La pelota rueda antes en Gaza

El fútbol es el deporte más popular del mundo, seguido por unos 2.000 millones de fanáticos. El territorio palestino de Gaza no es la excepción y tiene su propia versión del campeonato mundial, anticipándose al de profesionales de Sudáfrica, pese a cuatro años de bloqueo israelí.

Italia le ganó a Palestina en el primer partido de la Copa Mundial de Gaza. Crédito: Pam Bailey.
Italia le ganó a Palestina en el primer partido de la Copa Mundial de Gaza. Crédito: Pam Bailey.
La gente se agolpa alrededor de un televisor con té o narguile cada vez que hay partido.

Antes, los gazatíes alentaban a escuadras egipcias o españolas. A las primeras porque Egipto gobernó esta zona y a las segundas porque durante mucho tiempo los canales de televisión gratuitos sólo transmitían los partidos de España.

El fútbol profesional era uno de los acontecimientos que dejaba más víctimas por los enfrentamientos entre seguidores del partido secular Fatah, que gobierna la Autoridad Nacional Palestina en Cisjordania, y Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica), que controla la franja de Gaza.

Las disputas políticas y los enfrentamientos armados obligaron a suspender los partidos de fútbol, el pasatiempo más popular de este territorio.
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Luego de tres años sin actividad, la Asociación Palestina de Fútbol organizó en marzo el primer partido entre los dos equipos más populares de Gaza, Al Shate y Rafah, el primero de 240 hasta la final que se jugará en julio.

Fanáticos de todo el mundo se preparan para la Copa Mundial de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado), que se realizará del 11 de junio al 11 de julio en Sudáfrica. Como los gazatíes tienen prohibido participar, decidieron organizar su propio torneo de dos semanas como forma de protesta y como expresión de su amor por el deporte.

Sus mejores jugadores participan en la primera Copa Mundial de Gaza, que comenzó el domingo y en la que se enfrentan escuadras que representan a distintos países: Alemania, Argelia, Egipto, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Inglaterra, Irlanda, Italia, Jordania, Palestina, Rusia, Serbia, Sudáfrica y Turquía.

Los equipos están integrados por trabajadores humanitarios y otros extranjeros. Los jugadores de cada país se completan con palestinos que quedaron fuera de su selección.

El torneo, también organizado por la Asociación Palestina de Fútbol, constará de 15 partidos que se jugarán en el estadio de Palestina y en el de Yarmok, los dos más grandes de la ciudad de Gaza. La entrada será gratuita.

La idea de organizar la Copa Mundial de Gaza fue del estadounidense Patrick McGann y del gazatí Ashraf Mohammad Hamad.

McGann llegó a Gaza hace un año con Jumpstart International. La organización no gubernamental, que construye escuelas, se retiró en el otoño boreal pasado y él se quedó para capacitar a jóvenes de la Facultad de Ciencias Aplicadas, de la Universidad local, en atención a la salud, negocios y resolución de conflictos.

"El sitio israelí me mantiene aquí", explicó McGann, quien también fundó y preside Kitegang, una empresa de juguetes sin fines de lucro, que ayuda a niñas y niños desafortunados y a sus asustadas comunidades. "Es una de las mayores injusticias del mundo", añadió.

La idea de la Copa Mundial de Gaza surgió cuando McGann y Hamad, quien dirige un programa de estudio en la Facultad de Ciencias Aplicadas, organizaron partidos de fútbol entre gazatíes y extranjeros y comenzaron a jugar todas las semanas.

"El fútbol es muy importante en Gaza. Ashraf preguntó qué podemos hacer para lograr algo. Se nos ocurrió que el deporte podía ser un vehículo para alcanzar muchos objetivos de una vez: ayudar a los jóvenes a resolver conflictos, a desarrollar confianza en sus propias habilidades y a reunir a mucha gente, extranjeros y palestinos de distintos partidos", explicó.

McGann buscó ayuda extranjera y local para mantener el espíritu de diversidad y celebrar los talentos locales. Una puertorriqueña judía de Kitegang diseñó el logo. Los fondos fueron suministrados por el Banco de Palestina, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y Pepsi Cola.

El trofeo fue diseñado por Hamad y fabricado con los restos dejados por el ataque israelí contra Gaza de diciembre de 2008 a enero de 2009.

"Es imposible tener un fútbol profesional en Gaza. No podemos salir a jugar con otras escuadras, tenemos que jugar entre nosotros", se lamentó Abu Lefa, de 24 años, mientras esperaba el comienzo del primer partido entre Palestina e Italia.

Lefa juega al fútbol desde los 10 años en el Club Deportivo de Al Helal, en el norte de la franja de Gaza. Salió sorteado para integrar el equipo local, uno de los 14 mejores jugadores elegidos entre los integrantes de las 42 escuadras locales.

"Espero que se divulgue en otros países", añadió Lefa, quien trabaja como ingeniero, pero cuyo sueño es ser un "verdadero" jugador de fútbol profesional.

"Espero que la gente se dé cuenta de que somos como ellos. Jugamos por la pasión del deporte. Pero no podemos cumplir nuestros sueños por el sitio que nos mantiene prisioneros", añadió.

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