Un convoy de barcos con cientos de periodistas, defensores de derechos humanos y parlamentarios europeos desafiará a fines de mayo el bloqueo israelí contra el territorio palestino de Gaza.
El movimiento Free Gaza organiza la "Flotilla por la libertad", que constará de tres cargueros y cinco barcos de pasajeros, con unas 600 personas a bordo, se propone llevar cientos de toneladas de suministros de emergencia en los 1,5 millones de palestinos encerrados en ese territorio.
La iniciativa apunta a concentrar la atención mundial en el prolongado bloqueo que sufre Gaza y en el castigo colectivo que le inflinge Israel.
"Sin los esfuerzos coordinados de actores regionales e internacionales en apoyo de Israel, el sitio de Gaza ya hubiera fracasado", dijo a IPS Ahmed Yusef, vicencanciller del palestino Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás, por su acrónimo árabe).
Más de un millón de gazatíes están obligados a sufrir la pobreza crónica y a padecer desempleo y desnutrición en una de las zonas más densamente poblada del mundo.
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El territorio de 45 kilómetros de largo y entre cinco y 12 de ancho, ha sido considerada una de las prisiones más grandes del mundo al aire libre.
Cuando Israel lanzó la Operación Plomo Fundido contra Hamás, con artillería pesada, bombardeos aéreos y una posterior incursión de fuerzas terrestres, la población civil no pudo esconderse porque el territorio estaba sellado herméticamente.
El ataque del 27 de diciembre de 2008 al 19 de enero de 2009 dejó 1.400 personas muertas y más de 5.000 heridas, buena parte de ellas civiles.
Israel se retiró de Gaza en 2005, pero mantuvo el control del espacio aéreo y de sus aguas jurisdiccionales, del registro civil, de los impuestos y de vastas zonas de contención en la frontera, además de sus importaciones y exportaciones así como del suministro de agua y electricidad.
Por su parte, El Cairo se encarga del puesto de control de Rafah, ciudad en la frontera de Gaza y Egipto. El cruce es para personas, pero se ha permitido la circulación de productos.
Israel controla el resto de los puestos de ingreso, diseñados específicamente para el pasaje de productos y mercancías.
El acuerdo de 2005 entre la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Egipto e Israel, detalla la forma en que funcionarios de la Unión Europea (UE) y gobernantes palestinos deben controlar la zona palestina del cruce de Rafah, mediante cámaras y equipos de vigilancia israelíes.
El estado judío reforzó su dominio sobre el territorio costero cuando Hamás triunfó en las elecciones legislativas, libres y democráticas, de enero de 2006.
Israel bloqueó todos los puestos de control con ayuda de las autoridades egipcias después de que Hamás se arrogó el control de la franja de Gaza por las armas en junio de 2007.
El movimiento controla ese territorio, pero debe coordinar la salida de los gazatíes con las autoridades egipcias, que a su vez deciden, con las israelíes y la ANP, quién pasa y quién no.
Egipto suele permitir el ingreso de limitados suministros humanitarios, pero suele impedir el pasaje de grandes convoyes así como de activistas que los acompañan.
Además, ese país bombardea muchos de los cientos de túneles subterráneos que conectan a Gaza con la península del Sinaí, y por los que se contrabandea la mayoría de bienes de uso cotidiano y armas.
El Cairo comenzó a construir un muro subterráneo de acero de 14 kilómetros de largo, a prueba de bombas con avanzada tecnología estadounidense de vigilancia para evitar que se construyan más túneles.
"Si Egipto no se presta a la política exterior de Washington en la región puede perder la enorme asistencia" que recibe de Estados Unidos, señaló Samir Awad, de la Universidad de Birzeit, cerca de Ramalah.
"Pero las autoridades egipcias también están interesadas en mantener la estabilidad política en la región hasta que Gamal, hijo del presidente Hosni Mubarak, lo suceda en el cargo", apuntó.
Los egipcios "creen que es esencial presionar a Hamás para que firme un acuerdo de reconciliación con la ANP, redactado por ellos, para estabilizar el área", dijo a IPS Awad.
El Cairo teme que un régimen exitoso encabezado por un partido como Hamás en el vecindario colabore con la agrupación egipcia Hermandad Musulmana, una amenaza política para Mubarak.
La popularidad nunca fue motivo de preocupación para los regímenes autoritarios de Medio Oriente, donde la democracia y los derechos humanos no son prioritarios. Es una batalla que se perdió hace tiempo.
Mediante el control de los medios de comunicación, las autoridades egipcias lograron convencer al público que Hamás e Israel son culpables del bloqueo contra Gaza.
La presión de Washington no es un elemento relevante, según el profesor Moshe Maoz, de la Universidad Hebrea, de Jerusalén.
"Los egipcios tienen su propia agenda y coordinan sus intereses comunes con los de los israelíes", dijo el especialista a IPS.
Por su parte, Yusef considera que la autoridad palestina también es cómplice.
"La ANP debe declarar públicamente que se opone al sufrimiento colectivo de los civiles de Gaza, pero, de hecho, saca réditos políticos del bloqueo: así espera socavar nuestro control a su favor", sostuvo.
"De cualquier manera, no habrá ningún avance en lo que respecta a levantar el sitio contra Gaza hasta que los palestinos no superen sus diferencias y aúnen fuerzas. Ese es el primer paso", añadió Maoz.