La Organización de las Naciones Unidas (ONU) acusó de «sensacionalismo» a medios de comunicación internacionales, que han criticado al foro mundial por la supuesta lentitud de la ayuda de emergencia a Haití.
Algunas de las noticias publicadas sobre ese país caribeño, devastado por un terremoto del 12 de este mes, son "realmente exageradas", sostuvo el canadiense David Wimhurst, director de información de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah, por sus siglas en francés), en una videoconferencia realizada desde Puerto Príncipe el martes.
La cobertura errónea de la información ejerce un impacto negativo en los esfuerzos de asistencia de emergencia que realizan la ONU y sus agencias, agregó.
Wimhurst dijo que los informes sobre "saqueos en masa" desatados tras la catástrofe son incorrectos, y negó que la ONU "no haya alimentado a la población durante días". El funcionario no identificó a ninguna organización de noticias por su nombre.
La ONU recibe "ataques injustos" de parte de la prensa, mientras su personal le dedica 24 horas al día a las gestiones humanitarias que lleva a cabo en Haití, aseguró Wimhurst, quien destacó haber trabajado como periodista, egresado de la neoyorquina Universidad de Columbia.
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Las críticas contra la ONU se centraron principalmente en la descoordinación de su gestión y en el colapso del sistema de entrega y reparto de los alimentos.
El organismo mundial asegura proporcionar alimentos y materiales de ayuda a más de 200.000 de los aproximadamente tres millones de haitianos desplazados o damnificados por el terremoto, de una población total estimada en 10 millones.
Consultado sobre el colapso, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, admitió que "en el período inicial hubo algunas dificultades y retrasos en la entrega de nuestros elementos de ayuda". Pero, desde entonces, el foro mundial ha instalado 15 centros de distribución, dijo a la prensa el martes.
"La cantidad de personas que recibirán asistencia aumentará a un millón esta semana, y en un plazo de dos semanas al menos a dos millones de personas. Así que esa es nuestra meta", declaró.
Ban también reconoció que la situación es "abrumadora". "Estoy seguro de que tendremos sistemas mejor organizados y estructurados para entregar los alimentos", agregó.
Hubo informes indicando que, en el aeropuerto de Puerto Príncipe, controlado de hecho por las fuerzas de Estados Unidos, los vuelos militares provenientes de ese país tenían prioridad frente a la asistencia humanitaria de otras naciones, lo cual desató quejas internacionales.
Pero Ban aseguró que ahora la terminal aérea le otorga prioridad a los "aviones humanitarios".
"En el aeropuerto existe un sistema dual de concesión de prioridades. Y hemos abierto nuevos corredores en el terreno y, como les dije antes, en algún momento de la semana próxima podremos habilitar las instalaciones portuarias", indicó. La capital de Haití cuenta con el principal puerto marítimo del país.
Siempre y cuando el puerto quede habilitado, "mejorará sustancialmente nuestra capacidad para entregar los elementos de asistencia".
"En eso estamos trabajando mucho. Aun así, puede que existan algunas quejas y dificultades e inconveniencias en (la creación) de un sistema de entrega más organizado", dijo Ban.
"Tenemos que tener un poco más de paciencia, pero estamos trabajando día y noche, así que pueden confiar en la labor de las Naciones Unidas y la comunidad internacional", aseguró.
Entre tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el martes el envío de 2.000 soldados y 1.500 agentes de policía adicionales a Haití.
En la actualidad, Minustah cuenta con más de 9.000 fuerzas de mantenimiento de la paz, de las cuales 3.000 están en Puerto Príncipe.
Pero como la mayoría de los estados miembros suelen responder con lentitud a la solicitud de envío de más efectivos a las misiones de paz, la ONU no tiene certeza de cuándo llegarán a Haití los soldados y policías.
"Ya hemos recibido algunas indicaciones y propuestas de varios países. Por lo tanto, creo que el despliegue de tropas y fuerzas policiales adicionales se realizará con rapidez", dijo Ban.
"Y es muy importante que los despleguemos lo más rápido posible, porque en cada aspecto de nuestra operación, corremos contra el tiempo", agregó el secretario general.
Entre tanto, las autoridades haitianas calculan que 200.000 personas murieron en el terremoto y que 70.000 cadáveres fueron enterrados hasta el momento, informó el martes el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jon Andrus.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de la Asistencia Humanitaria (OCHA) informó que equipos de búsqueda y rescate han sacado a un total de 90 personas de los edificios derruidos.
Hasta el momento se confirmó la muerte de 46 funcionarios de la ONU, entre ellos fuerzas de paz de Minustah, pero decenas siguen desaparecidos y es probable que se encuentren enterrados bajo los escombros.
Aunque Haití necesita con urgencia la ayuda de más funcionarios de la ONU, según Andrus, el foro mundial tiene dificultades para entregar alimentos, agua y alojamiento a quienes ya se encuentran en el país. "Sabemos que los alojamientos en la base logística de la ONU ya alcanzaron su punto de saturación", se quejó.