Trece mujeres son asesinadas diariamente por «honor» a manos de sus propios familiares, según la jordana Rana Husseini, activista por los derechos humanos y periodista que ha dedicado su carrera a combatir esta práctica.
"Documento los casos de mujeres, sus historias, el hecho de que vivieron sobre esta Tierra y alguien las privó del derecho a seguir viviendo", dijo Husseini a IPS.
Un "asesinato de honor" ocurre cuando una familia siente que una mujer que la integra ha manchado la reputación de todo el grupo, según Husseini, autora del libro "Murder in the Name of Honor" ("Asesinato en nombre del honor").
"La persona elegida por la familia para llevar a cabo el asesinato (habitualmente del sexo masculino: hermano, padre, primo, tío por parte paterna o esposo) termina brutalmente con la vida de su familiar del sexo femenino para limpiar a la familia de la vergüenza que ella le causó", escribe Husseini en su libro.
Esta periodista de The Jordan Times escuchó historias de mujeres de todo el mundo que fueron asesinadas por comer goma de mascar, reírse de un chiste en la calle o usar maquillaje.
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Según Husseini, informes presentados ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas indican que este tipo de muertes tienen lugar en Bangladesh, Brasil, Ecuador, Egipto, Estados Unidos, Gran Bretaña, India, Israel, Jordania, Marruecos, Pakistán, Palestina, Suecia, Turquía, Uganda y Yemen, entre otros.
IPS dialogó con Husseini, quien en 2008 ayudó a crear el Comité Nacional Jordano para Eliminar los Crímenes de Honor.
IPS: ¿Se ha producido algún avance en el intento por frenar los asesinatos de honor?
RANA HUSSEINI: Jordania es un muy buen ejemplo de avances. Desde que empecé hasta hoy hubo unos cambios tremendos. Por ejemplo, en 2009 se creó el primer tribunal especial de la historia en juzgar a hombres que matan por el honor de su familia. Por primera vez el tribunal se negó al pedido de la familia de retirar los cargos. El hombre fue condenado a 15 años. Éste es un cambio importante. La sociedad civil ha sido activa y el gobierno habla de cambiar algunas leyes.
IPS: ¿De qué manera intervino el gobierno jordano?
RH: En Jordania el trabajo se ha hecho a todos los niveles, empezando por la familia real y en el ámbito de la sociedad civil. La reina Rania se ha manifestado al respecto. Incluso el rey Hussein (bin Talal, 1935-1999) abordó activamente el problema de la violencia doméstica y de mujeres y niños. Es importante que un líder de un país hable sobre este tema, y eso es algo que no se ve en muchos países.
IPS: ¿Ve usted algún cambio en las actitudes de los hombres?
RH: En el pasado, cuando yo daba conferencias, los hombres levantaban la mano y decían: "Yo mataría a mi hermana, ¿y qué? Ella hizo algo malo". Pero ahora los hombres están más abiertos a conversar sobre el tema. En Jordania hay una organización que desde hace cinco años realiza una gira con una obra de teatro. Algunos personajes son hombres. En la obra ocurren asesinatos de honor, y ellos paran y le preguntan al público qué opina. Es importante que los hombres participen.
IPS: Los crímenes de honor no son perpetrados solamente por hombres. Por ejemplo, usted escribió sobre uno que tuvo lugar en 1989 en St. Louis y en el que participaron un padre y una madre. Mientras ella sujetaba a su hija, él la mató a puñaladas. ¿Qué rol juegan las mujeres en los asesinatos de honor?
RH: Habitualmente las mujeres se dividen en dos grupos. Primero están aquellas que no tienen voz en la materia. Si hablan las pueden asesinar. Así es como terminan siendo cómplices. Otras realmente creen que la mujer debe ser castigada y que eso será una lección para los demás integrantes de la familia.
IPS: ¿Alguna vez se encontró con una situación en la que una mujer interviniera para ayudar a otra?
RH: No, nunca he visto que nadie intervenga.
IPS: ¿Hay alguna ramificación social para un hombre o mujer que comete un asesinato de honor?
RH: Existe hipocresía entre las personas que empujan a otras a matar. Yo entrevisté a varios asesinos que dijeron que les prometieron cosas como dinero si cometían el asesinato, y luego sus familias les dieron la espalda.
IPS: En una entrevista con la cadena PBS usted dijo que los asesinatos de honor no son un asunto religioso sino cultural.
RH: Muchas personas piensan que estos asesinatos se relacionan con el Islam, pero ocurren en todas las religiones. Yo he realizado artículos sobre mujeres asesinadas por miembros de sus familias en Jordania que eran cristianas. En Italia hay hombres que matan a sus familiares en nombre del honor. Eso también ocurre en la fe hindú.
IPS: ¿Por qué escribió este libro?
RH: Quiero que sea una referencia creíble y un libro de consulta para todo aquel que quiera información sobre este tema. También quiero plantear soluciones para personas que quieran saber qué pueden hacer para ayudar.