Las sequías en la zona de Turkana, en el norte de Kenia, eran menos intensas cuando Laura Letapalel era pequeña, y en ese entonces todavía se podía encontrar algo de hierba y agua para los rebaños. Ahora, cuenta esta mujer pastora, los períodos sin lluvia son más largos y los animales no tienen nada que comer.
Según Andrew Mude, un economista del International Livestock Research Institute (ILRI), la seca es el riesgo más grande que tienen estos pequeños ganaderos.
"Esto es especialmente cierto en el norte de Kenia, donde más de tres millones de hogares de pastores son afectados por sequías cada vez más severas. En los últimos 100 años, el norte de Kenia ha sufrido 28 grandes sequías, cuatro de las cuales ocurrieron en los últimos 10 años", explicó Mude.
"En nuestra comunidad, el tamaño del rebaño es un indicador de la condición económica. Últimamente las drásticas condiciones climáticas han causado la muerte de nuestros animales y convertido a hombres ricos en pobres", dijo Letapalel.
Esekon Longuramoe, otro pastor de Turkana, contó que las malas condiciones climáticas cambiaron su suerte. "Cuando llegué a este lugar, vi dos cosas hermosas: mucha hierba y muchos animales salvajes. Era un lindo lugar para el pastoreo. Pero ahora no llueve, y he perdido 100 ovejas y 50 vacunos", contó.
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"Después de perder todo mi ganado, quedé tan pobre que, aun si quisiera mudarme, no tengo un burro para cargar mis pertenencias. Tendría que pedir uno prestado", lamentó Longuramoe.
La cuestión de cómo proteger a las comunidades pastorales contra los efectos devastadores de la sequía ha sido un verdadero dolor de cabeza para el gobierno de Kenia por muchos años.
Ahora, un nuevo proyecto puesto en marcha por ILRI y sus asociados promete ayudar a este sector de la población.
"Miles de pastores del distrito de Marsabit, una zona árida y remota del norte de Kenia, podrán comprar pólizas de seguro para su ganado, gracias a un programa pionero en África que utilizará imágenes satelitales del pasto y otro tipo de vegetación para indicar si la sequía puede conducir a que los camellos, vacas, cabras y ovejas mueran de hambre", explicó Mude.
La información obtenida de las imágenes satelitales se comparará con los registros de mortalidad del ganado de la última década para calcular la pérdida de animales a los efectos de determinar el monto de la indemnización. Este sistema elimina la necesidad de verificar las muertes individuales de animales.
El distrito de Marsabit, vecino a Turkana, se dividió en dos sectores según el riesgo. Asegurar a los animales en las zonas de Maikona y Horr del Norte costará 5,5 por ciento del valor del ganado, mientras que en Laisamis, Loyangalani, Central y Gadamoji, costará 3,25 por ciento.
"Creemos que este programa tiene potencial porque posee los elementos que los aseguradores necesitan: un riesgo bien conocido (la sequía), y un indicador externo verificable, que no puede manipularse, en este caso las imágenes satelitales de la vegetación", señaló James Wambugu, director ejecutivo de UAP Insurance, la compañía que ofrece la cobertura de seguro.
Las ventas del plan de seguro comenzaron en todo el distrito en enero. Las primas pueden abonarse en filiales del Equity Bank en Marsabit, o a agentes designados por el Programa de Red de Seguridad contra el Hambre, que otorga subvenciones en efectivo a 300.000 hogares vulnerables en distritos áridos del norte de Kenia y está presente en la mayoría de las comunidades de Marsabit.
Según Mude, en el distrito de Marsabit hay actualmente unas 86.000 cabezas de ganado vacuno y cerca de dos millones de ovejas y cabras que dependen de la vegetación silvestre para su supervivencia. Sólo el valor del ganado vacuno de Marsabit se estima en 67 millones de dólares, aunque los animales raramente se venden o faenan.
Dada la complejidad de este proyecto de seguro, se creó un juego de simulación para ayudar a las comunidades locales a entender las principales características de la póliza. Muchos de los pastores que lo usan se han involucrado intensamente, contó Mude.
"La simulación los ayuda a entender cómo el seguro los puede proteger contra las pérdidas. Además parecen disfrutar del juego, lo que genera una discusión muy animada", agregó.
El seguro también servirá a los pastores aunque los animales no lleguen a morir. La póliza podrá usarse para obtener crédito con el cual comprar alimentos o medicamentos para ayudar a los rebaños a sobrevivir en condiciones difíciles.
El sistema también puede contribuir a ampliar los rebaños, porque al saber que existe un seguro contra el riesgo de perder animales por la sequía, los prestamistas privados serán más proclives a otorgar créditos.
El proyecto durará tres años, durante los cuales se realizarán estudios para determinar la sustentabilidad comercial del producto. Si tiene éxito, se considerará la posibilidad de extenderlo a algunas partes de Uganda, Etiopía, África occidental e incluso Asia.