SUDÁFRICA: Inerme ante el tráfico humano

La llegada de unos 350.000 fanáticos del fútbol a Sudáfrica para presenciar la Copa Mundial de la FIFA podría agravar la trata de personas, pero el gobierno ni siquiera conoce las dimensiones de este delito.

Uno de los mayores obstáculos es la falta de información precisa sobre la amplitud del problema, según un estudio realizado por el Consejo de Investigación en Ciencias Humanas (HSRC, por sus siglas en inglés), a pedido de la fiscalía general.

El estudio, que incluyó a los vecinos Lesotho, Swazilandia y Zimbabwe, indica que la mayoría de las víctimas son mujeres, niñas y niños, explotados con fines de prostitución, pornografía, servicio doméstico, trabajo forzado y actividades delictivas.

Sudáfrica es considerado un punto central de la trata de personas en África, un delito conocido como "tsireladzani" y que suele ser transfronterizo.

Pero la escasez de datos y la falta de cooperación del gobierno dificultaron la labor del equipo investigador del HSRC, dijo a IPS la profesora Carol Allais. Algunos departamentos (ministerios) se negaron a brindar información pese a que la fiscalía les hizo saber por escrito que debían apoyar el estudio.
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Así, se debió utilizar la base de datos de la Organización Internacional para las Migraciones, cuya información se limita a los casos que ha tratado esa agencia de las Naciones Unidas, explicó Allais.

Por otra parte, la calidad de los datos que manejan las organizaciones no gubernamentales es cuestionable, agregó, pues a veces inflan las cifras como parte de sus estrategias para financiar sus actividades.

Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) también advirtió en 2007 acerca de la poca información sobre el problema en Sudáfrica y la ausencia de estadísticas oficiales.

La policía registra los casos sobre trata de personas como si fueran otros delitos, desde secuestro hasta violación o distintos tipos de agresión.

La fiscalía, que tiene entre sus funciones perseguir este delito, encomendó el estudio a raíz de presiones internacionales, de Estados Unidos y de organizaciones no gubernamentales, para que el gobierno actúe.

La trata de personas es el sometimiento a trabajo forzado, esclavitud o servidumbre en fábricas, fincas, burdeles o casas. Suele incluir el traslado de las víctimas de un país a otro, generalmente mediante engaño, y la extracción de los documentos de identidad.

Sudáfrica es signataria del Protocolo de Palermo, que la obliga a investigar y procesar a los responsables de trata así como a capacitar a funcionarios policiales para que asistan y protejan a las víctimas.

El Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos mencionó a Sudáfrica en informes emitidos entre 2005 y 2008 por no cumplir con las normas internacionales en la materia, entre ellas el registro de casos. Washington puede congelar asistencia no humanitaria a países que incumplen de manera persistente esas obligaciones.

En 2009 Sudáfrica logró librarse de la acusación gracias a algunas medidas y a un renovado compromiso de cumplir este año con el "Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional", adoptado en 2000 en la ciudad italiana de Palermo.

Ahora, la sociedad civil advierte sobre el peligro que constituye la Copa Mundial de FIFA, que se celebrará en junio en este país. Este tipo de acontecimientos suele ir acompañado de un aumento de la demanda y la oferta de prostitución, por ejemplo.

La falta de registro de los casos denunciados y perseguidos llevó a que los investigadores no pudieran estimar la cantidad de víctimas, si bien intentaron definir las características más salientes del fenómeno.

Una de las recomendaciones del estudio es que Sudáfrica lleve a cabo una amplia campaña educativa y de información, que debería incluir entrenamiento para el personal del sistema judicial con el fin de mejorar su comprensión del delito. "La ignorancia es generalizada", dijo Allais.

Otras recomendaciones son un mejor control de las fronteras, entrenamiento para los inspectores laborales, elevar el nivel de la información de inteligencia y reformar el sistema de visados para los grupos de población de riesgo: mujeres, niñas y niños.

En una entrevista con la radioemisora pública de Sudáfrica, la coordinadora de delitos sexuales y asuntos comunitarios de la fiscalía general, Malebo Kotu-Rammopo, dijo que la base de datos de casos de trata se creará cuando se apruebe la ley para prevenir y combatir este delito, que fue presentada al parlamento la semana pasada.

Ese registro, dijo Kotu-Rammopo, permitirá al gobierno perfeccionar su política en la materia e inclusive diseñar mecanismos específicos para proteger a los sectores más vulnerables.

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