Alerta ante biología sintética

Poco después del anuncio científico sobre la creación de la primera forma sintética de vida con capacidad de autorreplicarse, una reunión de la ONU en Kenia urgió a los países a tomar medidas para evitar que esos organismos se liberen en el ambiente.

Los firmantes del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica también expresaron su profunda preocupación ante los potenciales impactos de los programas de geoingeniería para combatir el cambio climático en los ecosistemas de la Tierra.

Hace dos años plantearon una recomendación similar, lo que hizo que se prohibiera de hecho una forma de geoingeniería llamada fertilización oceánica, método experimental que reduce el dióxido de carbono que hay en la atmósfera con el fin de combatir el recalentamiento planetario.

La palabra "geoingeniería" alude a cualquier esfuerzo humano a gran escala para adaptar los principales ecosistemas, e incluye propuestas como bombear vastas cantidades de sulfato en la estratósfera para bloquear la luz del sol o insuflar sal oceánica en las nubes para aumentar su reflectividad.

"Nos preocupan los impactos negativos de la geoingeniería y de las formas sintéticas de vida en África", dijo un representante de Malawi en la sesión final de la 14 conferencia del Organismo Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (SBSTTA 14, por sus siglas en inglés) del Convenio sobre la Diversidad Biológica.
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Esta entidad está integrada por expertos científicos y técnicos de los estados parte del Convenio.

Este documento busca reducir la acelerada pérdida de especies que perjudican los ecosistemas de la Tierra, y el Organismo ofrece asesoramiento y recomendaciones de expertos en este sentido.

"No hay dudas de que muchos sienten que la liberación de formas sintéticas de vida tendrá un gran impacto sobre los objetivos del Convenio", dijo el granadino Spencer Linus Thomas, presidente del SBSTTA, que el viernes concluyó su reunión de dos semanas.

"Debería aplicarse el principio precautorio, tal como está consagrado en el Convenio", dijo Thomas a IPS.

Craig Venter, quien cobró fama mundial en 2001 al descifrar el genoma humano, dirigió al equipo de científicos que la semana pasada dijeron haber creado la primera célula bacterial viviente y capaz de autorreproducirse con un código genético elaborado por una computadora.

Esto cimenta el camino para la creación de organismos sintéticos más complejos.

Venter fundó en 2005 una empresa llamada Synthetic Genomics para usar genes tomados del mar y otras partes, a fin de crear organismos sintéticos que convirtieran cultivos como el pasto varilla y el maíz en etanol, además de producir hidrógeno, segregar un combustible no contaminante con fines de calefaccionamiento o degradar gases de efecto invernadero.

Una delegada de Filipinas en la SBSTTA urgió a los países miembro del Convenio sobre la Diversidad Biológica a desarrollar un acuerdo internacional con un fuerte enfoque precautorio en relación a los "organismos vivos producidos por la biología sintética" en sus negociaciones bienales del próximo octubre en Nagoya, Japón.

"Creemos que la vida sintética (…) no debería propagarse en el ambiente hasta que se hayan realizado evaluaciones científicas en un proceso abierto, transparente y participativo que involucre a todas las partes (miembros), así como a comunidades locales e indígenas", dijo la filipina Mundita Lim.

Silvia Ribeiro, del no gubernamental Etc Group, declaró a IPS: "Tenemos una moratoria de hecho", aludiendo a la recomendación del SBSTTA.

Sin embargo, algunos países discreparon en torno a la redacción de esa sugerencia, y esto constituirá un tema polémico en Nagoya, donde los estados miembro lo considerarán más en profundidad.

Ribeiro también dijo que las recomendaciones del SBSTTA relativas a programas de geoingeniería equivalen a una moratoria mundial.

En marzo, científicos y defensores de la geoingeniería asistieron a una conferencia por invitación en Asilomar, en el occidental estado estadounidense de California, para discutir varias ideas sobre el tema, incluido un "código voluntario de conducta".

"Los geoingenieros estarán furiosos con esta moratoria", reconoció Ribeiro.

"Lo último que quieren es que la ONU intervenga; (quieren) autorregular sus experimentos", agregó.

La propuesta de moratoria recibió un apoyo casi unánime, con fuertes declaraciones de países de África, Asia, Europa y América Latina, dijo Ribeiro.

Los delegados subrayaron la necesidad de emplear el enfoque precautorio, no implementando la geoingeniería hasta que la ciencia demuestre que es segura y que funciona tal como se prometió.

Fue notorio el disenso de Canadá en este y otros asuntos, dijeron muchos en Nairobi.

"Canadá es la bestia negra de las negociaciones sobre el cambio climático, y a nadie le sorprende que se destaque como el principal objetor a esta propuesta. La propia delegación se sintió avergonzada", dijo Ribeiro.

Estas recomendaciones demuestran la importancia del Convenio sobre la Diversidad Biológica. Éste "todavía toma las decisiones particularmente en base a los principios y no a la política", señaló.

En cuanto a Estados Unidos, no es firmante del Convenio y no tiene ningún rol oficial en las reuniones de Nairobi sobre biodiversidad, que continuarán hasta principios de junio.

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