La pandemia de gripe humana propagada prácticamente a todo el mundo es uno más de los problemas que desvelan a la Organización Mundial de la Salud (OMS), reconoció la jefa de la institución, Margaret Chan, en un balance del estado sanitario de la comunidad internacional al cierre de 2009.
Es frágil el progreso alcanzado en la última década en padecimientos como el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), el paludismo, la mortalidad de menores de cinco años o las enfermedades tropicales desatendidas, dijo Chan.
Muchos de esos logros se encuentran amenazados, entre otros factores, por las crecientes desigualdades entre ricos y pobres que se advierten en el acceso a los servicios de salud, en las expectativas de vida y en los resultados de los distintos sistemas sanitarios.
Eso es también un motivo de preocupación, reafirmó.
En ese aspecto, el hecho de que la pandemia del nuevo virus de la gripe A-H1N1, como se denomina técnicamente a esta influenza, se presente con efectos tan moderados "es una de las mejores noticias sobre salud de la última década", celebró la directora general de la OMS.
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A pesar de admitir la leve intensidad de la pandemia, Chan rechazó las afirmaciones de que la enfermedad no revistió nunca la gravedad suficiente para alcanzar ese grado, que la OMS declaró el 11 de junio.
Las regulaciones de la OMS determinan que una epidemia adquiere el rango de pandemia cuando su propagación se extiende por dos regiones de la división administrativa de la institución —en esa fecha eran América y Europa—, y también cuando el contagio se produce dentro de una comunidad.
Carecen de fundamento las afirmaciones de que no es una pandemia, reaccionó Chan. Nos enfrentamos a una situación en la que el nuevo virus causa una transmisión de manera sostenida y dentro de comunidades en más de 205 estados y zonas administrativas, ratificó.
Un médico sanitarista internacional consultado por IPS criticó la metodología utilizada por la OMS para declarar la existencia de una pandemia. Ese método no tiene en cuenta la gravedad de la enfermedad ni tampoco la mortalidad que provoca, dijo el experto, que pidió reserva de su identidad.
La actual gripe mal llamada porcina presenta una mortalidad inferior a la habitual en la gripe estacional, sostuvo. Mueren 10 veces más personas por la gripe estacional que por la A-H1N1, insistió.
Para quienes que han perdido seres queridos por este virus "no es justo decir que esta no es una pandemia y que carece de importancia", arguyó Chan.
Desde que se detectó en marzo, el virus mató a 11.516 personas. Sin embargo, el experto entrevistado subrayó que las cifras de infectados y de casos fatales "son totalmente estimativas" porque no se hacen más las pruebas para detectar la presencia del virus.
"Es probable que las extrapolaciones que se obtienen correspondan a la gripe estacional", aventuró.
La misma fuente criticó a la OMS por no haber precisado que el brote originario de la gripe A apareció en Estados Unidos, como realmente ocurrió, y no en México.
El propio representante de la Organización Panamericana de la Salud en México, el francés Philippe Lamy, corroboró esa información, pero la OMS se negó a reconocerla por presión de las autoridades estadounidenses, aseguró el experto.
Otro aspecto inquietante ha sido la presencia de representantes de la industria farmacéutica en los momentos en que la OMS y los mismos países adoptaban sus decisiones sobre las políticas contra la gripe, mencionó el sanitarista.
El 18 de mayo, la directora de la OMS sostuvo una reunión reservada con miembros de la industria para evaluar cuál era su capacidad de producción de vacunas. Lo racional hubiera sido determinar primero cuáles eran las necesidades de inmunización para atender a la población mundial, afirmó.
Chan negó que un grupo de científicos haya promovido la declaración de que la epidemia se había convertido en pandemia para favorecer los intereses de las industrias farmacéuticas relacionadas con el tratamiento y prevención de la influenza.
"No hay fundamentos para esas afirmaciones. Los rumores no son apropiados; toda denuncia debe ser apoyada por pruebas", expuso la jefa de la OMS. "Por favor, presenten hechos, los acogeré y aseguraré que sean completamente investigados", recalcó.
El experto sostuvo que existen irregularidades en las adquisiciones de vacunas y de medicamentos contra la gripe en algunos estados. Por ejemplo, Francia ha comprado 90 millones de dosis de vacunas y hasta ahora solo se han inoculado cuatro millones. Se espera llegar apenas a 10 millones dentro de unos seis meses, agregó.
Además, Francia, y también Estados Unidos, firmaron con fabricantes de vacunas unos contratos de provisión con una cláusula que desliga a los laboratorios de toda responsabilidad en caso de eventuales complicaciones resultantes de su aplicación.
La industria alegó que no disponía de tiempo suficiente para efectuar ensayos químicos. En consecuencia, las mujeres embarazadas, uno de los sectores bajo riesgo que reciben en primer lugar la vacuna, terminan convertidas en conejillos de Indias, graficó el experto.
Otro aspecto oscuro en las campañas contra la gripe se relaciona con el empleo aconsejado de lociones o soluciones alcohólicas para desinfectar las manos, cuando lo único práctico y eficaz es lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón, explicó.
"En oficinas públicas de países muy pobres he visto profusión de grandes envases de esas soluciones alcohólicas, lo que representa un derroche de recursos imprescindibles para atender necesidades más acuciantes de salud", dijo la fuente.
Algo parecido pasa con las mascarillas que usan personas sanas para cubrirse boca y nariz, como se ve sobre todo en países asiáticos, particularmente en Japón. "Eso no tiene ningún sentido, es una payasada", afirmó el sanitarista.
"La mascarilla sólo es útil cuando la usan las personas que tienen síntomas de gripe y no están aisladas. La fabricación de millones de mascarillas no era necesaria. Todo es parte del gran montaje y del negocio", se explayó.
Chan dijo en conferencia de prensa este martes que no hay que mostrar signos de complacencia ante la pandemia de gripe. "Los virus de la gripe son muy impredecibles por su tendencia a la mutación", insistió.
La directora de la OMS se mostró aun más cautelosa con respecto al virus de la gripe aviar H5N1. "No quisiera que el mundo tenga que enfrentarse con una pandemia desatada por un virus más tóxico y letal, como el de la gripe aviar, que puede segar la vida de hasta 60 por ciento de las personas infectadas", aseveró.
