogaron.
Los oficiales involucrados declararon en una sesión de mayo que lo habían tratado muy bien, pero admitieron haberlo amenazado e interrogado mientras se recuperaba de heridas las graves.
Los maltratos durante los interrogatorios violan las Convenciones de Ginebra, entre otras normas internacionales.
El juez militar del caso, Patrick Parish, decidió aceptar las declaraciones extraídas en esas condiciones.
Por su parte, el fiscal Jeff Groharing trata de presentar a Khadr como combatiente comprometido e informado de Al Qaeda y arguye que "comparte la ideología y la utiliza para justificar sus actividades".
En cambio, el abogado defensor sostiene que fue un menor obligado por los adultos a combatir.
La detención y el trato dispensado a Khadr son asuntos controvertidos, así como la imparcialidad de las comisiones militares.
El abogado defensor presentó una demanda a la Corte Suprema de Estados Unidos a principios de este mes alegando que las comisiones eran inconstitucionales porque ofrecían estándares de justicia inferiores a ciudadanos extranjeros, mientras los estadounidenses cuentan con la protección de un tribunal federal.
"La ONU insiste en que los menores acusados de cometer un delito deben ser juzgados de acuerdo con las normas y procedimientos que respeten y respondan a la minoría de edad que tenían cuando ocurrieron los hechos", dijo a IPS Coomaraswamy.
"Es claro que ningún tribunal militar, que yo tenga conocimiento, cumple esos estándares", añadió.
El director ejecutivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Anthony Lake, también criticó que una persona sea juzgada por crímenes de guerra que habría cometido siendo menor de 18 años.
Canadá y Estados Unidos estuvieron entre los países que convencieron al Consejo de Seguridad de la ONU para crear e implementar normas que protejan a los menores en conflictos.
"Es su responsabilidad alcanzar una solución aceptable para que Omar Khadr no sea condenado por los presuntos crímenes de guerra que cometió siendo menor", enfatizó Coomaraswamy.