Los bocinazos y las consignas de un grupo de partidarios del reelecto presidente sudanés, Omar al-Bashir, apenas si concitaron la atención de los transeúntes de Jartum. Pero otra fue la historia en el sur del país.
El presidente Bashir obtuvo 68 por ciento de los votos en todo el país, según resultados oficiales divulgados el martes por el presidente de la Comisión Nacional Electoral, Abel Alier.
Pero en el sur, vehículos cubiertos con banderas locales generaron más entusiasmo cuando partidarios del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán salieron a festejar la mayoría obtenida en el parlamento regional.
Además, Salva Kiir se quedó con 93 por ciento de los votos emitidos en Sudán del Sur y seguirá gobernando esta región semi-autónoma.
Los controvertidos comicios generales celebrados del 11 al 15 de este mes, los primeros en 24 años, fueron boicoteados por la mayoría de los partidos de oposición.
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De turbante blanco y larga túnica, el presidente se mostró en televisión tan relajado como si hubiera logrado anular la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya.
Bashir está acusado de genocidio y crímenes contra la humanidad en la occidental región sudanesa de Darfur, cargos que no se desvanecen con el triunfo electoral. Además, ahora deberá hacer frente a acusaciones de fraude electoral y a la posible desintegración del país.
El Movimiento de Liberación obtuvo lo que quería, mantener el poder en el sur con vistas al refrendo de 2011, sobre el estatus futuro de esta región.
Pero en el resto del país, la oposición no se quedará callada.
«Recurriremos a la justicia. Si los jueces no fallan a nuestro favor, recurriremos a otras alternativas para resolver los problemas electorales», advirtió el 18 de este mes el dirigente islamista Hassan al-Turabi, presidente del Partido del Congreso Popular, sin dar más explicaciones.
Otros acusaron a Estados Unidos, entre otros actores internacionales, de imponer a las dos agrupaciones gobernantes: el Partido Nacional del Congreso, en el norte, y el Movimiento de Liberación, en el sur.
La agrupación del ex primer ministro Sadiq al-Mahdi, Partido Nacional Umma, señaló que el interés de Washington es allanar el camino para dividir a Sudán.
El Partido Nacional Umma, que boicoteó los comicios, fue derrocado en 1989 por un golpe militar liderado por Bashir.
La población del sur deberá concurrir a las urnas en enero de 2011 para decidir si quieren un estado separado o si siguen formando parte de Sudán.
Observadores internacionales criticaron las elecciones por no cumplir con los estándares internacionales, pero destacaron el desarrollo pacífico de los comicios como un logro importante.
Hubo numerosas denuncias de problemas con las papeletas, candidatos que estaban en más de un distrito electoral, personas que no estaban en las listas de habilitados a sufragar y observadores que, en al menos un caso, no pudieron ingresar a los centros de votación, lo que obligó a extender dos días más el acto electoral.
«No podemos decir que las elecciones sudanesas cumplieron con los estándares internacionales, pero eso no minimiza el logro: que fue una importante transición», declaró tras los comicios Salah Halima, jefe de la misión de la Liga Árabe en este país.
La Unión Africana fue más generosa.
«Lo que ocurrió en Sudán es un hecho histórico y un gran logro para el pueblo sudanés», señaló Kunle Adeyemi, portavoz de la misión de observadores de la UA, encabezada por el ex presidente de Ghana, John Kufuor.
El Movimiento de Liberación tomó medidas para garantizar que hubiera 25 por ciento de mujeres entre los candidatos a todos los cargos. Nyandeng Malek fue elegida gobernadora del meridional estado de Warrab, de donde es originario Kiir.
En cambio, fue inesperado el fracaso de Jemma Nunu Kumba, gobernadora de Ecuatoria Occidental, en la frontera con República Democrática del Congo y con República Centroafricana.
Kumba es conocida por su determinación a eliminar las bases establecidas por los rebeldes ugandeses del Ejército de Resistencia del Señor en Sudán del Sur. El propio Kiir la apoyó en la campaña, pero fue derrotada por un candidato independiente, el coronel Joseph Bokosoro.
Queda esperar el resultado de la consulta popular prevista para enero próximo.