SALUD-INDIA: Madres rurales mejor atendidas

Incluso en su cuarto embarazo, Sani Jani se preocupaba por realizarse el control mensual en el centro de salud más cercano, aunque tuviera que caminar dos kilómetros para llegar allí.

A los ocho meses de gestación Jani inició el trabajo de parto. La "asistente de nacimientos capacitada" Kamala Bhatra corrió a pedir ayuda.

En el centro de salud le dijeron que enviarían una camioneta con equipamiento sanitario, que debería recorrer 25 kilómetros para llegar allí. Pero el vehículo había sido enviado a otra parte, y no llegó a tiempo para asistir a Jani, quien terminó muriendo por trabajo de parto obstruido. Tenía apenas 30 años.

La historia de Jani no es poco común en India. Según el británico Departamento para el Desarrollo Internacional, que financia parcialmente las reformas al servicio de salud en India, en este país muere una mujer cada siete minutos al dar a luz.

Se prevé que una de cada 70 mujeres indias fallecerán por causas vinculadas al embarazo, el parto o un aborto inseguro, en comparación con una de cada 7.300 en el mundo industrializado, señaló una investigación realizada en 2009 por Human Rights Watch.
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Las estadísticas son más dispares en los estados indios de Uttar Pradesh (norte), Madhya Pradesh (centro), Rajastán (occidente), Bihar y Orissa (oriente), donde vivía Jani.

Allí, por cada 100.000 nacimientos de bebés vivos mueren anualmente entre 303 y 440 madres. Estos cinco estados solos son responsables de 65 por ciento de las muertes maternas en India.

Pero en una conferencia realizada en la oriental ciudad india de Bhubaneswar por la no gubernamental Alianza Nacional de Mujeres, cientos de proveedores de salud de la sociedad civil, profesionales y activistas dijeron que estas cifras pueden mejorar si el gobierno reconsidera su política de ignorar a asistentes de nacimientos como Kamala Bhatra.

Aunque capacitadas bajo el programa gubernamental de Salud Reproductiva e Infantil, las asistentes de nacimientos de India han sido marginadas por la estatal Misión Nacional de Salud Rural. Ésta se inició en 2005 y utiliza asistentes "calificados", como parteras, médicos o enfermeros.

"En áreas inaccesibles de colinas boscosas, una asistente de nacimientos capacitada es una persona del lugar, de la misma casta y disponible las 24 horas, los siete días de la semana", dijo Saraswati Swain, ginecólogo retirado con décadas de experiencia comunitaria.

"La mayoría de ellos recibieron capacitación informal antes", agregó.

Entre 1997 y 2005, las asistentes de nacimientos eran adiestradas en temas de higiene, y se les daba equipos especiales para ayudar en partos que tenían lugar en los hogares.

En áreas de difícil acceso continúan siendo indispensables. En otros casos, a instancias de las mujeres embarazadas, solamente las acompañan a y desde las clínicas, y realizan toda la higiene post-parto allí.

La Misión Nacional de Salud Rural ha entrenado a trabajadoras comunitarias conocidas como Activistas Sociales Sanitarias Acreditadas. Reclutadas en las aldeas a las que atienden, ellas son las primeras en velar por la salud de madres e hijos. Aunque se espera que alienten a las mujeres a dar a luz en clínicas y no en los hogares, no desempeñan el rol de parteras.

Sin embargo, participantes en la conferencia de Bhubaneswar sostuvieron que los nacimientos domiciliarios no podrán erradicarse fácilmente.

Esto se debe a que las desigualdades socioeconómicas, el analfabetismo, las costumbres y prácticas tradicionales relacionadas con el embarazo y el parto abundan en la India rural, igual que los asentamientos inaccesibles.

El sistema de salud todavía no está equipado para manejar una gran cantidad de partos en el marco institucional, agregaron.

El activista Sanjukta Satpathy observó que las Activistas Sociales Sanitarias Acreditadas tienen que ocuparse de aldeas que inevitablemente incluyen a castas más bajas o dalits, todavía considerados intocables en las áreas rurales.

En esos lugares, las activistas pueden contratar por cuatro dólares a dalits como asistentes de nacimientos capacitadas.

Además, a menudo las enfermeras-parteras auxiliares apostadas en los centros de salud primaria no viven en su lugar de trabajo rural, sino en pueblos cercanos. A consecuencia, las mujeres tienen que esperar horas para que una clínica pública abra sus puertas.

En ninguno de los 292 centros comunitarios de salud de Orissa hay ginecólogo. Los anestesistas son pocos. Uttar Pradesh padece una escasez de 20 por ciento de centros de salud más pequeños.

Sushanta Garada, de la organización no gubernamental Nawrangpur Democratic Action, que funciona bajo la órbita de la Misión Nacional de Salud Rural, también destacó el Janani Express ("janani" significa "madre" en hindi), un servicio gratuito de ambulancias que traslada a las mujeres rurales a centros de salud atendidos por asistentes calificadas.

Según Garada, un traslado de 10 kilómetros mediante este servicio cuesta cinco dólares, cifra que pocos pueden pagar.

Además, las pequeñas camionetas que se usan como ambulancias sólo sirven si existen carreteras. En áreas del interior, las mujeres de contextos carenciados no tienen más opción que ser transportadas en camillas hasta la clínica más cercana.

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