El gasto de defensa aparece como la estrella del presupuesto récord de 3,8 billones de dólares para 2011 presentado al Congreso de Estados Unidos por el gobierno de Barack Obama, al sumar 12 veces más que el destinado a asuntos internacionales y asistencia.
El presidente Obama solicitó 58.500 millones de dólares para el gasto total en asuntos internacionales no militares y 703.000 millones de dólares para el Departamento de Defensa en el año fiscal 2011, que comenzará el próximo 31 de octubre, según un resumen presupuestario difundido por el Departamento de Estado (cancillería).
Del total para la cancillería, casi 39.000 millones de dólares consistirán en fondos para programas y agencias de ayuda multilaterales. El saldo cubrirá los costos del Departamento de Estado y operaciones relacionadas.
El gobierno también pidió 4.460 millones de dólares para un proyecto de ley de adquisiciones suplementarias, en su mayor parte dedicados a la seguridad y la asistencia al desarrollo de Afganistán, Pakistán e Iraq.
En total, los fondos que la cancillería destine a esos países de primera línea aumentarán 7,5 por ciento, según la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton, quien agregó que el resto del presupuesto para asuntos internacionales crecerá 2,7 por ciento.
Pero el gasto en el desarrollo y la salud de los países pobres superará ese porcentaje si el Congreso aprueba el pedido del gobierno.
Los fondos para la salud internacional y los programas de supervivencia infantil, incluso la campaña multimillonaria de Washington contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), pasarán de 7.800 millones de dólares en el año fiscal actual a 8.500 millones de dólares en 2011.
Los fondos a la ayuda para el desarrollo, que incluye la agricultura, el desarrollo rural y la educación, se incrementarán de 2.520 millones a 3.000 millones de dólares en el mismo lapso, aunque gran parte de ese aumento lo absorberá el aporte de 408 millones de dólares a un nuevo Fondo Mundial de Seguridad Alimentaria creado en la última cumbre del Grupo de los Ocho países más industrializados, celebrada el año pasado en L'Aquila, Italia.
Los incrementos en la asistencia al desarrollo y la salud en el mundo recibieron elogios de organizaciones no gubernamentales (ONG) que actúan en países pobres.
El presupuesto solicitado "revela una profunda comprensión del gobierno de Obama acerca del tremendo impacto que estos programas tienen en la seguridad, la estabilidad y la prosperidad internacionales", declaró InterAction, una alianza de más de 150 grupos humanitarios y dedicados a la ayuda al desarrollo.
"Aplaudimos al presidente Obama y su decisión de priorizar estos programas en un contexto presupuestario tan difícil", agregó InterAction.
El gobierno también propone generosos incrementos en los aportes de Washington a los organismos multilaterales dedicados a luchar por la protección del ambiente.
El presupuesto para 2011 otorgará, si el Congreso lo aprueba, al Fondo para el Medio Ambiente Mundial del Banco Mundial 175 millones de dólares, más del doble de lo que recibió este año, mientras que el aporte al Fondo Estratégico del Clima se triplicaría hasta alcanzar los 235 millones de dólares.
Pero aunque el presupuesto para asuntos internacionales es el mayor de la historia, sigue siendo 12 veces menor al propuesto para el Pentágono (Ministerio de Defensa).
Para el Pentágono se prevé un presupuesto de 703.000 millones de dólares, de los cuales 160.000 millones se destinarán a las guerras en curso en Iraq y Afganistán, así como a otras "operaciones de contingencia en el exterior", relacionadas con el esfuerzo de Washington por aplastar a la red extremista Al Qaeda y grupos similares.
El presupuesto total del Pentágono, que también incluye a gran parte del destinado a los servicios de inteligencia, crecerá 3,4 por ciento este año.
Esta propuesta en particular decepcionó a observadores que esperaban que la decisión de Obama de cancelar el desarrollo de varias armas de alto costo el año pasado daría pie a una reducción mayor del gasto militar, especialmente por la inquietud popular ante el déficit presupuestario, que alcanzó el récord de 1,6 billones de dólares.
"No continuaron con los recortes del año pasado y de hecho agravaron el desequilibrio en materia de seguridad entre los instrumentos militares y no militares", dijo Miriam Pemberton, especialista del centro de análisis políticos Institute for Policy Studies.
"Las decisiones del gobierno probablemente reflejen la preocupación eterna por mantener los empleos en los distritos legislativos en todo el país en un año electoral", agregó.
De hecho, a pesar del incremento en los fondos para el desarrollo, la salud, el medio ambiente y otras políticas no militares, el presupuesto propuesto para la cancillería también incluye la ayuda a programas militares y paramilitares, particularmente en Medio Oriente y el sur de Asia.
Así, 10 por ciento del presupuesto de asuntos internacionales se destinará al Programa de Financiación para Militares Extranjeros, que ayuda a aliados de Estados Unidos a adquirir armas y otros equipos. De los casi 5.500 millones de dólares que recibirá este programa en 2011, más de 90 por ciento irán a parar a Israel, Egipto, Jordania, Líbano, Bahrein y Pakistán.
La cancillería también ampliará el Fondo para la Contrainsurgencia en Pakistán, que entrena y equipa a las fuerzas militares y policiales paquistaníes, de 700 millones de dólares este año a 1.200 millones de dólares en 2011.
Pakistán también recibirá 1.300 millones de dólares del Fondo de Apoyo Económico, que el Departamento de Estado destina al fomento económico y las instituciones económicas, especialmente a lo largo de la frontera con Afganistán. El monto destinado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros organismos multilaterales, agencias antinarcóticos y ayuda alimentaria permanecerán aproximadamente iguales en 2011, según el presupuesto pedido.
Además del incremento del gasto en desarrollo, salud y medio ambiente, el Departamento de Estado buscará aumentar su propia capacidad para lidiar con las crisis en el exterior, algo que desde el fin de la guerra fría ha sido asumido cada vez más por el Pentágono.
En ese sentido, la cancillería propone aumentar de 120 millones a 184 millones de dólares el gasto de su "iniciativa de estabilización civil", un esfuerzo por desarrollar una mejor coordinación entre los organismos para la reconstrucción y la estabilización en crisis internacionales.
También el de su "fondo para crisis complejas", que procura desactivar o impedir crisis, para el cual se solicita pasarlo de 50 millones a 100 millones de dólares.
Al mismo tiempo, el gobierno pretende una reducción de cinco por ciento de su programa para inmigración y refugiados, para situarlo en 1.600 millones de dólares.
Además propone cesar la financiación del Fondo para la Democracia, una iniciativa de la ONU apoyada por el gobierno de George W. Bush (2001-2009), y reducir los fondos para el Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés), de 118 millones a 105 millones de dólares en 2011.
Cuando presentó el presupuesto, Clinton destacó que la cancillería no había tenido tiempo de incluir cifras estimadas del gasto para Haití, en virtud del terremoto que devastó a Puerto Príncipe el 12 de enero.
Es probable que pedidos de fondos adicionales para la reconstrucción de Haití se incluyan en el proyecto de ley suplementario, indicaron funcionarios. Washington gastó más de 300 millones de dólares en el territorio haitiano desde el terremoto, en su mayor parte a través del Pentágono, explicaron las fuentes.
*Charles Fromm contribuyó con este artículo.