Más de 300 muertos, una incontable cantidad de heridos y dos millones de damnificados es el saldo parcial del terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter que sacudió al centro y sur de Chile en la madrugada del sábado.
"Este terremoto fue más largo y fuerte que el que vivimos en 1985. Yo estoy preocupada por los familiares que tengo en Concepción (500 kilómetros al sur de la capital). No podemos comunicarnos con ellos", dijo a IPS Margarita Ferrer, de 55 años, quien vivió sola el sismo en su apartamento de la comuna de Las Condes, en el oriente de Santiago.
El epicentro del movimiento telúrico, que tuvo lugar a las 3.34 hora local (6.34 GMT), se ubicó a unos 90 kilómetros de la ciudad de Concepción, capital de la región del Bío-Bío.
El Servicio de Sismología de la estatal Universidad de Chile corrigió su estimación del sismo a 8,8 grados de la escala Richter.
De acuerdo a la escala de Mercalli, que mide la intensidad de los sismos hasta un máximo de 12 puntos, tres habrían sido las ciudades más afectadas.
Se trata de la capital, que registró ocho grados, además de Talca, 257 kilómetros al sur de Santiago, y Concepción, con nueve grados, según la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi).
El movimiento ondulante, que duró casi dos minutos, también se sintió en menor medida en otros países vecinos, como Argentina.
Los expertos estiman que lo peor ya pasó, aunque se han registrado decenas de réplicas, algunas de entre cinco y seis grados.
El gobierno declaró "zona afectada por catástrofe" a seis regiones, incluida la capital, para disponer más fácilmente de los recursos necesarios para ayudar a los afectados.
El sismo derrumbó numerosas construcciones, como autopistas, puentes y edificios de apartamentos, algunas de ellas de reciente inauguración, y sembró el pánico entre la población.
Inmediatamente se cortó el suministro de electricidad y se interrumpieron las comunicaciones telefónicas, que siguen sin normalizarse por completo. Algunos sectores tampoco cuentan con servicios básicos, como agua potable.
En todo el país hay casas en el suelo, desprendimientos de vidrios y cornisas y hospitales evacuados por daños. Escuelas y oficinas públicas también presentan problemas. Las estaciones expendedoras de combustible están colapsadas y el transporte público muestra retrasos.
El terremoto generó "una variación de marea superior a los tres metros" en algunas zonas costeras, informó en su sitio de Internet el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile.
La ministra de Vivienda, Patricia Poblete, señaló que hasta ahora se contabilizaron 1,5 millones de viviendas con algún nivel de daño y 500.000 que difícilmente puedan volver a ser habitadas en todo el país.
En el archipiélago Juan Fernández, 670 kilómetros al oeste del continente, murieron cinco personas y desaparecieron otras 11 por la subida de la marea. En la Isla de Pascua, ubicada a 3.500 kilómetros del continente, se realizó una evacuación por alarma de tsunami, al igual que en el estado estadounidense de Hawai.
En Concepción se desplomó un edificio de apartamentos de 15 pisos, se derrumbaron puentes y se registraron varios incendios.
Tanto en la capital como en la región de Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago, se suspendieron las operaciones de las redes del tren metropolitano hasta que se complete la revisión de las instalaciones.
Además, el aeropuerto internacional de Santiago debió cancelar todos sus vuelos por 72 horas debido a los importantes daños sufridos por la estructura de traslado de pasajeros.
La presidenta socialista saliente Michelle Bachelet llegó de Argentina un par de horas antes del inicio del sismo. Tras la catástrofe se dirigió a la Onemi para coordinar las acciones a seguir y más tarde sobrevoló algunas de las zonas más afectadas.
El mandatario electo Sebastián Piñera, de la derechista Coalición por el Cambio, quien sucederá a Bachelet el 11 de marzo, visitó al mediodía la Onemi y anunció que pediría a su directora, Carmen Fernández, que se mantenga en el cargo tras el cambio de mando.
Antes del movimiento telúrico, la atención nacional estaba puesta en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, que se realiza cada año en el conocido balneario del mismo nombre ubicado en la región de Valparaíso.
La noche final del principal acontecimiento artístico del país, previsto para el sábado, fue suspendida, al igual que otros espectáculos masivos.
Este domingo termina el periodo estival para muchas familias chilenas. En seis regiones fue suspendido el inicio de clases hasta el 8.
Las autoridades han pedido a los veraneantes que se queden donde están para evitar congestiones y dar tiempo a reparar los caminos.
Chile presenta una de las mayores tasas de actividad sísmica del mundo por interacción de la placa oceánica de Nazca y la continental sudamericana.
En la sureña ciudad chilena de Valdivia se produjo en 1960 el mayor terremoto de que se tenga registro en el mundo, de 9,5 grados en la escala de Richter, que mató a miles de personas.
El último gran movimiento telúrico que afectó a la zona central del país ocurrió el 3 de marzo de 1985 y fue de 7,8 grados.
El terremoto de este sábado superó en intensidad al ocurrido el 12 de enero en Haití, de siete grados en la escala de Richter y que dejó 200.000 personas muertas y 500.000 damnificadas.
El V Congreso de la Lengua Española, previsto del 2 al 5 de marzo en la ciudad portuaria de Valparaíso y al que asistirían los Reyes de España, también fue suspendido.
La visita de la Secretaria de Estado (canciller) estadounidense, Hillary Rodham Clinton, prevista para este lunes y martes, quedó en suspenso.
El país recibió numerosas muestras de solidaridad internacional. La Unión Europea comprometió ayuda por tres millones de euros (unos cuatro millones de dólares).