ENERGÍA-EUROPA: Molinos de viento, uníos

Aunque los gobiernos europeos no contribuyeron a alcanzar un tratado internacional contra el cambio climático en la cumbre de diciembre en Copenhague, sus industrias muestran gran interés en oportunidades de negocio en las energías renovables.

Los proyectos para mejorar la huella ambiental del sector energético europeo y para ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el continente incluyen la creación de una red que administraría en forma inteligente la energía generada por las numerosas granjas eólicas instaladas sobre las aguas del Atlántico Norte y el Mar del Norte.

Delegados de Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Irlanda, Luxemburgo, Noruega y Suecia se reunieron en diciembre para comenzar a diseñar la nueva red.

En una segunda reunión, prevista para el 9 de este mes, los representantes se entrevistarán en la capital alemana con ejecutivos de los principales operadores de energía para crear un grupo de coordinación internacional que esté listo para iniciar la construcción en 2011.

Se espera que la nueva red esté pronta y funcionando en 2020, por un costo de unos 30.000 millones de euros (43.000 millones de dólares).
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El nuevo ministro de Economía de Alemania, Rainer Bruederle, confirmó los planes en conferencia de prensa el mes pasado.

"Alemania y otros países europeos tienen ambiciosos planes de construcción de más molinos de viento en el mar, y por tanto la coordinación internacional de redes eléctricas nacionales es de importancia estratégica", dijo.

"Queremos lanzar una revisión fundamental de todo el sector energético europeo", dijo Bruederle.

La nueva red, propagada a lo largo de la mitad del continente y bajo el mar, conectará los molinos de viento y las plantas de energía termal solar, además de administrar las oscilaciones en el suministro de electricidad de otras fuentes renovables, altamente dependientes de las condiciones climáticas.

También vinculadas con la red, capaz de albergar electricidad durante los periodos pico, habrá estaciones de energía hidroeléctrica, la mayoría en los países escandinavos.

La creación de esta red había sido insistentemente exigida por expertos en electricidad y ambientalistas.

Sven Teske, a cargo de energías renovables en la oficina alemana de la organización Greenpeace, dijo a IPS que "las actuales redes europeas no son capaces de absorber, menos aun administrar, la formidable cantidad de electricidad generada por el creciente número de molinos de viento en el mar y plantas de energía solar".

Del mismo modo, la Asociación Europea de Energía Eólica había instado en 2009 a los gobiernos a construir una nueva red coordinada internacionalmente.

Las actuales redes europeas presentan varios problemas. Algunas están restringidas a nivel nacional y otras carecen de capacidad para administrar el suministro de las fuentes renovables.

Dorthe Vinther, vicepresidenta de Energinet, empresa pública independiente administradora de la principal red de electricidad y gas natural en Dinamarca, dijo a IPS que ésta no es "lo suficientemente inteligente para coordinar en forma flexible el suministro y la demanda, y para compensar las fluctuaciones causadas por el clima, tan típicas de la energía eólica y solar".

Vinther señaló que las fluctuaciones en el suministro de energía renovable hacían difícil alcanzar la demanda básica. "Necesitamos mejores previsiones climáticas, que nos permitan optimizar nuestro calendario y nuestra administración del suministro de energía eólica y solar".

"La red debe ser capaz de almacenar electricidad en fases de mayor suministro energía, y distribuirla en los periodos de escaso suministro, para satisfacer en forma constante la demanda básica", añadió.

Vinther dijo que la red planeada podría además ofrecer un modelo para la creación de futuras conexiones internacionales de fuentes renovables de energía, especialmente de molinos de viento.

"La integración a gran escala de energía eólica requiere de una fuerte red de transmisión internacional y mercados de electricidad internacional eficientes para comercializar y equilibrar la energía en un área geográfica amplia", explicó a IPS.

"Para esos proyectos internacionales también necesitamos coherentes sistemas de energía, con el fin de incrementar la flexibilidad y la eficiencia económica, así como reducir el impacto ambiental", subrayó Vinther. "Necesitamos redes inteligentes".

Las redes inteligentes del futuro usarán tecnología digital para seguir de cerca el suministro de electricidad mientras controlan la demanda del consumidor con el fin de ahorrar, reducir costos e incrementar la seguridad del abastecimiento.

Otro proyecto sobre energías renovables en Gran Bretaña, que comenzará en 2013, incluye la construcción de una colosal granja eólica que estará pronta para 2020 y que cubrirá 25 por ciento de la electricidad consumida en el país.

La nueva granja eólica constará de más de 6.400 turbinas distribuidas en todo el Atlántico Norte.

La gigante de la ingeniería alemana Siemens ganó el contrato para el proyecto, por unos 110.000 millones de euros (160.000 millones de dólares).

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