Las fuerzas de seguridad de Sudán llevan a cabo una «brutal campaña de detenciones arbitrarias, torturas e intimidaciones» contra la oposición, dice Amnistía Internacional, lo que puede agravarse a menos de seis meses del referendo para decidir si el sur se escinde, o no, del norte.
"El Servicio de Seguridad Nacional e Inteligencia de Sudán (NISS, por sus siglas en inglés) participa en violaciones de derechos humanos, desde detenciones arbitrarias y presos incomunicados, asesinatos extrajudiciales y desapariciones forzadas", señala el informe divulgado el lunes por la organización con sede en Londres.
"El NISS recurre al terror para controlar a Sudán. Las agresiones contra la población llevan a los críticos del gobierno a tener miedo de ser detenidos, al acoso o algo peor", señaló Erwin van der Borght, director de programa para África de Amnistía.
El informe, "Agentes del miedo: el Servicio de Seguridad Nacional en Sudán", registra la detención de por lo menos 34 periodistas, estudiantes y activistas de derechos humanos.
Las elecciones generales de abril, signadas por denuncias de fraude, de intimidación a los votantes y de dificultades logísticas, dieron paso a una permanente violencia en la ya atribulada occidental región de Darfur.
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Unas 300.000 personas fueron asesinadas desde 2003 en el marco de los enfrentamientos entre los rebeldes y el ejército sudanés, según numerosos estudios.
Las campañas de los militares sudaneses y de las milicias árabes Janjaweed contra las tribus locales en Darfur han recibido una gran condena mundial.
Numerosos activistas temen que la violencia se agrave si la población del sur decide en enero separarse del norte.
"Si no cambian las prácticas ni las leyes de seguridad nacional de Sudán no mejorará la situación de los derechos humanos. Si se mantienen el poder del NISS y la inmunidad de sus oficiales, no terminarán las detenciones arbitrarias, los arrestos prolongados en situación de incomunicado, las torturas y los malos tratos y las muertes", señala el informe de Amnistía.
"Preocupan las extensas violaciones de los derechos humanos tras las elecciones de abril y las medidas drásticas contra la libertad de expresión, en especial a la luz del referendo de 2011 y el riesgo de que la situación empeore a medida que se acerca la fecha", añade.
El gobierno de Sudán es directamente responsable de la "cultura del NISS que habilita a la tortura y a otras graves violaciones de derechos humanos", señala Amnistía.
Si las autoridades no toman medidas enérgicas para evitar los abusos, "seguirá imperando el miedo en Sudán y los integrantes del NISS seguirán siendo agentes del terror", añade.
Los enfrentamientos entre el ejército y las fuerzas rebeldes este año dejaron cientos de personas muertas y otras desplazadas en Darfur, señala un informe de la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), con sede en Nueva York, divulgado el martes.
HRW pidió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que las fuerzas internacionales de paz refuercen la protección de la población civil y llamó a renovar el mandato de la misión de Darfur.
"La atención internacional se ha concentrado en las elecciones de abril y en el referendo en Sudán del Sur, pero Darfur sigue siendo un caos", señaló Rona Peligal, de HRW.
"Los actuales enfrentamientos y las violaciones de los derechos humanos en Darfur dejan claro que la guerra está lejos de terminarse y que la ONU debe esforzarse más para proteger a la población civil", añadió.
El mandato de la Misión de las Naciones Unidas y de la Unión Africana para Darfur (Unamid) es crear y mantener las condiciones de seguridad para que las organizaciones de derechos humanos tengan acceso a todo y proteger a los civiles ante un "riesgo de violencia inminente, dentro de sus posibilidades y en las áreas donde opera, sin perjuicio de la responsabilidad que le compete al gobierno de Sudán".
El gobierno y las fuerzas rebeldes suelen impedir a efectivos de paz patrullar algunas zonas, señala el informe de HRW.
Las violaciones a los derechos humanos suelen agravarse tras un periodo de tensión política, como ocurrió después del masivo ataque de un grupo armado de Darfur contra Jartum en mayo de 2008 y después de que la Corte Penal Internacional emitiera la orden de arresto contra el presidente sudanés, Omar al-Bashir, en julio de 2008 y luego de las elecciones de abril, señala el informe de Amnistía.
La libertad de prensa también se deterioró de forma significativa después de las últimas elecciones, en gran parte debido a la ofensiva del NISS, que derivó en la clausura de varios periódicos y en la detención de periodistas.
"La Ley de Seguridad Nacional debe ser reformada para que los agentes no tengan tanto poder para detener personas. Es necesario eliminar todas las inmunidades", remarcó Van der Borght, de Amnistía.