El énfasis y la importancia de los exámenes en el sistema educativo de China son contraproducentes, según especialistas que analizan las causas de la gran deserción escolar.
Los estudiantes deben memorizar una gran cantidad de información para aprobar los exámenes. Su futuro puede depender de ellos. El principal factor que determina quienes ingresan en universidades de elite y quien no es el "gaokao" es el extenuante examen de ingreso.
El énfasis que pone la educación en los exámenes es la principal causa de la deserción escolar, según especialistas.
En algunas zonas rurales, el abandono llega a 40 por ciento, según un estudio publicado en mayo, aunque las estimaciones del Ministerio de Educación indican que es de cinco por ciento en las ciudades y de 11 por ciento en el campo.
El estudio realizado por el Instituto de Educación Rural, de la Universidad Normal Nororiental, entrevistó a 17 jóvenes de secundaria en 14 distritos de seis provincias.
La deserción escolar puede llegar a 40 por ciento en zonas relativamente prósperas, concluye la investigación. Unas de las causas es el cansancio por la "preocupación escolar" y el desinterés por la memorización, añade.
"La educación basada en pruebas somete a los estudiantes a una gran presión", señaló Tao Hongkai, socióloga de la Universidad Normal del Centro de China.
"Los estudiantes sienten que algunos cursos son demasiado difíciles y que el conocimiento no les sirve para la vida real. Pierden interés y luego abandonan", indicó Tao, especializado en educación secundaria de Estados Unidos, dirige el centro de investigación de calidad de la educación.
Un estudio realizado en 2009 concluyó que 50,4 por ciento de los estudiantes de secundaria sufren preocupación escolar en China, lo que los especialistas atribuyen a los métodos de educación existentes, en especial la enseñanza basada en el aprendizaje de memoria y la importancia otorgada a las notas.
"La educación basada en exámenes abre las puertas del infierno", escribió en su blog Guo Zaoyang, profesor de la escuela de Huangchuan, en Lianyungang, en la provincia de Jiangsu.
Guo escribe con su verdadero nombre, lo que es raro en este país, pero no quiso ser entrevistado por IPS.
"Los estudiantes aprenden de memoria. Las escuelas de China no enseñan nada, sino que hacen que los estudiantes pierdan interés y odien aprender", añadió.
Reformar el sistema educativo se volvió una prioridad para el gobernante Partido Comunista de China (PCC). Desde mediados de los 90 se revisa el sistema de enseñanza superior con aumento de la matricula universitaria.
El Politburó del PCC, el máximo órgano de decisión del país, divulgó en junio un Perfil Nacional para un Desarrollo y una Reforma Educativa a Largo y Mediano Plazo.
El presidente Hu Jintao remarcó que la educación es clave el desarrollo social y prometió mejorar la calidad y la accesibilidad en la próxima década.
El documento, que destaca los objetivos estratégicos para 2020, promete reformar el "gaokao" y obliga a la enseñanza secundaria y a las universidades a adoptar políticas de matriculación más flexibles.
El plan prevé garantizar un acceso equitativo a la educación, al tiempo que mejora la calidad y equilibra el nivel educativo en zonas urbanas y rurales.
El gobierno central aprobó en 2009 un fondo para la educación de más de 21.000 millones e dólares. Alrededor de 28,7 millones de niños y niñas pobres recibieron asistencia financiera para poder estudiar.
El gobierno prevé aumentar la proporción del gasto en educación a cuatro por ciento del producto interno bruto para 2012, respecto del 3,48 por ciento de 2008.
"Con la promesa de aumentar el gasto público en educación y promover una distribución justa de los recursos, el plan establece una base sólida para que China se convierta en una máquina de capital humano", señaló la agencia de noticias estatal Xinhua.
"China no podrá depender más de una gran fuerza de trabajo barata para su crecimiento económico", añadió.
El plan de desarrollo del gobierno ayudará a crear una nueva filosofía de la educación en China, señaló Yang Dongping, profesor del Instituto de Tecnología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.
Los métodos de enseñanza experimentales ya están a prueba, incluido un caso en la oriental provincia de Shandong, donde los profesores dejan a los estudiantes aprender por su cuenta y sólo los ayudan si ellos se lo piden, añadió Yang, también presidente del Instituto de Investigación en Educación del Siglo XXI.
Es difícil que haya una verdadera reforma educativa en China, sostuvo Tao. Los funcionarios deben reestructurar el mismo sistema que los formó, pese a los negociados rentables que están arraigados.
"China dice tener un buen nivel educativo", señaló Tao. "Pero no es así. Creo que los profesores ni siquiera saben qué es una educación de calidad", añadió.