La obra teatral «Waiting for Constitution» (Esperando la Constitución) genera gran interés entre políticos y organizaciones de la sociedad civil de Zimbabwe, que buscan promover la participación ciudadana en la redacción de una nueva carta magna.
La historia se centra en una reunión familiar donde se debatirá el inminente casamiento de la hija, Constance. Pero ella no se aparece. Se atrasa por estar demasiado ocupada participando en un comité que prepara las consultas públicas sobre la nueva Constitución.
La obra utiliza las divisiones que los planes matrimoniales de Constance generan en la familia —como las discrepancias sobre a cuánto debería ascender la suma que el novio debe pagar por la novia, y quién debería embolsarse qué fracción de las ganancias— para subrayar las posiciones divergentes que han surgido en torno a la nueva Constitución del país.
"Plantea muchas preguntas pertinentes, y también intenta responder aquellas relativas a cómo hacer que la nueva ley suprema esté verdaderamente guiada por la gente", dijo a IPS el director Tafadzwa Muzondo.
"La población todavía tiene preguntas sobre algunos aspectos clave del proceso, y si se valorará el aporte de la gente común", agregó.
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"La obra aborda cuestiones como quién es el pueblo, qué clase de ideales hacen a una Constitución democrática, la importancia de garantizar la libertad de expresión y las diversas opiniones e ideas procedentes de distintos sectores de la sociedad", explicó.
Muzondo, un actor consagrado en Zimbabwe, dijo que, aunque la obra no necesariamente aporta respuestas, puede brindar una plataforma nueva para el debate de estos temas.
Desde el escenario, la familia de Constance plantea preguntas en torno a qué está mal con la Constitución actual, si es que se necesita una nueva, qué condujo al rechazo de un borrador de carta magna en 2000 y las perspectivas de lograr una que esté pautada por los intereses del pueblo.
Douglas Mwonzora, uno de los tres copresidentes del interpartidario Comité Parlamentario Constitucional, se mostró muy optimista en cuanto a que la obra confiera una nueva dimensión al proceso.
Los artistas "han sido de gran utilidad en revoluciones, guerras y otros acontecimientos históricos. Creo que obras de arte como ésta juegan un rol clave en concientizar a nuestro pueblo sobre la necesidad de participación en este proyecto nacional único. Es muy alentador ver artistas que generan productos sobre el proyecto", dijo.
La redacción de la nueva carta magna es una de las principales tareas que abordan los tres partidos del gobierno: la Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF) y dos formaciones del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC). El proceso se ha retrasado varias veces por falta de financiamiento y disputas entre los partidos.
Aunque el inicio de las consultas públicas en todo el país se vio demorado, la Coalición Crisis en Zimbabwe (CZC) considera que la obra teatral es un enfoque fresco para comenzar a estimular la reflexión y reunir los aportes de los ciudadanos comunes.
La Coalición se asoció con Rooftop, empresa productora de la obra, para que ésta pueda realizar una gira nacional. También será traducida a los idiomas locales.
"No se trata simplemente de llevarle una obra al pueblo, sino de llevarle el debate sobre asuntos cruciales al pueblo", dijo MacDonald Lewanika, director de CZC.
"Vemos al teatro como un vehículo que puede disparar el debate tanto sobre el proceso como sobre el contenido. Intentamos hacer esto de un modo no-preceptivo, no partidario", añadió.
Lewanika dijo que la elección del teatro como medio de influir en el debate sobre la nueva Constitución partió de darse cuenta de que "la sociedad no es homogénea", por lo que es necesario transmitir mensajes diferentes de un modo diferente.
"Waiting for Constitution" está en cartel desde el 23 de febrero en el Teatro en el Parque de Harare, y es la segunda obra de Stephen Chifunyise centrada en temas de actualidad. El año pasado escribió otra, titulada "Heal the Wounds" (Sanar las heridas), sobre el proceso de sanación nacional propuesto por el gobierno.
La que ahora se pone en escena es una exploración franca y refrescante sobre cuestiones álgidas, como la participación de las mujeres en el proceso constitucional, las discrepancias sobre los varios borradores propuestos, las divisiones que han sacudido a la sociedad civil en torno a este tema, la coerción que ejercen los partidos políticos sobre la población, la participación de exiliados y los derechos de las minorías sexuales, entre otros aspectos.