Siete obras integran la exhibición multimedia «Starved for Attention: The Crisis of Childhood Malnutrition» («Privados de atención: La crisis de la desnutrición infantil»), que permanecerá abierta al público hasta el 2 de julio en la Galería VII del barrio neoyorquino de Brooklyn.
La muestra es presentada por Médicos Sin Fronteras y la VII Photo Agency, y en ella se presentan obras de los fotorreporteros Ron Haviv, Marcus Bleasdale, Jessica Dimmock, Antonin Kratochvil, Franco Pagetti, Stephanie Sinclair y John Stanmeyer, quienes viajaron hacia puntos clave del mundo para documentar la crisis de la desnutrición.
En un vasto campo, un hombre de piel oscura se inclina para cortar tallos de trigo con un pequeño machete. En una aldea, una madre coloca suavemente a su bebé, envuelto en una tela azul, sobre una balanza de verduras ubicada en una clínica improvisada.
En el suelo, tres pares de manos ágiles revisan una pila de nabos en silencio. Dos niñas caminan hacia la escuela. Un bebé llora. Una madre ríe.
Estas imágenes se intercalan con estadísticas alarmantes: 48 por ciento de los niños bangladesíes menores de cinco años están malnutridos. Un tercio de la mortalidad infantil que padece el país es consecuencia directa de la severa desnutrición.
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Madres desnutridas dan a luz a niños desnutridos. Y así sucesivamente.
El cortometraje documental titulado "Bangladesh: Terrifying Normalcy" ("Bangladesh: Normalidad aterradora") fue dirigido por el premiado fotorreportero Ron Haviv, cofundador de la VII Photo Agency.
Haviv pasó dos semanas en la isla bangladesí de Bhola documentando la desnutrición aguda severa en madres y niños, causada por una combinación de inseguridad alimentaria, cambio climático y pobreza.
Cada documental presenta un vistazo sobre las vidas de los afectados por la desnutrición, desde los campamentos de desplazados en la República Democrática del Congo hasta los mercados de pescado en Burkina Faso.
La exhibición es apenas un elemento de una campaña más amplia para combatir la desnutrición infantil, un fenómeno mundial que afecta a unos 195 millones de niños menores de cinco años, 90 por ciento de los cuales viven en África subsahariana y Asia meridional.
La campaña de Médicos Sin Fronteras urge al público a firmar una petición en Internet que apoya el fin de lo que la organización describe como asistencia alimentaria de mala calidad. Ésta se brinda a los países pobres a través de donantes internacionales y contribuciones humanitarias.
La mayoría de las donaciones consisten en harinas fortificadas a base de cereales que no cumplen con los estándares nutricionales básicos para bebés y niños pequeños, según la médica experta en nutrición Susan Shepherd, de Médicos Sin Fronteras.
"Se le presta mucha más atención al alimento del ganado y las mascotas", dijo Shepherd a los más de 500 presentes en un debate que acompañó el lanzamiento de la muestra, el 2 de este mes.
La especialista urgió a la comunidad internacional a "darles a los niños lo que ellos necesitan, no las sobras".
"Traten a los niños pequeños de los países en desarrollo de la misma manera que tratarían a sus propios hijos", enfatizó.
En el panel del debate participó Biraj Patnaik, principal asesor de los comisionados de la Corte Suprema en torno al derecho a la alimentación en India, quien sostuvo que el público necesita aumentar la presión sobre los gobiernos a fin de lograr un cambio.
La desnutrición continúa transmitiéndose de generación en generación. Sin protestas públicas, el ciclo continuará.
"En todas partes, los niños necesitan la misma clase de alimentos. Necesitaremos gastar más, pero es una inversión para el futuro", dijo Patnaik.
Haviv, quien también integró el panel, explicó que reconocer la condición humana común a los niños de todas las naciones es el principal objetivo de la exhibición. Su propósito es presentar de un nuevo modo el tema de la desnutrición.
"Cada vez que hablamos sobre hambre o desnutrición con imágenes, la gente va directamente hacia las imágenes que ya ha visto, como las de Níger, Etiopía o Somalia", dijo Haviv a IPS.
"Y ésas son imágenes ciertamente importantes y dramáticas. Pero habitualmente muestran a niños escuálidos, a punto de morir", agregó.
"Hay 195 millones de historias de personas que sufren desnutrición", cifra muy superior a las que implican las situaciones de emergencia calificadas como hambrunas, dijo.
"Éstas son personas que están alrededor de todos nosotros Creo que muchas personas que no tienen hambre no piensan en eso", planteó Haviv.
Al reemplazar las imágenes comunes de la desnutrición por otras que retratan las experiencias cotidianas de individuos y familias en todo el mundo, la muestra aspira a "ponerle un rostro a las pasmosas estadísticas", dijo a IPS.
"Es un número enorme. Las historias individuales que contamos, desde países diferentes y sobre personas diferentes, convierten esto en una experiencia humana mucho más personal", añadió.
Médicos Sin Fronteras y VII creen que al humanizar el tema el público se sentirá motivado a actuar. "La esperanza es que estas voces y fotografías impulsen a la gente a firmar la petición", dijo Haviv.
Hay millones de historias sobre desnutrición infantil, afirma la campaña, señalando: "Es tiempo de reescribir la historia".