La presión política, la fórmula para defender el clima

Pasar de la movilización a la presión política sobre los líderes de los países industrializados es la fórmula elegida por el movimiento ambientalista 350.org para reducir el calentamiento global, explicó su cofundadora, la estadounidense Kelly Blynn, en una entrevista con IPS.

Activista Kelly Blynn Crédito: Franz Chávez/IPS
Activista Kelly Blynn Crédito: Franz Chávez/IPS
Blynn, una especialista en medio ambiente y geografía, vino a Bolivia con la finalidad de fortalecer a la organización local de 350.org e impulsar movimientos juveniles que asuman la lucha contra el cambio climático como su prioridad.

El número 350 representa las partes por millón que científicos especializados en cambio climático, como el estadounidense James Hansen, consideran el límite máximo seguro de concentración de dióxido de carbono (Co2) en la atmosfera, para la vida del planeta.

Blynn promueve que los jóvenes tengan participación propia en la 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 16), que se realizará en México en noviembre. También impulsa la iniciativa de "un día de soluciones locales al cambio climático", que se realizará el 10 de octubre a nivel mundial.

En una jornada similar en 2009, se realizaron 5.245 actividades diferentes en 181 países, gracias a una red en que participan miles de organizaciones en todo el mundo, para las que 350 se ha convertido en un lema unitario.
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IPS: ¿Qué lecciones recogen de la movilización realizada en octubre pasado?

KELLY BLYNN: Nuestro mayor logro ha sido colocar el número 350 como meta científica de la sociedad civil y como representación de sobrevivencia.

Estamos organizando para el próximo 10 de octubre un día de realización de proyectos comunitarios como plantar árboles, realizar talleres de educación, organizar recorridos en bicicleta y promover el uso de paneles solares.

Queremos dar un mensaje político y hacer una transición a un futuro sostenible, a manera de llamado de atención a los líderes políticos a los que pedimos que hagan algo.

En mi país queremos incidir para que el gobierno tome alguna acción, porque nuestro gobierno no quiere cambiar.

Vimos en (la COP 15 realizada en diciembre en) Copenhague que hubo 115 países apoyando las medidas contra el cambio climático, pero los países con mayor poder no escucharon. Es importante dedicar más tiempo y campañas hacia estos países y crear una presión política.

IPS: ¿Cómo nace el movimiento y cuáles son los alcances del proyecto?

KB: Nació como un grupo de gente y organizaciones de diferentes partes del mundo dispuesto a generar un movimiento global para interponer su presión sobre los políticos.

En 2007, el científico James Hansen junto a otros investigadores, publicaron un reporte después de revisar los glaciares y el(océano) Ártico, y advirtieron que habíamos pasado el nivel límite de emisiones de dióxido de carbono (Co2) y sugirieron que 350 partes por millón debería ser el límite en la atmósfera.

Entonces debíamos hacer algo muy rápido. En 2008, tomamos este número y luego contactamos a varios grupos y decidimos organizar esta movilización mundial. Pensamos que al concentrar la acción en un solo día tendríamos más impacto.

La existencia de la red global ayudó mucho para presionar en Washington y demostrar que hay gente interesada en salvar al planeta en todos los países del mundo.

IPS: ¿Por qué el poder no escucha los pedidos para enfrentar las causas del cambio climático?

KB: El fundador de 350.org y docente de la (estadounidense) Universidad de Middlebury, Bill McKibben, escribió en 1988 el libro "El fin de la naturaleza" y varios artículos sobre el cambio climático, pero estaba cansado porque no veía resultados.

Un grupo de estudiantes y McKibben unimos nuestros esfuerzos y comenzamos una campaña nacional para presionar al Congreso a participar en los programas de reducción de las emisiones de carbono.

Aliados con otros organismos, en 2007 realizamos 2.000 actividades para pedir al Congreso la reducción de 80 por ciento de las emisiones de carbono hasta el año 2050, y pre candidatos a la Presidencia de Estados Unidos como Barack Obama y Hillary Clinton incluyeron esta meta en sus programas.

IPS: ¿Por qué el presidente Obama no puede traducir su propuesta en acciones?

KB: Es difícil saber las razones. Creo que no hay voluntad política en el Congreso y Obama lo sabe. Creo que no ha hecho del cambio climático una prioridad y si no lo hace, el movimiento juvenil estará decepcionado porque se pierde la esperanza que lo llevó a la Casa Blanca.

IPS: ¿A qué obedece el poder creciente de las industrias con alto grado de contaminación?

KB: En Estados Unidos, este año una decisión de la Corte Suprema de Justicia ha dado más poder a las corporaciones para influir en la política y hace difícil la acción de la sociedad civil, pero en Australia y en otros países hay corrientes que comienzan a cobrar fuerza a favor de las campañas ambientales. Las corporaciones son grupos importantes y las transnacionales tienen más poder que los propios gobiernos.

IPS: ¿En Bolivia, el gobierno responsabiliza de la contaminación al capitalismo. Qué opina al respecto?

KB: Estoy de acuerdo en que el capitalismo ha causado muchos problemas, pero un sistema muy grande no cambiará de la noche a la mañana. Lo que hacemos mediante 350.org y nuestros aliados es generar conciencia entre la gente para un cambio del estilo de vida, acabar con el consumismo, es una prioridad por ahora.

El cambio debe surgir desde las bases, desde las comunidades para proyectarlo a un crecimiento sostenible y sin emisiones excesivas de carbono.

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