EEUU-INDONESIA: Renovada cooperación militar

El gobierno del presidente estadounidense Barack Obama espera reanudar el entrenamiento de una unidad militar de elite de Indonesia cuyos miembros fueron condenados por abusos a los derechos humanos en Timor Oriental, entre otros lugares.

Los dirigentes de las controvertidas fuerzas especiales de Indonesia —el Komando Pasukan Khusus, o Kopassus— estuvieron esta semana en Washington para discutir la propuesta.

Su llegada precedió a la visita oficial que Obama realizará este mes a Indonesia. El viaje servirá para lanzar la Asociación Integral Estados Unidos-Indonesia, una estrategia bilateral para potenciar la cooperación en materia de seguridad y economía entre los dos países.

"En los próximos meses, el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos evaluará la prohibición (que indica) que se restablezcan las relaciones entre militares para permitir que los oficiales del Kopassus sean entrenados en Estados Unidos", dijo el miércoles a The Jakarta Post el ex ministro de Defensa Juwono Sudarsono.

En el marco de la Ley Leahy, aprobada en 1997, Washington tiene prohibido entrenar o brindar otra clase de asistencia a cualquier unidad militar extranjera si hay "evidencia creíble" de que ha cometido "flagrantes violaciones a los derechos humanos".
[related_articles]
Pero esa prohibición puede no aplicarse si la secretaria de Estado certifica que el gobierno extranjero en cuestión está "adoptando medidas efectivas" para llevar a la justicia a los miembros de la unidad responsables de los abusos.

El Kopassus es conocido por haber empleado tácticas brutales desde los años 70, particularmente en Timor Oriental, Aceh, Papúa y Java. Varias organizaciones de derechos humanos, entre ellas Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la East Timor Action Network (Red de acción de Timor Oriental), han acusado a la unidad de asesinatos, torturas y secuestros, entre otras atrocidades.

Sin embargo, el plan de reanudar el entrenamiento por parte de Estados Unidos propone limitar la participación a los miembros más jóvenes del Kopassus, dado que por su edad es más probable que no hayan participado en los abusos más conocidos del grupo.

Los nuevos esfuerzos por comprometer a los militares indonesios tienen lugar luego que, la semana pasada, la secretaria de Estado Hillary Clinton declaró en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado que el gobierno espera expandir su asociación militar con Indonesia y potenciar la cooperación contra el terrorismo.

Pero esta política también cuenta con opositores. Los críticos sostienen que el Kopassus continúa cometiendo serios abusos impunemente, y que restablecer una relación cooperativa puede resultar contraproducente.

"La asistencia militar de Estados Unidos perjudica la reforma y retrasa la responsabilización sobre los derechos humanos en Indonesia", dijo John M. Miller, coordinador nacional de la East Timor Action Network (ETAN).

La mejor manera de impedir futuras violaciones es responsabilizar a los militares indonesios que cometieron abusos a los derechos humanos en Timor Oriental, Papúa Occidental y otras partes, opinó.

"Muchos de estos delitos ocurrieron mientras Estados Unidos estaba profundamente comprometido con los militares indonesios, aportando la mayor parte de sus armas y entrenamiento", agregó.

El mes pasado, Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch, envió una carta abierta a la Casa Blanca en la que llamó a Obama a "aprovechar esta oportunidad de reafirmar que los derechos humanos y el imperio de la ley son pilares esenciales del compromiso de Estados Unidos en Indonesia".

Roth le pidió, además, "condicionar incluso un re-compromiso limitado con el Kopassus" al despido de "todo personal previamente condenado por abusos a los derechos humanos" y a la creación de un tribunal para investigar exhaustivamente la desaparición de una veintena de activistas en 1997 y 1998. Organizaciones de derechos humanos han denunciado como responsables a unidades del Kopassus.

También exigió la implementación de reformas estructurales de amplio alcance para potenciar el control civil en áreas que van desde la jurisdicción de los tribunales militares a las vastas empresas administradas por militares que ejercen una importante influencia en la economía indonesia, particularmente en regiones ricas en recursos, como Papúa.

La campaña para reanudar el entrenamiento estadounidense de unidades del Kopassus constituye el último acontecimiento en un acercamiento entre las fuerzas armadas de Estados Unidos e Indonesia (la Tentara Nasional Indonesia, TNI).

Washington comenzó a apoyar fuertemente al ejército de Indonesia a fines de los años 50. Desde entonces, especialmente el Pentágono considera que las fuerzas armadas son la única institución nacional efectiva —aunque corrupta y a menudo brutal— en un archipiélago que se expande por miles de kilómetros e incluye a cientos de islas.

Luego que en 1991 soldados indonesios masacraron a más de 100 manifestantes pacíficos en Timor Oriental, el Congreso legislativo decidió que Indonesia ya no sería un país apto para los programas de educación y entrenamiento militar internacional ni para comprar ciertas clases de equipos militares "letales".

Cuando la TNI, el Kopassus y sus contingentes locales arrasaron con Timor Oriental luego que su electorado votó para independizarse de Indonesia en 1999, el gobierno del ex presidente Bill Clinton (1993-2001) rompió todos los vínculos con la TNI, pero al año siguiente restableció silenciosamente los contactos.

Tras los atentados terroristas que el 11 de septiembre de 2001 dejaron 3.000 muertos en Nueva York y Washington, el gobierno del ex presidente George W. Bush (2001-2009) intentó eludir la prohibición de apoyar a la TNI brindándole una asistencia antiterrorista limitada, no así al Kopassus.

Alentado por el atentado con explosivos que tuvo lugar en 2002 contra un club nocturno en la isla de Bali, en el que murieron casi 200 personas, argumentó que el territorio indonesio era usado por miembros de la red extremista Al Qaeda.

Al año siguiente, el gobierno liberó fondos para entrenar a una cantidad limitada de oficiales de la TNI, pese a las fuertes objeciones del Congreso, que reclamaba que primero Yakarta investigara el asesinato de dos maestros estadounidenses en Papúa y llevara a los perpetradores a la justicia. Sin embargo, la prohibición que pesaba sobre el Kopassus siguió vigente, debido a la Ley Leahy.

En 2005, Washington revocó el embargo de armas que había impuesto a Yakarta y, desde entonces, los vínculos entre ambas fuerzas armadas se han incrementado.

El gobierno de Obama considera que hay mucho para ganar potenciando los lazos militares con Indonesia, la nación musulmana más populosa y la mayor economía de Asia sudoriental.

Estratégicamente ubicado, el archipiélago tiene rutas marítimas esenciales y una desconfianza histórica hacia China, lo que hace tiempo lo ha convertido en un socio ideal para contener a Beijing.

En los últimos años, Estados Unidos ha competido con China por la influencia en la región. La "política de no interferencia" del gobierno chino, que financió proyectos de desarrollo e infraestructura en el sudeste asiático sin condicionar esa asistencia al cumplimiento de criterios de derechos humanos o afines, ayudó a expandir su influencia.

El ministro de Defensa de Indonesia, Purnomo Yusgiantoro, dijo el jueves a la agencia Reuters que sus fuerzas en el estrecho de Malaca estarían particularmente alerta, luego que la armada de Singapur advirtió sobre un posible atentado terrorista contra buques petroleros que viajan por el canal.

La piratería ha acosado a esa zona durante mucho tiempo, pero un ataque terrorista podría tener serias repercusiones económicas en los alrededores.

El estrecho contiene pasajes angostos que, de ser obstruidos, pueden crear fácilmente embotellamientos que perjudiquen el flujo comercial y energético desde el océano Índico hacia el mar de Japón, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe