Israel tildó este martes de «hipócrita» la condena del Consejo de Seguridad de la ONU a su operación contra una flotilla internacional que llevaba ayuda humanitaria a Gaza, y que terminó con varios civiles muertos.
Después de una sesión de emergencia de 12 horas que duró hasta este martes, el organismo fue casi unánime en su crítica al Estado judío.
Sin embargo, la condena fue hecha en la forma de una declaración presidencial, y no como una resolución del Consejo, en el que Estados Unidos ejerce rutinariamente sus poderes de veto para proteger a Israel de sanciones y acusaciones de crímenes de guerra.
No obstante, eso no disuadió al canciller de Turquía, Ahmet Davutoglu, de acusar a Israel de "bandidaje y piratería".
Turquía es actualmente uno de los 10 miembros no permanentes del Consejo de Seguridad. China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia ocupan los cinco puestos permanentes con poder de veto.
[related_articles]
Las fuerzas armadas de un estado miembro de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) han cometido un grave crimen en total desprecio de los valores del foro mundial, atacando una iniciativa multinacional y civil, matando e hiriendo a muchos civiles, afirmó Davutoglu.
"Esta acción fue innecesaria y una grave violación del derecho internacional", añadió.
En términos más simples, esto equivale a bandidaje y piratería. "Es asesinato cometido por un Estado. No tiene excusas ni justificación alguna", sostuvo.
Por su parte, el portavoz de la cancillería israelí, Yigal Palmor, dijo a la prensa que la condena del Consejo de Seguridad era "hipócrita" y "precipitada".
Mientras, el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, abrió este martes la frontera de la franja de Gaza para permitir el ingreso de ayuda humanitaria, según informó la agencia estatal de ese país, Mena.
El número de muertos por el operativo israelí en aguas internacionales en la madrugada del lunes varía según la fuente. El gobierno de Israel habló de 10 víctimas fatales, pero luego señaló que eran nueve, en coincidencia con la cancillería de Turquía. La cadena panárabe Al Jazeera (con un corresponsal en la flotilla atacada) mencionaba el lunes 16 fallecidos, y este martes elevó la cifra a 19.
Hubo informes de que varios civiles asesinados eran de nacionalidad turca, y algunos de los barcos operaban con bandera de ese país. La acción israelí fue criticada por casi todos los miembros del Consejo de Seguridad, incluyendo a China, Francia, Gran Bretaña y Rusia.
Estados Unidos, sin embargo, fue más moderado y se negó a usar un duro lenguaje con uno de sus más viejos aliados políticos y militares.
El embajador adjunto estadounidense en la ONU, Alejandro Wolff, expresó su pesar por la pérdida de vidas y los heridos en el incidente, pero instó al Consejo de Seguridad a llevar adelante una creíble y transparente investigación sobre lo ocurrido.
Wolff dijo que el enfrentamiento le recordaba a una situación similar en 2008, cuando Estados Unidos había señalado que "existían mecanismos no provocativos y no polémicos para enviar ayuda humanitaria a Gaza".
"El envío directo de ayuda por mar no era apropiado ni responsable", sostuvo.
No obstante, subrayó la necesidad de permitir que bienes humanitarios, incluyendo materiales de construcción, ingresen a Gaza, siempre que respeten los intereses de seguridad israelíes.
Wolff también expresó profunda preocupación por el sufrimiento de civiles en Gaza. "La situación era insostenible y no estaba en los intereses de ninguno de los involucrados", añadió.
El embajador consideró necesario atender toda la gama de necesidades humanitarias y de reconstrucción de los palestinos.
Pero la "interferencia de Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) ha complicado los esfuerzos humanitarios" y "ha socavado la seguridad y la prosperidad para todos los palestinos".
Por su parte, Oscar Fernández-Taranco, asistente de la Secretaría General para Asuntos Políticos, sostuvo que el incidente del lunes de madrugada habría sido evitado si Israel hubiera escuchado los insistentes llamados contra el bloqueo a Gaza.
Fernández-Taranco subrayó que el operativo israelí fue realizado en aguas internacionales, y que los barcos fueron abordados por personal militar israelí, con el apoyo de helicópteros y buques de la Marina.
Dadas las circunstancias, dijo, no es posible establecer en forma definitiva la secuencia ni los detalles de los acontecimientos.
Por su parte, el delegado israelí Daniel Carmon defendió las acciones de su país y condenó a los activistas, acusándolos de "abrazarse con Hamás y organizaciones terroristas que abiertamente rechazan la solución de los dos estados y llaman a la destrucción de Israel".
"La respuesta es clara. No son activistas por la paz ni mensajeros de buena voluntad. Cínicamente usan el disfraz de la ayuda humanitaria para enviar un mensaje de odio y para aplicar la violencia", sostuvo.
En su declaración presidencial, que carece del peso político y diplomático de una resolución, el Consejo de Seguridad lamentó profundamente la pérdida de vidas y los heridos que resultaron del uso de la fuerza durante la operación militar israelí en aguas internacionales contra la flotilla que se dirigía a Gaza.
Al mismo tiempo, pidió la "inmediata liberación de los barcos, así como de los civiles detenidos por Israel".
El Consejo de Seguridad también exhortó a Israel que permita un pleno acceso consular a los detenidos, que autorice la recuperación de los cadáveres y el traslado de los heridos por parte de los países involucrados, y que asegure el arribo de la asistencia humanitaria de la flotilla a su destino.
El organismo además tomó nota de una declaración del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre la necesidad de realizar una completa investigación imparcial, creíble y transparente sobre lo ocurrido.