Embarazadas portadoras de VIH comienzan a tener problemas para conseguir antirretrovirales en Kenia porque el Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria le negó a este país 270 millones de dólares.
La institución internacional justifica su decisión en que existen dos ministerios de salud que se disputan el control de los fondos.
Las diferencias entre el Ministerio de Servicios Médicos y el de Salud Pública sobre cuál de ellos se hace cargo de la asistencia ya afecta el funcionamiento del sector, según James Kamau, coordinador del Movimiento de Acceso a Tratamiento (Ketam, por sus siglas en inglés).
"La confusión y la competencia entre ambos ministerios impide la compra de fármacos esenciales en los hospitales públicos, lo que genera escasez", indicó Kamau.
La falta de dinero empeorará la atención de personas con VIH (virus de inmunodeficiencia humana), causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). La situación se agrava, además, con la decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de fijar nuevas pautas de atención, según John Ongech, especialista de la Universidad de Nairobi.
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La OMS dio en 2009 directivas para las terapias antirretrovirales y recomendó comenzar antes el tratamiento. En especial urgió a que las embarazadas con VIH y sus hijos tomen medicación durante la lactancia para evitar la transmisión del virus.
"La OMS elevó el recuento de CD4 de 200 a 350 células por milímetro cúbico", explicó. El CD4 sirve de parámetro para evaluar el estado del sistema inmunitario y determinar cuándo una persona debe comenzar el tratamiento. "Más portadores tendrán que recibir antirretrovirales", explicó el especialista.
"Es obvio que es un desafío teniendo en cuenta que tenemos escasez de medicamentos para las personas con un recuento de CD4 inferior a 200" células por milímetro cúbico, indicó Ongech. Unos 600.000 pacientes necesitarán recibir tratamiento.
Las nuevas pautas también recomiendan que las embarazadas con VIH comiencen el tratamiento a las 14 semanas de gestación, no a las 28 como antes. Además ellas y sus hijos deben seguir tomando antirretrovirales hasta 12 meses después del parto.
De las 1,5 millones de keniatas que se embarazan cada año, 100.000 son portadoras del virus del sida.
Las nuevas pautas fijadas por la OMS requieren una mayor disposición de fondos, lo que supone un gran desafío para el futuro dada la reducción de recursos, remarcó Ongech.
Al Fondo Mundial le preocupa la duplicación de papeles entre los dos ministerios y la cantidad injustificada de personal que es insostenible, señala el informe en el que la institución negó el dinero solicitado. Tampoco estaban claras las propuestas del gobierno sobre cómo se iban a implementar los proyectos para los que pedían recursos.
La institución internacional negó dos veces consecutivas los fondos solicitados por Kenia.
Las razones que motivaron esa decisión se mantienen, indicó Kamau. El Fondo Mundial ya planteó en otra oportunidad sus dudas respecto de la capacidad de Kenia de absorber los recursos que solicita.
"La sociedad civil con pocos recursos recibe fondos, pero los del gobierno, que debieron servir para comprar medicamentos y cubrir otros servicios, nunca se usaron", indicó Kamau.
A Kamau le preocupa que tampoco se apruebe la próxima solicitud a menos que la situación cambie de forma drástica.
Si no aparecen fondos alternativos no queda claro cómo se las arreglará el gobierno para seguir brindando medicación gratuita contra el VIH/sida, advirtió Kamau, pues el aporte del Fondo Mundial era un componente importante del gasto total de la lucha contra la pandemia.
"Unas 300.000 personas con un bajo recuento de CD4 que necesitan antirretrovirales no saben si los seguirán recibiendo. Entre ellas hay embarazadas y niños y niñas", indicó Kamau.
Hay 1,4 millones de personas seropositivas en Kenia.
La situación es más grave todavía porque la Fundación Clinton, que también financia proyectos contra el VIH/sida, dejará de dar recursos a fines de este año, apuntó.
"Más personas seropositivas quedarán sin tratamiento", se lamentó.
Los centros de salud pública ya tienen problemas para ofrecer antirretrovirales y otros medicamentos, dijo a IPS Sarah Oluoch, portadora del VIH que reside en el asentamiento irregular de Kibera.
"No sé qué pasa, pero últimamente nos dan distintas marcas de antirretrovirales y eso crea confusión. Una amiga con un recién nacido tomó dos veces uno de los medicamentos porque no está acostumbrada a cambiar de marca", relató Oluoch.
El gobierno destina 6,6 millones de dólares cada año fiscal para combatir el VIH/sida, muy por debajo de los 133 millones que gastaba en años anteriores.
Los recursos del gobierno solo alcanzan para cubrir el tratamiento de 25.000 personas, según Kamau. Además, el Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del Sida atiende a poco más de 100.000 personas y el Fondo Mundial a otro tanto.
Para cuando termine 2010 no habrá más fármacos porque las reservas adquiridas en años anteriores se habrán agotado, se lamentó Kamau. Los nueve meses que quedan no son suficientes para conseguir más fondos por la burocracia de los trámites administrativos.