La pakistaní Saleha Firdaus tiene dos hijos adolescentes y concurre a clases de baile estilo Bollywood y disfruta de «cada momento» de su espacio, al igual que Maheen Jafri, de 22 años, quién descubrió el hip-hop que le ayudó a «deshacerse por completo de sus inhibiciones».
La danza se entendería en otras partes del mundo como una forma de entretenimiento más. Pero en un país islámico como Pakistán, donde se desprecian todas las artes interpretativas, y en especial la danza, la tendencia a bailar al estilo Bollywood dejó atónitos a muchos.
Bollywood se refiere a la industria cinematográfica en hindi, ubicada en la ciudad india de Mumbai, ex Bombay, cuyos filmes incluyen escenas musicales.
"Estás inmerso en otro planeta", exclamó Firdaus, de 39 años. "Es el tiempo libre que me tomo para mí, fuera de la familia", añadió.
Firdaus concurre dos veces por semana a la clase de baile de Joshinder Chagger, de una hora, en uno de los barrios más elegantes de esta meridional ciudad portuaria de Pakistán. "Creo que después de tantos años de preocuparme por la casa, los niños y mi esposo, me merezco estas dos horas por semana", señaló.
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Pero nadie puede conocer el secreto de Firdaus, salvo su esposo y sus hijos, cuanto menos su familia política. "No lo entenderían", se lamentó. Les dice que va a un gimnasio, lo que es más aceptable.
"Creo que nunca bailé mal, pero era reservada y conservadora", señaló Jafri, de complexión menuda. Estudiante de economía y finanzas, la joven concurre al Centro Recreativo BodyBeat. El instructor, Hazan Rizvi, "la ayudó a romper todas las barreras", apuntó.
Muchas fanáticas de los ejercicios aeróbicos y del yoga, de 16 a 60 años, optan por las clases de Rizvi, que ayudan a quemar grasas, o sucumben ante la promesa de Chagger de "dejarlas en forma con los bailes estilo Bollywood".
Lo que más sorprende es que muchas no sólo se quitan el hijab (velo tradicional islámico) y muestran sus pantalones ceñidos y sus camisetas, sino que también se deshacen de todas sus inhibiciones una vez que se ponen los zapatos de danza.
"Bailar al estilo Bollywood es todo lo que quieren las pakistaníes", señaló el médico Tarannum Ahmed, al explicar la tendencia actual. "Las clases de danza son una prolongación del sentirse bien. En esa hora de clase, las mujeres reviven fantasías de la deslumbrante ciudad. Mejoran su autoestima y se sienten hermosas", añadió.
Chagger, quien a los cinco años comenzó a estudiar bharatnatyam, un baile clásico oriental, se pasó a la danza contemporánea.
La profesora definió la danza como un "diálogo, una comunicación y una forma de expresión corporal" y añadió que las mujeres suelen ir a sus clases para "perder peso, hacer ejercicio y sentirse bien".
Rizvi, de 25 años, agregó que también sirve para "socializar, hacer nuevos amigos y es la nueva moda en la ciudad".
La edad y las razones de quienes optan por bailar al estilo Bollywood son variables. Algunas mujeres de más de 40 o 50 años quieren aprender los últimos pasos para bailar en el casamiento de sus hijas o no pasar vergüenza en las jornadas de beneficencia u otros acontecimientos.
"Vienen y me dicen que tienen un casamiento familiar y que nunca bailaron o que se mueven raro", relató la instructora Fehmida Masktiya, de 42 años, quien hace poco comenzó a dar clases en su casa, exclusivas para mujeres.
"Me encanta bailar, siempre me gustó", señaló Maskatiya, cuya familia conservadora no ve con buenos ojos su pasión. Sólo puede mostrar sus habilidades en reuniones familiares exclusivas de mujeres. "Me moría por enseñar a otras pesonas lo que sé, pero tenía miedo de la reacción de mi familia", añadió.
Al final, consiguió el apoyo de su marido. Cada día aumenta la cantidad de mujeres que concurren a sus clases.
Zahid Hussain es un instructor autodidacta de 25 años que da clases privadas en hogares particulares desde hace cinco años. Entre sus clientes tiene "celebridades del mundo del espectáculo, empresarias y hasta políticas", pero se negó a divulgar sus nombres.
Hay muchas mujeres que toman clases de danza simplemente para entretenerse. Los cambios que experimentan nunca dejan de sorprenderme, señaló Hussain. "Desarrollan una confianza interna, son más seguras de sí mismas, más graciosas y se ven más felices", añadió.
"Recibí el mejor cumplido de mi vida cuando un hombre se me acercó en una fiesta y me dijo que a los dos meses de que su esposa comenzó a ir a mis clases se había transformado", relató.
"También me dijo que se había vuelto más comunicativa, más dispuesta a salir y socializar, estaba más contenta y tenía más confianza en sí misma", añadió.
"Entonces me dije que iba a ser esto toda mi vida si soy capaz de lograr un cambio tan radical en la gente", aseguró.
Quizá Jafri no se deshizo de todas las "capas extra" de grasa que quería perder cuando se unió a las clases de Rizvi, pero aprecia las amigas que hizo. "El grupo es variado, con mujeres de 16 a 30 años, y es muy divertido estar con ellas", relató.
Hasta Chagger valora esos momentos.
"Todas, hasta yo misma, tenemos una gran sonrisa durante toda la clase. Hay un zumbido de energía positiva. Por mi parte, me siento viva en ese espacio", relató. "Necesitamos de más de esto en esta ciudad", añadió, en alusión a la ola de ataques violentos que sacudieron Karachi hace dos meses.
Pero no a todo el mundo le atrae la moda Bollywood.
"Me entristece el rápido y desagradable deterioro de nuestra sociedad", señaló Sheema Kermani, reconocida bailarina clásica, quien considera que el baile tipo Bollywood es una actividad "sin sentido" que está de moda y "carece de creatividad y de inteligencia".
"No es alimento para la mente y creo que cuando no hay intelecto, no hay política, entonces no hay arte", señaló Kermani, activista de la organización no gubernamental Tehrik-e-Niswan (mujeres en movimiento).