ELECCIONES-IRAQ: Partidos laicos llevan la delantera

Una de las grandes coaliciones laicas de Iraq, Estado de Derecho, parece ser la mayor sorpresa de las elecciones parlamentarias del 7 de este mes, al tiempo que los populares partidos religiosos pierden peso, según resultados oficiales preliminares.

Los pronósticos previos indicaban que Al-Iraqiya sería una de las coaliciones más votadas, pero la paridad mostrada con Estado de Derecho superó las expectativas de muchos dentro y fuera de Iraq.

Al-Iraqiya está encabezada por Ayad Allawi, un chiita secular designado por Estados Unidos como primer ministro de la post-guerra, tras la invasión de 2003. La coalición está integrada por poderosas facciones sunitas con personalidades importantes como el vicepresidente Tariq al-Hashemi.

En determinado momento del conteo de votos, Al-Iraqiya logró tomar la delantera, pero ahora está detrás de Estado de Derecho, dirigida por el primer ministro Nuri al-Maliki, integrada principalmente por chiitas, aunque no de forma exclusiva.

Al-Iraqiya logró la delantera en las provincias de mayoría sunita de Nineveh, Anbar, Diyala, Salahaddin, e incluso en Kirkuk —donde existe una fuerte rivalidad entre kurdos, árabes y turcomanos— según los resultados preliminares disponibles en el sitio de Internet de la Comisión Electoral de Iraq.
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Especialistas atribuyen los resultados provisorios a que los sunitas temieron ser gobernados por religiosos chiitas y prefirieron los partidos laicos para poder unirse con facciones laicas de la comunidad chiita.

En las elecciones parlamentarias de 2005, la mayoría de los iraquíes de las zonas árabes optaron por los partidos religiosos. Pero la tendencia comenzó a cambiar en los comicios provinciales de 2009, cuando los partidos seculares votaron bien.

"El comportamiento de los sunitas cambió", señaló Mishkat al-Moumin, especialista en Iraq del Instituto para Medio Oriente, con sede en esta ciudad estadounidense. "Antes querían elegir a un gobernante de su propia comunidad. Pero ahora cambiaron de estrategia y decidieron unirse a los chiitas laicos. Tienen intereses comunes", añadió.

Mishkat fue ministro de Ambiente en el gobierno de Allawi, de 2004 a 2005.

Estado de Derecho, de Maliki, fue la coalición más votada en siete provincias chiitas del sur y en Bagdad, cuya población es heterogénea.

Iraq tiene 18 provincias.

El primer ministro trató de diferenciarse en los últimos años de los partidos más religiosos y sectarios y trata de presentarse como una figura nacionalista.

Del 90 por ciento de los sufragios escrutados en el país, Estado de Derecho lleva la delantera con 2.256.853 votos, en tanto Al-Iraqiya le sigue de cerca con 2.220.443, según la Comisión Electoral.

Pero los escaños se distribuyen según los resultados provinciales, pero aún no está claro cómo se traducirá eso en asientos parlamentarios.

La ventaja de la coalición de Allawi es un hecho aplaudido en Washington, que aspira a que surja una fuerza laica y nacionalista en Iraq que pueda contrarrestar la influencia de Irán.

Si Al-Iraqiya resulta vencedora, le costará mucho formar una coalición gobernante por la naturaleza heterogénea de la política iraquí.

La Constitución de ese país prevé que el presidente ceda a la coalición más votada la potestad de formar un gabinete en 30 días. Además ésta tiene que obtener la mayoría absoluta, más de la mitad de los asientos legislativos, para formar gobierno.

La agrupación Alianza Nacional Iraquí, integrada por numerosos partidos religiosos chiitas con figuras influyentes como el líder del Consejo Supremo Islámico de Iraq, Ammar al-Hakim, el clérigo Muqtada Sadr y Ahmed Chalabi, vinculado a neoconservadores estadounidenses, además del ex primer ministro Ibrahim al-Jafari (2005-2006), obtuvo menos votos que las otras dos coaliciones.

Sólo pudo ganar en tres provincias del sur y no le fue bien en las zonas de mayoría sunita.

Los partidos chiitas religioso Fadhila, cuyo bastión se ubica en la meridional provincia de Basora y sus alrededores, y el Consejo Supremo Islámico, el más fuerte hasta las elecciones provinciales de 2009, son los grandes perdedores.

"En 2005 solía ser duro argumentar que la influencia de Consejo Supremo Islámico, dentro de la gran coalición chiita Alianza Iraquí Unida, solía exagerarse", escribió el analista Reidar Visser, en su blog.

"Después de las elecciones de enero de 2009 comenzó a ser más reconocido el debilitamiento del Consejo", apuntó Visser.

"Los resultados preliminares de las elecciones parlamentarias muestran una mayor marginación del Consejo dentro de la reconstituida alianza chiita", remarcó.

El Consejo Supremo Islámico y Fadhila obtuvieron sólo 12 asientos de los casi 67 que tiene asegurados la Alianza Nacional Iraquí, según estimaciones de Visser.

Estado de Derecho y Alianza Nacional Iraquí no obtuvieron buenos resultados en las zonas sunitas, pero Al-Iraqiya parece haber hecho una significativa incursión en los centros de poder de ambos partidos en el sur, en especial en Basora y Babil.

En Bagdad, Al-Iraqiya sigue de cerca a Estado de Derecho.

Los resultados parecen haber sorprendido hasta al propio bloque de Maliki.

Colaboradores cercanos al primer ministro culparon a Al-Iraqiya de fraude electoral, en medio de acusaciones generalizadas entre todos los partidos. Su asistente Ali al-Adib declaró a la agencia de noticias francesa AFP que para que Allawi estuviera primero era necesario un "milagro".

Pero los últimos resultados divulgados este viernes le dan la delantera al partido de Maliki con una ínfima diferencia de 40.000 votos sobre el de Allawi.

Las elecciones legislativas fueron el 7 de este mes, pero la Comisión Electoral todavía no fijó una fecha para dar los resultados definitivos.

Si llegara a ganar Al-Iraqiya, la conformación misma de la coalición puede complicarle la posibilidad de alcanzar acuerdos en la interna. El hecho de que haya obtenido la mayoría de sus votos en las provincias sunitas le traerá problemas para lidiar con las facciones de mayoría chiitas y con los kurdos.

Algunas autoridades de las dos mayores coaliciones chiitas, Estado de Derecho y la Alianza Nacional Iraquí, idearon y respaldaron el proceso para proscribir a figuras clave sunitas de Al-Iraqiya. Eso podría haber creado diferencias entre partidarios de esta coalición y otras agrupaciones chiitas.

Las relaciones entre algunas figuras de Al-Iraqiya de Nineveh y de los dos mayores partidos kurdos, el Partido Democrático de Kurdistán y Unión Patriótica de Kurdistán, también están tensas.

Los vínculos entre las distintas comunidades en lugares como Nineveh y Kirkuk están tirantes por disputas territoriales y acuerdos para compartir el poder.

Pese a las tensiones, las autoridades de los distintos partidos comenzaron las negociaciones para encontrar elementos en común. La formación del nuevo gobierno se prevé que dure semanas o hasta meses.

El proceso demoró unos cinco meses tras las elecciones parlamentarias de 2005.

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