La Autoridad Nacional Palestina (ANP) se enfrenta a una ola de acusaciones que van desde acoso sexual, pasando por luchas internas de poder, hasta malversación de fondos.
La detención de una célula de miembros del partido secular Fatah, entre los que hay funcionarios de las fuerzas de seguridad de la ANP, sacude a esta central ciudad cisjordana.
El operativo fue realizado por los propios colegas de los detenidos, acusados de planear el asesinato de dirigentes de la ANP.
Fatah está comandada por Mahmoud Abbas, quien preside la ANP y es el interlocutor ante Israel y la comunidad internacional en las negociaciones para poner fin al prolongado conflicto palestino-israelí.
En la actualidad, la ANP sólo controla Cisjordania, tras haber sido expulsada por su rival Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) en junio de 2007.
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La seguridad en torno a la sede de la ANP en Ramalah, conocida como Muqata, se reforzó más de lo habitual en los últimos días.
IPS pudo observar cómo se ubican más francotiradores de la prestigiosa guardia presidencial de Abbas en las paredes que rodean la sede del gobierno.
El alto funcionario del aparato de seguridad palestino Mujahed Nimer fue detenido hace unos días en su casa cerca del campamento de refugiados de Qalandia, al norte de Jerusalén, acusado de liderar la facción de Fatah que preparaba los asesinatos.
Otros cuatro sospechosos más del mismo grupo fueron detenidos por las fuerzas de seguridad palestinas en las últimas dos semanas.
Hasta ahora, la ANP sólo debía preocuparse por los intentos de asesinato que pudiera preparar Hamás.
La detención de los cuatro sospechosos de Fatah siguió a la muerte de un soldado de las Fuerzas de Defensa Israelí, apuñalado la semana pasada por otro alto funcionario de la policía palestina, cerca de la septentrional ciudad cisjordana de Nablus.
Mohammad Jatib, jefe de la oficina de policía de Ramalah, esperó vestido de civil la llegada de su objetivo cerca de un asentamiento israelí, ignorando a varios colonos que se encontraban en la zona, hasta que se detuvo un vehículo todoterreno con la ventana abierta.
El soldado israelí murió a causa de varias puñaladas en el pecho que recibió cuando trataba de escapar.
Luego, Jatib fue reducido y detenido por la seguridad israelí y está preso para ser interrogado.
El primer ministro de la ANP, Salaam Fayyad, condenó el ataque y se deshizo en disculpas hacia los israelíes, al tiempo que se comprometió a prevenir futuros episodios similares.
A la ANP le preocupa, y con razón, que Israel revoque su endeble poder y prestigio en Cisjordania si los israelíes siguen sufriendo ataques en este territorio.
Mientras, ocurrió otro hecho, que pudiera estar relacionado, que fue la detención del jefe de los servicios de seguridad preventiva de la ANP en Jerusalén, Mohammad As-Sayyad, el lunes, por las fuerzas israelíes.
Los episodios parecen haber sido planificados y calculados por personas con poder, a diferencia de otros cometidos por refugiados pobres y desesperados sin perspectivas de futuro, lo que no deja de ser significativo.
Numerosos analistas debaten sobre los motivos del repentino aumento de ataques perpetrados por funcionarios de la seguridad de la ANP contra objetivos israelíes y palestinos, que parecen perjudicarlos más de lo que los benefician.
Para algunos se trata de una lucha de poder entre varias facciones dentro de la ANP que tienen diferentes objetivos. Pero otros sostienen que ése es uno de los tantos motivos generados por el resentimiento creciente dentro de la propia Autoridad Palestina.
Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, vinculadas a la rama militar de Fatah, divulgaron un comunicado poco después del asesinato del soldado israelí confirmando el motivo de la venganza. Luego, amenazó con ataques más graves por las represalias tomadas por las fuerzas de seguridad de Israel contra sus hombres.
Las bases de la organización militar están cansadas y hartas de la ineptitud, el nepotismo y la corrupción dentro de la ANP, confirmó una fuente de las Brigadas a IPS.
"Algo va a explotar y pronto. La autocrática ANP no logró nada para el pueblo palestino con sus negociaciones de paz con Israel más que llenar los bolsillos de los títeres de la Autoridad Palestina y aferrarse al poder", añadió.
Por si fuera poco, el intento de un alto funcionario de la ANP de buscar los favores sexuales de una joven a cambio de empleo salió a la luz pública la semana pasada, en lo que para muchos palestinos es más de lo mismo en lo que se refiere a las autoridades de Cisjordania.
Las imágenes difundidas por un canal de televisión israelí muestran a un hombre que parece ser el jefe de gabinete de Abbas, Rafiq Husseini, solicitando a una joven que se acostara con él a cambio del empleo, lo que obligó al presidente a destituirlo el domingo y a ordenar una investigación sobre lo ocurrido.
Husseini se defendió con la habitual retórica de los altos funcionarios atrapados con las manos en la masa y sostuvo que las acusaciones eran "falsas, una conspiración. Me tendieron una trampa".
Pero el episodio es más enrevesado pues el hombre que entregó el vídeo al canal de televisión israelí es el ex agente de inteligencia palestina Fahmi Shabaneh, destituido por la ANP por su supuesta participación en la venta ilegal de tierras a funcionarios israelíes.
Además, entre los responsables de la investigación se encuentra una persona a la que Shabaneh acusa de apoderarse de más de dos millones de dólares de la asistencia internacional suministrada a la ANP.
La credibilidad de la ANP alcanzó su mínimo histórico, según Samir Awad, investigador de la Universidad de Birzeit, cerca de Ramalah.
"Nada parece diferente, pero hay cambios sísmicos solapados. Los últimos escándalos no son en sí mismos importantes, pero el momento en el que aparecen es de fundamental importancia. Son sintomáticos de un problema mucho mayor y de lo inmoral que se ha vuelto la ANP", dijo Awad a IPS.
"La combinación de un proceso de paz estancado, el aumento de las incursiones militares israelíes, las demoras en los puestos de control y los intereses personales de algunas de las autoridades palestinas empujan a ciertos miembros de Fatah a tomar la ley con mano propia", explicó.
"Todas la posibilidades están sobre la mesa", añadió.