La crisis alimentaria que amenaza a 400.000 familias en Guatemala no tiene fin y por el contrario se agudiza, al ser este país uno de los 13 en el mundo que este año tendrán problemas con sus cosechas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Un estudio realizado por el Sistema Mundial de Información y Alerta de la FAO sitúa a Guatemala y a Argentina como los dos únicos países de América dentro de la lista de quienes soportarán condiciones desfavorables para su producción agrícola en 2010.
Otras siete naciones africanas (Chad, Etiopía, Níger, Nigeria, Somalia y Sudán), tres de Asia (India, Iraq, y República Popular Democrática de Corea) e Israel completan el listado.
Las pronósticos para Argentina y Guatemala "apuntan a un déficit de producción como consecuencia de una reducción de la superficie sembrada, condiciones climáticas adversas, plagas y enfermedades de las plantas u otras calamidades", según el documento de la FAO dado a conocer en noviembre.
En el caso de este país centroamericano, el informe se refiere específicamente al denominado Corredor Seco, en el centro y este del territorio, donde al menos 54.000 familias son afectadas por la escasez de alimentos y 400.000 familias tienen el riesgo de estarlo, según la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional.
[related_articles]
Los departamentos de Chiquimula, Zacapa, Jalapa, Jutiapa, El Progreso, Baja Verapaz y Quiché pertenecen a ese Corredor Seco, caracterizado por tener períodos de sequía recurrentes en el invierno boreal, además de suelos semiáridos y de bajo rendimiento.
La tendencia hacia la baja en la producción de cereales afecta no solo a Guatemala sino al resto de América Central y el Caribe, donde la FAO anticipó una producción durante 2009 de 41,2 millones de toneladas, 1,4 millones menos que lo producido durante 2008.
"Más de 75 por ciento de familias perdieron su cosecha de maíz y frijol el año pasado en el Corredor Seco por la sequía. No tienen reserva de maíz desde julio de 2009 y, si hay buena cosecha este año, tendrán granos hasta agosto", dijo a IPS Gustavo García, responsable del monitoreo de precios de maíz y frijol de la FAO en Guatemala.
Pero el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología no fue muy alentador al respecto y pronosticó que el fenómeno de El Niño, causante de la sequía en 2009, podría extenderse hasta mayo de este año, lo que agravaría la situación.
El Niño, fase cálida de la llamada Oscilación del Sur, se manifiesta cuando aumenta la temperatura superficial del agua en las áreas oriental y central de la zona tropical del océano Pacífico y causa grandes alteraciones climáticas en gran parte de América, especialmente en la costa oeste.
De acuerdo con García, la sequía prolongada ha afectado las siembras para la subsistencia de los agricultores guatemaltecos al punto que, ahora que sus reservas de granos se han agotado, han tenido que ir a buscar trabajo a otros lugares.
"Lo primero que hicieron fue vender sus gallinas y sus cerdos. La mayoría vende su mano de obra, hay gente que está migrando al Petén, fronterizo con México, para trabajar en las granjas y otros se están yendo al sur al corte de caña", explicó.
Para contrarrestar la crisis, la FAO atiende junto con el Ministerio de Agricultura a unas 2.000 familias residentes en el Corredor Seco, con las que promueve acciones para mejorar la capacidad de retención de humedad del suelo, el uso de sistemas agroforestales, el acceso y uso de semillas mejoradas y la producción familiar en patio.
Guatemala es el segundo país más pobre de América, después de Haití. De un total de 13 millones de habitantes, la mitad vive en condiciones de pobreza, mientras que un 17 por ciento vive en la indigencia, según la Organización de Naciones Unidas.
No solo la FAO ha previsto escenarios negativos para las siembras en el país. La no gubernamental Acción Contra el Hambre ha alertado sobre el riesgo de que una porción de la población muera de inanición debido a la escasez de lluvias.
La organización concluyó después de realizar una encuesta en 1.600 hogares del Corredor Seco que 58,4 por ciento de la cosecha de maíz y 71 por ciento de la de frijol se perdieron en 2009. Ambos rubros son básicos en la dieta alimentaria guatemalteca.
Ya entonces, 7,7 por ciento de los niños examinados en el marco de la encuesta padecía desnutrición aguda y 2,7 por ciento sufría desnutrición severa.
En 2009, la crisis alimentaria en Guatemala provocó la muerte de al menos 54 niños y niñas por problemas de desnutrición, según la Dirección General de Epidemiología.
Carlos Lázaro, coordinador de Acción Contra el Hambre en el Corredor Seco, dijo a IPS que uno de los principales problemas en el área es que no quedan semillas para sembrar en mayo y junio, cuando recomienza al ciclo agrícola en el país, porque debido a la escasez de granos en 2009, las familias se comieron "lo poco que les quedó".
La temporada más crítica de 2010 será entre febrero y agosto, anticipó, puesto que las familias que perdieron sus cosechas de maíz y frijol el año pasado se quedaron sin reservas para alimentarse y deberán esperar hasta la siguiente cosecha, en agosto.
Para la organización, una de las tareas principales será atender de emergencia a las familias más vulnerables. Con ese fin, desde fines de febrero "vamos a implementar el programa Mano de Obra Intensiva, mediante el cual vamos a pagar a las personas para que arreglen sus terrenos tomando en cuenta la conservación de suelos", explicó Lázaro.
Luis Enrique Monterroso, coordinador del no gubernamental Observatorio del Derecho a la Alimentación y la Nutrición, dijo a IPS que en 2010 se corre el riesgo de que las regiones de occidente, norte y sur del país, que no fueron afectadas el año pasado por la sequía, pasen a recibir sus efectos negativos.
El especialista insistió en que las acciones gubernamentales deben centrarse en determinar con exactitud quienes son las personas afectadas, dónde se ubican y cuáles son sus dificultades.
"Si no se tiene la información de dónde intervenir, no se sabrá cómo actuar. Además, no todas las regiones del país afrontan los mismos problemas, es decir que no se puede atender de una misma forma el problema para todos", explicó.
Monterroso señaló, además, la falta de participación de los ministerios de Economía y de Trabajo en la mejora de los ingresos familiares de los guatemaltecos, al analizar el programa gubernamental Plan de Transición de la Calamidad a la Sostenibilidad, que pretende hacer sustentable la economía familiar.
El obispo católico Pablo Vizcaíno, presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala y miembro del colectivo Frente Contra el Hambre, dijo a IPS que la población más pobre del país continúa abandonada.
Vizcaíno criticó el asistencialismo del que son víctimas las personas más afectadas por el hambre en el país, porque esa práctica conspira contra la solución de los problemas de fondo generados por la pobreza.
"Si bien hay ciertas situaciones de crisis que exigen que la ayuda sea directa, no se debería llegar a un asistencialismo indefinido", señaló.
En definitiva, 2010 no será fácil en materia de seguridad alimentaria para Guatemala. El clima y las acciones gubernamentales para contrarrestar la crisis, dirán la última palabra.