El Papa llega a Portugal con catolicismo en declive

El papa Benedicto XVI comenzó este martes una visita de cuatro días a Portugal enmarcada en un ambiente incómodo para él y la feligresía católica, como las acusaciones de protección jerárquica a sacerdotes pederastas y la distribución gratuita de preservativos por parte de activistas.

Activistas distribuyen preservativos antes de la misa del Papa en Lisboa. Crédito: Mario de Queiroz/IPS
Activistas distribuyen preservativos antes de la misa del Papa en Lisboa. Crédito: Mario de Queiroz/IPS
Al Papa le esperaban en Portugal índices desalentadores sobre la cantidad actual de católicos, en caída libre desde 1977, cuando la Iglesia comenzó a perder fieles, según estimaciones. En el último censo de 2001, medio millón de personas declararon haberse pasado al campo agnóstico.

A pesar de que 84,5 por ciento de los 10,6 millones de portuguesas y portugueses dicen identificarse con la tradición católica, sólo 18,7 por ciento de ellos observan las prácticas de esa fe.

Un modesto 10,3 por ciento de la población de este país ibérico comulga regularmente y apenas la mitad de los casamientos se realizan bajo el rito católico, mientras el divorcio, el aborto y el matrimonio homosexual son permitidos por ley.

Estas duras cifras son las que deberá digerir el conservador cardenal alemán Joseph Ratzinger, investido Papa hace cinco años y quien hasta entonces y desde 1981 fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la heredera de la Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición, desde donde prohibió enseñar teología a personalidades como el suizo Hans Küng y el brasileño Leonardo Boff.
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Otra realidad incómoda para el Papa serán los casi 15.000 jóvenes que han adherido a la iniciativa "Preservativos 'al' Papa en Portugal", fundada el 20 de marzo pasado por los abogados Rita Barroso Jorge, Diogo Caldas Figueira y Joana Vieira da Silva.

Es "una acción de sensibilización en el ámbito de la lucha contra el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), mediante la distribución gratuita de preservativos", explicó a IPS Barroso Jorge.

La activista valoró la operación juvenil de "éxito más allá de nuestras expectativas, al haber logrado distribuir 18.000 preservativos en tres horas, en lugar de los 16.000 que habíamos previsto durante cinco horas".

La acción, que cuenta con el apoyo de las principales asociaciones de derechos de la mujer y de homosexuales y lesbianas, entre otras organizaciones de la sociedad civil, se repetirá este miércoles y el jueves en Fátima y el viernes en Oporto, próximos lugares de visita papal.

Por su parte, Figueira recordó a IPS que en marzo de 2009 en África el Papa reconoció que el sida es una tragedia mundial, "pero se mostró contrario al uso de preservativos, asegurando que los profilácticos agravan el problema".

Nuestra protesta nació "ante tamaño alejamiento del Papa de la realidad y las graves consecuencias que sus declaraciones pueden causar en la lucha contra el sida", puntualizó Figueira.

Otros aspectos del periplo serán más tranquilos. A diferencia de lo ocurrido en otras latitudes del catolicismo, la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) ha hecho especial hincapié en que "no hay casos concretos de pedofilia" entre los pastores del clero lusitano.

El obispo Antonio Marto, vicepresidente de la CEP, expresó que "nadie, hasta la fecha, ha presentado quejas concretas sobre casos precisos".

No obstante, Carlos Esperança, de la Asociación Atea Portuguesa (AAP), explica que la protesta por la pederastia en el seno de la Iglesia Católica se refiere a casos registrados en todo el mundo.

Informado sobre este ambiente, el Papa reconoció en su diálogo con los periodistas en el avión y poco antes de aterrizar en Lisboa que "el perdón no substituye a la justicia".

La AAP reconoce que debe existir respeto por Benedicto XVI y ser recibido como jefe de Estado del Vaticano, pero, al mismo tiempo, "éste es un Papa que está bajo sospecha de complicidad de encubrimiento de crímenes de pedofilia en la Iglesia".

El hecho denunciado de protección a sacerdotes bajo investigación permitió dar paso "al propósito de incriminar judicialmente a Benedicto XVI por complicidad, lo cual está siendo estudiado por juristas de diversos países", informó el activista.

En tanto, han cundido las críticas al gobierno portugués del primer ministro socialista José Sócrates por haber decretado feriado nacional este jueves 13 y aceptar la llamada "tolerancia de puente" del viernes 14, lo cual hará que miles de portugueses aprovechen la ocasión para tomarse unas cortas vacaciones.

Ricardo Alves, presidente de la Asociación República y Laicidad (ARL), afirma que existe una "mayoría silenciosa" de portugueses a los que "no les interesa nada" el Papa y cuya ausencia de los trabajos incidirá negativamente sobre la economía. También "verán su vida afectada por la falta de servicios, principalmente escuelas y hospitales".

La visita del Papa ha creado "un ambiente sofocante", sostiene Alves, quien se declara contrario al puente festivo, porque los trabajadores "se ven obligados a tomar un día de sus vacaciones anuales para cuidar de sus hijos debido a que las escuelas y jardines infantiles cierran".

En Lisboa, Oporto y en la zona de Fátima ya se observan precios que poco se compadecen con la caridad cristiana: hospedajes que habitualmente cuestan entre 40 y 80 dólares diarios pasaron a cobrarse entre 180 y 385 dólares entre el 11 y el 14 de de este mes. Pero si ese lugar ofrece un balcón privado "con vista al Papa", puede alcanzar hasta los 250 dólares al día.

La actividad que no se presenta muy fácil es la del pequeño comercio, al contrario de lo que ocurría con su antecesor Juan Pablo II, cuya figura estampada en medallas, estandartes, camisetas, platos de cerámica, azulejos, ceniceros y chucherías variadas tenían éxito de venta garantizado.

Con Benedicto XVI, en cambio, no hay entusiasmo popular por mercadería relacionada con su figura. "Los productos con la imagen del nuevo Papa han sido una desilusión", explica Jaime Alexandre, comerciante de Fátima.

Las ventas durante las efemérides de las llamadas "apariciones de la Virgen de Fátima" el 13 de mayo de 1917, con el anterior Papa, eran de 32 dólares en promedio y hoy no superan los 6,4 dólares.

Esto ocurre porque, "lamentablemente, este Papa no es tan venerado como Juan Pablo II", deploró Alexandre.

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