Cuando la Asamblea General de la ONU se reúna este jueves para elegir a 14 nuevos miembros del Consejo de Derechos Humanos, el resultado será muy predecible por una razón: todos los candidatos se presentan sin rivales en sus respectivas regiones.
Por primera vez desde que fue creado ese organismo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en 2006, con sede en Ginebra y con un total de 47 integrantes, todas las regiones presentaron sus candidatos ignorando el mismo concepto de competitividad electoral.
Asia presentó cuatro aspirantes (Malasia, Maldivas, Qatar y Tailandia) para sus cuatro asientos disponibles, y Europa oriental dos para sus dos bancas (Moldavia y Polonia).
De la misma manera, África presentó los cuatro postulantes para sus cuatro asientos (Angola, Libia, Mauritania y Uganda), América Latina y el Caribe dos para sus dos bancas (Ecuador y Guatemala) y Europa occidental dos candidatos para sus dos puestos (España y Suiza).
Sin competencia, no hay posibilidad de elegir a los países más convenientes para el Consejo, alertó la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
[related_articles]
"La falta de competencia se está convirtiendo en la norma", dijo extraoficialmente un diplomático asiático.
Incluso los países de Europa occidental, que defienden las virtudes de la democracia, siguen el mismo camino a pesar de haber defendido la creación del Consejo arguyendo la necesidad de elecciones competitivas.
"Esto muestra, entre otras cosas, que el Consejo está retrocediendo lentamente", añadió el diplomático.
Freedom House y UN Watch, organizaciones no gubernamentales que supervisarán las elecciones de este jueves, presentaron la semana pasada un informe crítico sobre este proceso sin competencia en la Asamblea General.
El trabajo indicó que, de los 14 candidatos, sólo cinco estarían "calificados" para ocupar el Consejo: España, Guatemala, Maldivas, Polonia y Suiza.
Además, identificó a cinco con "cuestionables" historiales en materia de derechos humanos: Ecuador, Libia, Moldavia, Tailandia y Uganda.
El director ejecutivo de UN Watch, Hilel Neuer, instó a los delegados a "no escribir el nombre de Libia o de otros candidatos no calificados" a la hora de elegir los representantes de África.
Mientras, la Coalición para un Efectivo Consejo de Derechos Humanos expresó "preocupación" por los historiales de cinco candidatos: Angola, Libia, Malasia, Tailandia y Uganda.
Esta organización no gubernamental subrayó que los candidatos deberían "tener los más altos estándares en derechos humanos" y haber demostrado una plena cooperación con el Consejo.
La Coalición instó además a los miembros de la ONU a presionar a esos países para que dieran pasos concretos a favor de los derechos humanos, y a no votarlos hasta que mostraran un cambio.
En un comunicado divulgado el lunes, HRW señaló que la Asamblea General había establecido altos estándares para el ingreso al Consejo, y tenía que respetarlos.
"Cuando un estado procura un asiento en el Consejo, lo menos que puede hacer es abrir sus puertas a los propios expertos" del organismo para ser sometido a un escrutinio, señaló Peggy Hicks, de HRW.
"Pero muchos de los candidatos que se presentan este año han dilatado una respuesta a los pedidos de los expertos del Consejo para realizar visitas", indicó.
"Este es un problema que puede y debe ser tratado antes de las elecciones de este jueves", añadió Hicks.
En su declaración, HRW subrayó que la resolución de la Asamblea General que creó al Consejo en 2006 preveía un proceso de elección en el que los estados competirían por la membresía sobre la base de sus contribuciones a la causa de los derechos humanos.
Además, esos países debían asumir compromisos ante la ONU si querían ser elegidos como miembros del organismo.
Ese proceso, según HRW, se ha deteriorado, y cada vez menos países compiten cada año.
Bahey el-din Hassan, director del Instituto de El Cairo para Estudios sobre Derechos Humanos, señaló que el retiro de Irán de la carrera la semana pasada demostró que la presión internacional puede contribuir al proceso de formación del Consejo, y de ahí la importancia de que haya competencia entre los candidatos.