La secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, enfatizó este lunes, Día Mundial del Agua, que para la política exterior de su país es fundamental abordar los desafíos mundiales relativos a este recurso.
"Para Estados Unidos el agua representa una de las grandes oportunidades diplomáticas y de desarrollo de nuestro tiempo. No todos los días se encuentra un asunto donde la diplomacia efectiva y el desarrollo permiten salvar millones de vidas, alimentar a los hambrientos, dar poder a las mujeres, promover nuestros intereses de seguridad nacional, proteger el ambiente y demostrarles a miles de millones de personas que Estados Unidos se preocupa", dijo.
El agua "sienta precedentes para la diplomacia preventiva", donde los problemas son abordados tempranamente y de modo proactivo, agregó Clinton.
Su discurso fue uno de una serie de acontecimientos realizados en Washington en el marco del Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo de cada año desde 1992, cuando la Organización de las Naciones Unidas lo creó para centrar la atención en las crisis hídricas y sus soluciones.
Dieciocho años más tarde, esas crisis se han vuelto más inmediatas. Los glaciares y la nieve del Himalaya y África oriental están desapareciendo, igual que los ríos y las corrientes de las que se alimentan.
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El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) pronostica que entre 75 y 250 millones de africanos se verán más acuciados por la falta de agua para 2020.
Pero el cambio climático es apenas una parte de la ecuación. El aumento de la población mundial, el saneamiento de mala calidad y el uso insostenible del agua destinada a cultivos y hogares contribuyen a presionar el ciclo del agua que mantiene la vida sobre la Tierra, poniendo en peligro tanto la cantidad como la calidad del recurso más importante del planeta.
La Organización Mundial de la Salud señala que la escasez hídrica afecta a una de cada tres personas en cada continente, y que la quinta parte de la población vive en áreas que padecen esa situación.
La cuarta parte de la población mundial enfrenta la escasez de agua debido a una falta de infraestructura para transportarla desde ríos y acuíferos.
Éstas no son sólo cuestiones humanitarias, sino también de seguridad, dijo Clinton. "Y es por eso que el presidente (Barack) Obama y yo reconocemos que los asuntos del agua son parte integral del éxito de muchas de nuestras principales iniciativas de política exterior", agregó.
La secretaria de Estado también destacó que abordar la escasez del agua y su calidad es esencial porque "la estabilidad de gobiernos jóvenes en Afganistán, Iraq y otras naciones depende en parte de su capacidad de brindar a su pueblo acceso al agua y el saneamiento".
Entre los otros proyectos específicos que deben tener en cuenta las cuestiones relativas al agua, Clinton citó la Global Health Initiative (iniciativa de salud mundial), que compromete 63.000 millones de dólares a lo largo de seis años para mejorar la salud infantil y combatir enfermedades prevenibles en los países más pobres.
Los efectos de la falta de acceso al agua o el saneamiento son conocidos. Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) difundido este lunes señala que 1,8 millones de niños menores de cinco años fallecen por falta de agua limpia.
El estudio también plantea que la diarrea, principalmente causada por el agua sucia, mata a unos 2,2 millones de personas al año, y que alrededor de la mitad de las camas de los hospitales del mundo están ocupadas por quienes padecen "enfermedades vinculadas al agua contaminada".
Clinton también destacó los esfuerzos del gobierno por promover la seguridad alimentaria, diciendo que "70 por ciento del agua que se usa en el mundo se dedica a la agricultura" y que abordar los temas hídricos ayudará a Estados Unidos a potenciar a las mujeres en el mundo.
Un mejor manejo de algunas de estas cuencas puede aumentar el bienestar de la población al punto tal de sacar a parte de ella de la pobreza, añadió.
En el futuro cercano, los problemas del agua serán aún más acuciantes que ahora, sostuvo.
"Para 2025 —dentro de apenas 15 años—, casi dos tercios de los países serán objeto de presiones hídricas y 2.400 millones de personas enfrentarán una absoluta escasez de agua, al punto en que una falta de agua amenaza el desarrollo social y económico", dijo Clinton.
La secretaria de Estado pronunció su discurso como parte de un acto sobre agua potable y saneamiento que se llevó a cabo en la Sociedad Geográfica Nacional. También en Washington, este lunes se realizaron mesas redondas sobre estos temas en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
Activistas se reunirán este martes en la capital estadounidense a fin de presionar al Congreso legislativo para que adopte programas sostenibles en materia de agua, saneamiento, higiene y salud infantil, como parte del segundo día de conmemoraciones del Día Mundial del Agua en el país.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) celebrará el 23 de abril la primera reunión anual de alto nivel sobre agua y saneamiento en Washington. Se espera asistan ministros de Finanzas y Desarrollo de varios países.